La mañana del 8 de abril de 2003 las fuerzas del ejército de Estados
Unidos realizaban el asalto final para tomar la ciudad de Badgad. Horas
claves en las cuales atacaron entre otros blancos el Hotel Palestina
donde se encontraban alojados casi 200 corresponsales de la prensa
internacional. Murieron tres periodistas, entre ellos José Couso cámara
de Telecinco, de cuyo asesinato se cumple hoy una década. En prnoticias
hemos entrevistado a su hermano Javier Couso que ha coordinado las
acciones de la familia para exigir justicia. Hoy, diez años después el
proceso sigue abierto ‘y esa es la mejor noticia’, recuerda.
¿Cuál es la valoración que hacéis de los actos del décimo aniversario que realizasteis este fin de semana?
Comenzamos el sábado con una mesa de madres contra la impunidad,
donde estuvo Pilar Manjón, mi madre - Maribel Permuy-, Madres contra las
Drogas y también nos mandaron un mensaje las fundadoras de las Madres
de la Plaza de Mayo. Fue muy emotivo ver la entereza de estas madres,
pero nos quedamos horrorizados con los insultos y las amenazas que nos
reveló Pilar Manjón. Pese a ello destaco la dignidad que trasmiten estas
mujeres que tiene que superar el dolor para buscar la justica para sus
hijos.
Pero también presentasteis un libro
Si, luego por la tarde hicimos una concentración donde ocupamos la
Calle Serrano y pudimos disfrutar de música, de palabras, habló mi
madre, habló la mujer de José y periodistas que estuvieron con él el día
que lo mataron. Yo creo que fue un bonito broche. Terminamos el décimo
aniversario con la presentación de un libro sobre el conflicto de Irak y
el Derecho Internacional sobre el Caso Couso elaborado por juristas y
que creo que va a estar muy bien.
¿En qué punto se encuentra la investigación del Caso Couso coincidiendo con el décimo aniversario?
Yo creo que ha avanzado muchísimo, pero no gracias a los Gobiernos
españoles y menos al Fiscal General del Estado que pervirtiendo su
naturaleza se ha dedicado a defender a militares, que no son más que
presuntos criminales de guerra. La investigación ha avanzado gracias a
la orden que dio el Tribunal Supremo por dos veces, la última ordenando
hacer toda la instrucción y también ha avanzado gracias a la tenacidad
de un juez (Santiago Pedraz) que lo único que hace es cumplir su labor.
Pero tenéis dos frentes abiertos en estos momentos
El caso está abierto pero tenemos dos anomalías que estamos
intentando corregir. La primera es que Estados Unidos a través de su ex
Secretario del Tesoro se ha atrevido a cambiar los estatutos de Interpol
para que no acepte las órdenes del juez. Es decir, este señor, por
órdenes de Washington, ha dejado fuera de cobertura los crímenes de
guerra. Es la primera vez en la historia que no se cumple la orden de
un juez y contra eso estamos luchando. La segunda situación pendiente es
que nos falta tomar la declaración a la ex sargento de la inteligencia
militar Adrienne Kinne, que era la encargada de espiar a los
periodistas. Estas son las dos últimas actuaciones que se han pedido al
juez y que ya se están tramitando. Lo que debemos destacar es que la
investigación continúa abierta y que es el único procesamiento en el
mundo contra militares estadounidenses y al ser un delito de lesa
humanidad jamás prescribirá.
¿Qué te parece el apoyo de los medios en este décimo aniversario y durante todo este tiempo?
En nuestras convocatorias del aniversario han estaban todos los
medios y hemos salido en muchos sitios. No estoy insatisfecho. Diferente
es la situación de Estados Unidos donde solo tuvimos repercusión en el
Chicago Tribune. Los demás medios como CNN o CBS por ejemplo nos
dijeron que sus editores les señalaron que no podían hablar del caso.
¿Crees que el caso puede tener una pronta solución o que la situación sigue sin estar del todo clara?
Nosotros ya estamos muy satisfechos por lo que hemos logrado. Ellos
no han logrado detenernos, a pesar de sus intentos como lo hemos visto
en los papeles de Wikileaks. En Estados Unidos están muy preocupados
porque un país aliado de la OTAN mantenga abierto un caso por crímenes
de guerra. El gran triunfo de nuestra lucha, que ha sido dolorosísima,
ha sido que el caso no se ha podido cerrar y que toda la vida estos
tres procesados y dos imputados van a estar en el punto de mira de la
justicia española. Las Madres de la Plaza de Mayo han metido a la cárcel
a 85 genocidas por crímenes de lesa humanidad, 35 años después. Quién
sabe si nosotros logramos que el día de mañana estos señores puedan ser
apresados como Pinochet cuando salgan de Estados Unidos. Esas cinco
personas siempre van a tener sobre sus cabezas la daga del Derecho
Internacional y de la Justicia española.
Seguiremos Informando…
Tomado de http://www.prnoticias.com
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