La ex reportera de CNN, Amber Lyon, lo ha contado de manera
reiterada desde mediados de 2012: “CNN manipula y fabrica las noticias”
pero ha sido un poco difícil enterarse.
A fines de marzo, la periodista que cubrió para CNN la llamada
Primavera árabe en Bahrein, le dijo al principal sitio web eslovaco que
ese canal recibe dinero del gobierno de Estados Unidos, y también de
gobiernos de otros países, a cambio de determinados enfoques en las
noticias.
Según Amber, los principales medios estadounidenses trabajan
intencionadamente para crear propaganda en contra de Irán y obtener el
apoyo de la opinión pública para una invasión militar a ese país. Ella
agregó que el escenario utilizado antes de lanzar la guerra contra Irak
está siendo preparado para ser repetido en Irán y Siria que “son objeto
de constante demonización”.
En su trabajo en Bahrein en 2011, la periodista habló con
funcionarios del gobierno que justifican el encarcelamiento de
activistas, filmó a las fuerzas gubernamentales disparando contra
personas desarmadas y detenciones masivas de manifestantes pacíficos.
Pero el gobierno de Bahrein es amigo de Washington y CNN emitió el
reportaje de 13 minutos de Lyon que había costado 100 000 dólares, según
escribió Glen Greenwald en el diario británicoThe Guardian, sólo para
Estados Unidos, nunca en su canal internacional que es el medio de habla
inglesa más visto en Oriente Medio y el público objetivo para el que se
había producido. Por su desacuerdo con estos procederes, Amber Lyon fue
despedida de CNN en marzo de 2012.
El periodista norteamericano Michael Krieger dijo el año pasado que
la historia Amber Lyon “es sólo la última de una serie que expone la
censura generalizada tipo Joseph Goebbels en los principales medios
hoy”. Para Krieger esa es “precisamente la razón por la que sitios de
medios alternativos están despegando” frente al declive de medios como
The New York Times que “sólo regurgitan lo que el gobierno les dice”.
Poco después, únicamente la cadena de televisión Russia Today dio la
palabra a Lyon para decir que “el sensacionalismo, la publicidad y la
propaganda se utilizan para empujar a Estados Unidos a una guerra con
Irán”.
“Por mi parte, quiero vivir en un país con un poco de prensa real y
libre. No un brazo de propaganda de la CIA que pretende ser una fuente
confiable de noticias”, escribió Krieger a partir del caso Amber Lyon.
Ahora, sólo la agencia de noticias siria SANA reportó las
declaraciones de Amber Lyon de fines de marzo al sitio web eslovaco, lo
que hace sospechar que Michael Krieger lleva razón pero no sólo sobre
los medios de comunicación estadounidenses.
(Publicado en CubAhora)
Tomado de Tercera Información
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