El premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, fue espiado por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), entre 1961 y 1985, por motivos poco esclarecidos, según el diario “The Washington Post”.
Sin que se conozca exactamente por qué el FBI tomó interés en el
autor colombiano, García Márquez se suma a la lista de otros grandes
autores, como los estadounidense Ernest Hemingway y John Steinbeck,
entre otros, que fueron blanco de las operaciones de espionaje de la
agencia federal, a veces sin pruebas de actividades sospechosas.
FBI mantiene archivos secretos
El FBI aún mantiene bajo llave unas 133 páginas adicionales sobre el
escritor, conocido afectuosamente como “Gabo”, pero los archivos que
divulgó al diario no dan indicio alguno de que la agencia haya abierto
jamás una investigación criminal en su contra, según el Washington Post.
El FBI mantuvo un archivo de García Márquez durante 24 años, aún cuando el autor de “Cien años de soledad”
desarrolló una estrecha relación con líderes mundiales y obtuvo el
premio Nobel de Literatura (1982) por sus novelas y cuentos que,
recurriendo al “realismo mágico”, reflejaban la realidad de América Latina.
Errores y burlas
Pero, al adentrarse en el mundo literario, el FBI erróneamente
archivó los datos de inteligencia que acumuló sobre el escritor bajo el
nombre de “José García Márquez”, indicó el diario. El nombre completo
del autor era Gabriel José de la Concordia García Márquez.
En una ocasión, cuando un funcionario del FBI pidió actualizar fotos
del escritor y periodista, los agentes “simplemente copiaron la funda de
una de las novelas de mayor venta de García Márquez y la pegaron en
archivo con el sello de ‘secreto’”.
Según los documentos, los agentes del FBI se burlaban de su limitado
inglés, y buena parte del archivo contiene los artículos que éste
escribió para publicaciones como la revista “Time”, el diario “The New
York Times” y otras en español.
En un artículo publicado por Newsday en 1982, que trataba sobre la
entrega del premio Nobel a García Márquez, un agente subrayó una frase
que lo describía como “un amigo cercano de Fidel Castro”, que entonces gobernaba en Cuba.
Su familia, a oscuras
En declaraciones al Washington Post, el hijo mayor de García Márquez, Rodrigo García, dijo que su familia jamás sospechó que el FBI espiaba a su padre.
Sin embargo, García, productor de cine y televisión en Los Angeles
(California), recordó que su padre, en más de una ocasión comentó que,
en 1960 o 1961, de camino a casa al concluir su jornada laboral, fue
seguido a pie “por dos hombres que parecían comunicarse a través de
silbidos”.
Irónicamente, García Márquez fue despedido por Prensa Latina
en cuestión de meses porque no se le consideraba lo suficientemente
“radical”, explicó su hijo, quien aseguró que el autor nunca perteneció a
ninguna organización política.
“No era un miembro del Partido Comunista…había publicado algunos
artículos sobre sus viajes a países socialistas que contenían reseñas
mixtas. Así es que no se le consideraba un verdadero comunista, y perdió
su trabajo”, dijo García.
Un ícono cultural
Considerado un ícono de la literatura universal, el autor de otros clásicos como “El amor en los tiempos del cólera”, “El otoño del patriarca”, y “El coronel no tiene quien le escriba”, García Márquez entabló amistad con dignatarios mundiales, incluyendo al presidente de Estados Unidos, Bill Clinton (1993-2001), a quien visitó en varias ocasiones en la Casa Blanca.
García Márquez, el creador del fantástico terreno llamado “Macondo”,
falleció a los 87 años de edad, el 17 de abril de 2014, en Ciudad de
México.
María Peña
http://www.laraza.com
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