Charles Geneviève Louis Auguste André Thimothée d'Éon de Beaumont
(1728 Tonnerre, Francia - 1810 Londres, Reino Unido) fue un misterioso
diplomático, espía y militar francés. Es conocido por el enigma de su
verdadero sexo, pues durante toda su vida hizo uso de ambos. Se especuló
con su tendencia sexual y se aseguró que podía ser hermafrodita. Ya
desde su infancia comenzó el mito, dado que dentro de su extenso nombre
hay nomenclaturas tanto masculinas como femeninas.
De origen noble, es generalmente llamado como Chevalier d'Éon o Mademoiselle Beaumont,
según el sexo que mostrase. Excelente estudiante y un maestro en
esgrima, las fuentes recogen que durante su etapa estudiantil mostró
"apatía" hacia las mujeres. Iniciándose como uno de los abogados más
brillantes de Francia, pronto entró al servicio del rey Luis XV,
encargándose de misiones de inteligencia. Así se incorporó al espionaje
francés.
Físicamente no desarrolló barba y tenía elementos femeninos como una voz suave y ligera,
además de una figura fina y redondeada poco común entre los hombres.
Estas singularidades físicas pronto le ayudaron en sus misiones.
En 1756 se le envía a Rusia para establecer relaciones con la zarina
Isabel Petrovna. Entrará en contacto con ella haciéndose pasar por una
cortesana llamada Lía de Beaumont adscrita a la embajada francesa. Aunque la documentación avalaba esta identidad, pronto comenzaron a surgir rumores.
Posteriormente realiza más misiones encargadas por Luis XV en otros
lugares de Europa. A veces se hace pasar por hombre y otras por mujer.
También es prolífica su carrera militar. El Caballero d'Éon luchará en
la Guerra de los Siete Años (1756-1763), donde será herido. Finalmente
se le reconocerá su heroísmo en combate con la Cruz de San Luis.
En 1762 es enviado a la embajada francesa en Londres como secretario.
Allí aparece alternativa y públicamente como hombre o mujer. Esto
acrecenta los rumores y dudas sobre su verdadero sexo. De hecho, los
londinenses realizan apuestas sobre ello, llegando a sumar un total de
300,000 libras. Durante su estancia en la capital británica conoce al
popular Giacomo Casanova, conocido por sus innumerables escarceos
amorosos pero en realidad un diplomático y espía veneciano. Casanova
llega a afirmar rotundamente que se trata de una mujer.
Ya en 1774 recibe en Londres a un emisario del monarca, el dramaturgo Beaumarchais (autor de la conocida ópera "Las bodas de Fígaro").
Trae orden del rey de confesar su auténtico sexo. Ello es debido a que
Beaumont tenía en su poder correspondencia entre Luis XV y su
"favorita", Jeanne Bécu, alías Madame du Barry. Las cartas son
recuperadas, pero el enfado del rey le obliga a declarar que su
auténtico sexo es el femenino, siendo así constatado por algunos
médicos, y a prohibirse su entrada en Francia si no iba vestida de
mujer. Las apuestas cesaron en este momento.
Así pues, se retira del servicio activo a los 46 años. Establece su
vivienda en Londres, siendo conocida como Mademoiselle d'Éon. Sin
embargo, ese mismo año muere Luis XV. Su hijo, Luis XVI, accede
inmediatamente al trono. Tras esperar unos años, en 1777 acude al
Palacio de Versalles con el uniforme de Capitán y su medalla. Suplica la
reintegración al servicio, pero ni el nuevo rey ni sus ministros se lo
permiten. Tampoco se accede a restituir el uso de su personalidad masculina. Se desconoce el motivo.
Posteriormente exiliado en su municipio natal hasta, en 1783 el rey
le permite volver a París. Ya en 1785, logra obtener el pasaporte para
vivir en Londres como una aristócrata retirada. Ni la llegada de la
Revolución Francesa en 1789, ni la ejecución en la guillotina de Luis
XVI en 1792 cambian su situación.
Morirá en la capital inglesa a los 81 años. Tras su fallecimiento,
los médicos examinaron su cuerpo, descubriendo que efectivamente se
trataba de un hombre. Numerosos testigos lo certificaron, despejando
finalmente el enigma de la sexualidad de Charles de Beaumont.
Poco podemos asegurar sobre su auténtica sexualidad. Se le ha
relacionado con el inicio del fetichismo. Su biografía es la mejor
fuente de información, ya que habla por si misma. Las conclusiones son
evidentes, estamos ante una persona que no tuvo miedo a travestismo, y
aunque no dejó clara su orientación, es seguro que vivió siguiendo su
propia identidad sexual.
José Luis Villalobos
Tomado de http://www.cascaraamarga.es
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