El presidente turco, Recep Erdogan y su hijo Bilal |
Fuentes de
inteligencia especulan hoy que el presidente Putin ha autorizado una serie de
acciones como represalia contra el gobierno turco de Recep Erdogan, a causa de
sus vínculos directos con el derribo del Sukhoi Su-24M el 24 de noviembre
pasado en Siria, articuladas para dañar al mismo y sin afectar a dicha nación
de manera directa.
Rusia tiene la
certeza ya de que esta acción fue planificada de forma deliberada por varios
estamentos dentro del gobierno turco, vinculados al Estado Islámico, y por la
CIA. Una de estas personas es el hijo de Erdogan, Bilal. Estos elementos
participan en un esquema que hace recordar el Irangate, en este caso un esquema
de petróleo a cambio de armas.
Bilal Erdogan ha dirigido este esquema que ha producido al Estado Islámico cuantiosas y millonarias cifras a cambio del petróleo extraído en las regiones controladas por este grupo terrorista. Quien vende las armas a los terroristas es la Organización Nacional de Inteligencia de Turquía (MIT), lo que fue documentado por dos periodistas turcos acusados de espionaje, entre ellos el editor jefe del periódico turco Cumhuriyet, cuyo arresto informamos hoy en este blog.
El golpe de las Fuerzas Aeroespaciales rusas contra los camiones
cisternas que transportaban el petróleo extraído de Siria por el Estado
Islámico -1,000 de los cuales habían sido eliminados una semana antes del
derribo del Su-24M-, fueron la causa de la decisión de Bilal Erdogan, el MIT y
la CIA para provocar el artero derribamiento del avión ruso. Fueron ellos los que
presionaron al premier turco Ahmet
Davutoglu a dar la orden personal para el derribo, hecho ya premeditado por los
conspiradores.
Hasta el momento las explicaciones turcas sobre el incidente son imprecisas y llenas de falacias, sobre todo con respecto a una supuesta violación del espacio aéreo turco por parte del avión ruso y sobre las inventadas advertencias hechas al mismo. No existe hasta el momento una prueba sostenible al respecto. El propio gobierno turco se ha negado a hacer públicas las grabaciones hechas al avión ruso por parte de controladores aéreos militares de ese país. ¿Por qué ese secreto?
Varias son las medidas adoptadas por Rusia para proteger a sus aviones y
algunas de ellas tienen carácter disuasivo. Tal es el caso de la presencia del
crucero Moskva y la instalación de complejos misilísticos S-400 Triump, los
cuales han logrado el propósito de hacer que Turquía retire a sus aviones del
espacio aéreo sirio. Con ello se logra el propósito de advertir que Rusia
derribará o atacará cualquier objetivo que pueda resultar una amenaza real para
sus fuerzas aéreas.
Turquía ha aumentado las tensiones en la región al desplazar por
ferrocarril a la zona de Gaziantep, en la frontera con Siria, más de una
veintena de tanques, así como ha incrementado en 18 aviones más a sus fuerza
aérea de patrulla en dicha área.
Todo ello ha llevado a Rusia a trazar otras acciones de mayor envergadura
dirigidas a afectar directamente al gobierno turco, tales como el recorte de
los intercambios comerciales con Turquía, la restricción de ciertos proyectos
de alto precio para Turquía como lo es la central nuclear que Rusia construye
allí y el gaseoducto sur, entre otros. Al respecto, el ministro de Economía,
Alexei Ulyukayev dijo que Moscú podría poner límites a los vuelos desde y hacia
Turquía, poner alto a una zona conjunta de libre comercio, y restringir los
proyectos de alto perfil, incluyendo el gasoducto TurkStream y una planta de
energía nuclear de $ 20 mil millones que Rusia está construyendo en Turquía.
Rusia devenido en el tercer principal en Turquía está dispuesta a
sustituir el mercado turco por productos israelíes e iraníes, con lo que
golpearía seriamente a la economía turca.
También Rusia podría revertir su posición sobre exención de visado entre
ambas naciones, prevista para el primero de enero de 2016.
Dentro de estas medidas de tipo económico, se distingue la postura rusa
de enviar a sus fuerzas especiales, Spetsnaz, en el territorio sirio kurdo para
ayudar a los combatientes kurdos en sus enfrentamientos contra terroristas del
Estado Islámico, lo que colocaría a Erdogan en un serio problema, ya que de los
más de 300 ataques que Turquía dice haber realizado contra terroristas solo
tres han sido contra el ISIS mientras el resto ha sido contra los combatientes
kurdos.
En este escenario, salvo las bravatas hechas por Erdogan sobre si un avión turco fuera derribado por baterías S-400 sería considerado un acto de hostilidad, cabe señalar que Turquía se encuentra en un verdadero atolladero del que le resulta difícil salir, más cuando la acción cometida contra el avión ruso es seriamente cuestionada hasta por sus tradicionales aliado que no creen sus invenciones ni justificaciones al respecto.
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