Miembros del consulado de Estados Unidos en Sao Paulo
visitaban con frecuencia los centros de reclusión clandestina en la
época de la dictadura brasileña, según uno de los cerca de un millón de
documentos desclasificados del Departamento de Orden Político y Social
de Sao Paulo (Deops).
El titular de la Comisión de la Verdad de Sao Paulo, Adriano Diogo,
aseguró que el libre acceso a esa información ordenado por la mandataria
brasileña, Dilma Rousseff, permitirá “sensibilizar al público” sobre la
dictadura (1964-1985).
“Esos documentos —precisó— nos permitirán vincularlos con otras
informaciones y ver hasta dónde llegó la relación de Estados Unidos con
la represión”, cita ANSA.
Al respecto, el expreso político Ricardo Zarattini declaró la semana
pasada que fue torturado por un norteamericano, y aseguró que existió
una fluida relación entre diplomáticos norteamericanos y la represión,
lo cual está registrado, aseguró, en textos que muestran las frecuentes
visitas de Claris Haliwell, funcionario del consulado estadounidense a
la sede del Deops, una de las columnas vertebrales del sistema represivo
montado durante el periodo 1964-1985.
La agencia ABR informa que el archivo electrónico equivale a cerca de
un millón de páginas de documentación, que fueron digitalizadas tras un
trabajo conjunto entre la Asociación de Amigos del Archivo Público de
Sao Paulo y el proyecto Marcas de la Memoria de la Comisión de Amnistía,
vinculado al Ministerio de Justicia.
Entre los textos
que podrán consultarse se encuentran la vigilancia del Deops a
personalidades tildadas por la dictadura de “potencialmente peligrosas”,
entre las que se encuentran el Che, el cantante Chico Buarque, el Papa
Juan Pablo II, el futbolista Pelé y otros.
Contrainjerencia
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