La congresista norteamericana Ileana Ros-Lehtinen
Más histérica que habitualmente, la congresista norteamericana
Ileana Ros-Lehtinen lanzó otra de sus grotescas andanadas contra Cuba.
Reafirmó su probada esquizofrenia política al dirigirse en términos
muy fuertes a un poderoso magnate azucarero procedente de la isla y
hace mucho establecido en Estados Unidos, Alfonso Fanjul.
¿Motivo de tal conmoción nerviosa? Según el Nuevo Herald de este martes, que Fanjul “estaría considerando” invertir en Cuba.
Según la legisladora, cuando en esa nación “activistas por la
democracia” encaran represalias más violentas por parte del brutal
régimen cubano.
Vale recordar que esa campaña fue montada por Washington para
estropear la reciente muy exitosa Segunda Cumbre de la Comunidad de
Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Agrega que este multimillonario empresario cubanoamericano se siente
inspirado a pisotear las espaldas de los activistas dando a los
“bandoleros comunistas” más dinero para reprimir.
Ros-Lehtinen continúa: la única cosa que se interpone en el camino de
Alfy (Fanjul) para hacer negocios mezquinos con el Diablo “es la ley
estadounidense”.
¿Qué ley? La del bloqueo desaprobado desde 1992 con voto ascendente,
por la casi totalidad, entre otros muchos, de la Asamblea General de la
ONU y hace apenas una semana, por 29 jefes de Estado, más cancilleres y
otros altos funcionarios de la CELAC.
Unos 700 periodistas de numerosos países cubrieron esa actividad y el
balance que arrojaron está muy lejos de la imagen vendida por Ileana e,
incluso, hasta Ban Ki-moon valoró de “histórico” lo sucedido.
Más adelante, la republicana Lehtinen señaló: “Mientras Alfy amasaba
sus futuras ganancias con el Ministro de Relaciones Exteriores de
Castro, el mes pasado “había más de un millar de arrestos políticos”.
¿De qué se trata Alfy? Es sobre la gente que anhela libertad y no
“sobre un magnate que se forra los bolsillos a expensas de ellos”.
Pero sobresale el escandaloso coro de voces que desde Miami ha
despotricado contra la Segunda Cumbre de la CELAC, en La Habana, porque
el 99 por ciento de sus mandatarios ni siquiera guiñó un ojo a los
“disidentes” locales.
Y, mientras Ileana Ros-Lehtinen gruñe sus nuevas frustraciones,
adelanto de las que vienen, The Washington Post divulgó un interesante
artículo que gira sobre el tema Fanjul.
Empieza diciendo que a sus 76 años comienza a valorar a Cuba como un
lugar donde él y otros hombres de negocios de Estados Unidos “podrían
expandir sus negocios”.
La publicación añade que “en silencio, sin fanfarria”, el magnate ha
comenzado a visitar la isla y tener intercambios con funcionarios
cubanos.
“Tenemos la esperanza de que un día Estados Unidos y Cuba encuentren
la forma de que toda la comunidad cubana pueda vivir y trabajar junta”.
The Washington Post dijo al respecto que esto acontece mientras hay
signos de que una parte importante de los jóvenes cubanoamericanos,
particularmente los nacidos allá, “se alejan de las visiones de línea
dura de sus padres y abuelos.
Además puntualizó que gestos de figuras como Fanjul mostrarían una
evolución en esa dirección, también, entre exiliados “más
atrincherados”.
Es de suponer que la congresista Ileana Ros-Lehtinen no solo lea El
Nuevo Herald y le dedique tiempo a The Washington Post, donde podrá
ampliar sus criterios respecto a quien ella denomina Alfy.
Escrito por
Nicanor León Cotayo
Tomado de CubaSí
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