martes, 23 de abril de 2013

¿Existe amenaza bioterrorista contra Venezuela?



Del imperialismo y sus agencias nada me resulta extraño o inimaginable, sobre todo si trata de Cuba o de Venezuela, naciones que han sido objetivos de todo tipo de amenazas y agresiones.

¿Antecedentes de bioterrorismo en Venezuela?

Hoy quiero reflexionar sobre un escenario en particular: la posibilidad de que se hayan estado realizando ataques bioterroristas contra la nación bolivariana, a través de la contaminación de determinados alimentos  con el empleo de Aflatoxinas. Las mismas, según la bibliografía más común, ¨pertenecen a la familia de las micotoxinas, que son sustancias químicas producidas por cepas toxigénicas de hongos, principalmente Aspergillus flavus y Aspergillus parasiticus. Estas sustancias pueden causar enfermedad y muerte, tanto en animales como en seres humanos.¨ (Bogantes, Ledezma y col. 2004). Estas particularidades llevan a que se les considere como uno de los cancerígenos naturales más potentes y encuentran su espacio vital en diversos cereales como el maíz, sorgo, cebada, etc., así como en otros granos, verduras y frutas. De tal forma, las  micotoxinas, en altas concentraciones, ¨producen la micotoxicosis, tipo de enfermedad cuya sintomatología se manifiesta mediante síndromes agudos de enfermedad, en tanto que a niveles bajos son carcinogénicos, mutagénicos, teratogénicos, producen alteraciones mitóticas, interfieren con el desarrollo fetal y además alteran la respuesta inmunológica, afectando, entre otros órganos y los sistemas blanco: hígado, riñones, el sistema nervioso, endocrino e inmune, y repercute en el crecimiento y desarrollo mental en los niños

En fin, la vía para propagar las aflatoxinas y su consiguiente acción cancerígena y detrimento del sistema inmunológico, son fundamentalmente dos: el empleo de semillas transgénicas y a través de vacunas sin patente. Pueden ser transmitidas al ser humano como consumidor final en la cadena alimenticia, dado el hecho de que son acumulativas, resistentes a las variaciones climáticas y de rápida acción nosciva. De los 18 tipos de aflatoxinas, la B1 tiene una mayor peligrosidad. Muchos recordarán cómo en el año 2005 se produjo un número considertable de animales caninos y felinos luego de consumir alimentos producidos por  la Compañía "Nestlé de Venezuela", concesionaria de la marca Purina DOG CHOW y CAT CHOW. Mucho ruido se armó ante el suceso, lo que condujo a la retirada de estos productos del mercado, pero no hubo una profunda investigación al respecto. La propia Comisión investigadora de la Asamblea Nacional llegó a la controvertida conclusión de que el desarrollo de la aflatoxinas fue resultado de un mal almacenamiento de los productos y exceso de humedad.

Un tiempo después se produjo la muerte sospechosa de un rebaño de Cabras en “Los Zabaletas”, ante  lo cual se procedió a realizar investigaciones en laboratorios  para determinar las causas de la muerte de los mismos. El resultado fue sorprendente: las muestras analizadas de tejidos de riñón la  presencia de 8.2 ppb de aflatoxinas B1 (partes por billón), indicando su deceso por aflatoxicosis, debido al consumo  “Cabrarina”, un alimento vendido por  Protinal C.A., especializada en producir alimentos concentrados para animales destinados al consumo humano., luego de violar  las normas COVENIN de “Alimentos completo para ovinos y caprinos”, la  que fue aprobada el 8 de febrero de 1983, Nº 1889, y la cual que establece en su artículo 4.1.5, que el alimento  no deberá contener aflatoxinas superior a 0.02 ppm, según la norma COVENIN 106 ni otras sustancias contaminantes. Era el segundo caso, en un solo año, de muertes de animales por el empleo descontrolado e ilegal de aflatoxinas.


Este segundo caso se presentó ante el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, demandandando a esta empresa por el delito de ponder en peligro la Salud Pública y cuya sentencia quedó publicada en internet bajo el Expediente  Nº 4.782-05, donde puede ser verificada con mayor amplitud la violación de las normas COVENIN de Venezuela. Sin embargo, este caso no tuvo la publicidad requerida para que se tomase conciencia del peligro existente para la ciudadanía.



Adjunto este link donde pueden ser verificadas la Norma COVENIN anteriormente mencionada.


Salta una pregunta de inmediato: ¿Por qué las normas “COVENIN” tendrán más fuerza que la “Ley de Salud Agrícola Integral”?, decretada y en vigencia desde  el año 2008, en la República Bolivariana de Venezuela, que establece en el Articulo 2. Párrafos 15. Fortalecer la seguridad nacional contra el uso de tecnologías biológicas y agentes patógenos a ser propagados con el fin deliberado de causar daño.

El peligro ante nuestros ojos


Muchos hemos alertado sobre la actividad criminal de agencias de EEUU y del Pentágono en la elaboración y fabricación de armas químicas y biológicas desde los años 40, con la finalidad de propiciar, tanto las muertes selectivas como el genocidio de pueblos enteros. En un programa de VTV abundé sobre estas operacionjes secretas, al igual que en varios art6ículos publicados en internet. Mas no he sido solo yo quien ha sentido tales sospechas. Jeremy Bigwood, periodista e investigador, desnudó el empleo de las micotoxinas como armas biológicas, como es el caso de la micotoxina T2, cuya inducción en los tejidos logra provocar cuadros cancerígenos sumamente agresivos. La misma es fabricada en el Comando de Material e Investigación Médica del Ejército (USAMRMC), la cual es una agencia de bio-defensa, al igual que el Instituto de investigaciones médicas en enfermedades infecciosas del Ejército (USAMRIID), en unión del  Instituto Nacional del Cáncer-Frederick y  sede del Campus de Biodefensa Nacional Interagencias, ubicados en Fort Detrick, en Maryland, Estados Unidos. 

En mi caso particular, considero que  las aflatoxinas fueron creadas y potenciadas en estos  laboratorios de los EEUU, como arma biológica, dirigida al daño de plantaciones, animales y seres humanos. 

A veces pienso que la humanidad no ve seriamente el peligro del empleo de usar las semillas trangénicas y cae sobre los gobiernos,  la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) la responsabilidad de no tomar serias acciones contra esta práctica, aún cuando existan bajas dósis de estas micotoxinas. La razón, sin lugar a dudas radica en la negligencia de las grandes transnacionales extranjeras, sobre todo de Estados Unidos y Europa, quienes supeditan la vida humana a la búsqueda de elevadas ganancias, en un sucio y criminal negocio con la salud humana.

Creo que países como Venezuela y otras naciones progresistas deben preparar Centros Especializados contra el Bioterrorismo, sobre todo en momentos como los que se están viviendo. Cuba ha acvumulado bastante experiencia al respecto, pues ha sido centro de los más virulentos ataques bioterroristas en las últimas décadas.


De tal forma, todo lo que coma el pueblo debe ser analizado con seriedad y siguiendo la legislación vigente. Todo alimento y materia prima para elaborarlo, proceda de donde proceda debe ser minuciosamente analizado. Nuestras fronteras también deben ser protegidas para evitar la entrada de agentes patógenos.

Si asumimos esa responsabilidad con la seriedad que merece, le cerramos una brecha a la CIA y a cualquiera de nuestros enemigos.

Percy Francisco Alvarado Godoy

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