Ya comienzan a
parecer en las redes sociales informaciones que vinculan a la CIA con este
hecho, dados sus estrechos vínculos, ya públicos, con el Estado Islámico y
otros grupos terroristas que operan en la región. (...) De acuerdo a supuestos
informes de inteligencia fue descubierta una base de operaciones de la CIA en
la capital de Yemen, Saná, dotada de radares altamente sofisticados y cuyo fin
se desconoce hasta el momento. Hay quienes especulas que estos radares y otros
elementos de comunicaciones pudieran alterar en aviones en vuelo las
informaciones sobre altitud y la ruta a seguir.
Medios de
Inteligencia de diversos países, sobre todo el SVR ruso, destacan que el
presidente de la Comisión de Investigación de la Federación Rusa (ICRF),
Alexander Bastrykin, ha abierto un caso criminal para proceder, en virtud del
artículo 263, parte 3, del artículo 238, del el Código Penal, contra los
terroristas del Estado Islámico como consecuencia del derribo del avión ruso en
el Sinaí.
Todo parece indicar,
según las fuentes, que Bastrykin comunicó estas órdenes al Consejo de la
Federación de Seguridad (FSC) presentes en El Cairo, donde se está reuniendo
con varios funcionarios internacionales interesados en el caso como son las
propias autoridades egipcias.
Hasta el momento van
tomando prioridad las insinuaciones sobre el derribo del vuelo 7K9268 mediante
un atentado –bien usando un misil Starburts o mediante la colocación de una
bomba en su interior-, a la par que Rusia, al menos públicamente, no ha hecho una
declaración conclusiva al respecto.
Estas especulaciones
se reafirman luego de que funcionarios norteamericanos han reconocido que sus
satélites detectaron un destello de calor en el momento preciso en que el
Airbus A321 fue destruido. También fuentes anónimas de la inteligencia
filtraron a CNN la posibilidad del empleo de una bomba para derribar el avión
ruso, aunque dicha fuente acotó que no se ha llegado a una conclusión final al
respecto. Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby,
declinó hacer comentarios al respecto.
Lo cierto es que el
Departamento de Estado había instruido a sus empleados y funcionarios no viajar
al Sinaí hace apenas unos días.
Ya comienzan a
parecer en las redes sociales informaciones que vinculan a la CIA con este
hecho, dados sus estrechos vínculos, ya públicos, con el Estado Islámico y
otros grupos terroristas que operan en la región. Un hecho sospechoso lo fue
que, previamente desde el 9 de septiembre por parte de NOTAM, se circuló una
advertencia a los aviones británicos y de EEUU de no volar en esa zona por
debajo de los 25,000 pies de altura, en el primer caso, y sobre los 26,000 pies
en el segundo caso. El servicio norteamericano NOTAM se basó en un informe
recibido por la CIA desde Yemen. Esta información fue corroborada por el diario
inglés Daily Mail, el cual aseguró que “pilotos británicos fueron advertidos
hace tres meses de no volar en un nivel bajo en el espacio aéreo egipcio en el
norte del Sinaí debido a la amenaza de armamento anti-aéreo por parte de
terroristas del Daesh.”
El aviso de
advertencia del NOTAM fue emitido el 9 de septiembre, a las 8.50 am, y
permanecerá en vigor hasta el 12 de diciembre. (2)
De acuerdo a supuestos
informes de inteligencia fue descubierta una base de operaciones de la CIA en
la capital de Yemen, Saná, dotada de radares altamente sofisticados y cuyo fin
se desconoce hasta el momento. Hay quienes especulas que estos radares y otros
elementos de comunicaciones pudieran alterar en aviones en vuelo las
informaciones sobre altitud y la ruta a seguir.
Paralelamente al descubrimiento
de esta base de la CIA, se ha especulado sobre la pertenencia a la CIA de dos
ciudadanos norteamericanos que actuaban como supuestos contratistas de la ONU,
hecho que fue negado por este organismo internacional. (3)
Aún permanecen sobre
el tapete las especulaciones, aunque la verdad está a punto de salir a flote.
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