Más de 500 yihadistas
reciben atención médica en el Ziv Medical Centre de Israel, para que se enteren
quienes financian y le entregan armas a esa pandilla de criminales. El mismo
gobierno que masacra a los palestinos, financia a los yihadistas. Israel ha tratado a
1,300 sirios que han sido heridos en la guerra, 533 de ellos en el hospital
Ziv. El hospital utiliza
métodos elaborados para transferir en secreto a los pacientes dentro y fuera de
Siria.
Varios periodistas
que participaban en un viaje de prensa la semana pasada, organizado por el Australia/Israel
and Jewish Affairs Council (AIJAC), visitaron el Ziv Medical Centre, en
Zefat (norte de Israel). Este hospital (ver foto) cuenta con un servicio
especializado en traumatología de guerra y colabora oficialmente con las
fuerzas armadas de Israel. En ese marco, dicho centro está prestando atención
médica a «refugiados» "sirios".
Mientras el resto del grupo de periodistas –el redactor jefe adjunto del Daily Telegraph, Ben English; el periodista de Seven News, Alex Hart; el reportero político de Sky News, David Lipson; el redactor jefe de la Australian Financial Review, Aaron Patrick; el jefe de la sección de política del Sydney Morning Herald y de The Age, Bevan Shields– seguía a los organizadores, una célebre periodista de News Corp, Sharri Markson, trabó conversación con algunos pacientes para recoger sus testimonios.
La periodista pudo
así verificar que más de 500 de esos pacientes son miembros de al-Qaeda heridos
en combate en suelo sirio.
Varios oficiales de seguridad intervinieron para interrumpir a la periodista cuando esta anotaba detalles sobre la manera como estos yihadistas son trasladados a Israel para recibir atención médica y como son enviados posteriormente a proseguir la yihad en Siria. Sharri Markson, periodista senior de News Corp. ha dicho, según reportó The Guardian Alhadeff Australia, que las fuerzas de seguridad en Israel la detuvieron brevemente durante la gira de prensa después de que ella recogió los datos personales de los combatientes sirios heridos que están siendo tratados en secreto en el referido hospital. Los funcionarios de seguridad exigieron que entregara su pasaporte, teléfono móvil y notas.
Sharri Markson, periodista en el de Australia, fue llevado a un lado por la seguridad de Israel durante su visita a un hospital. Fotografía: Eva Rinaldi |
Esta no es la primera
vez Markson, la hija del agente celebridad Max Markson, ha participado en una
visita al hospital controvertido. En 2005 los informes, aseguró una entrevista
con una víctima de los atentados de Londres mediante la introducción de la sala
del hospital que parece trastornado y llevando un ramo de flores. El incidente
fue posteriormente cubierto por el programa Media Watch de la ABC.
Markson también según
informes rebuscó entre los contenedores de Cosmo publicación rival cuando estaba editando la revista Cleo.
En septiembre de 2014, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu había
sido fotografiado en ese mismo hospital mientras visitaba y felicitaba a los
yihadistas de al-Qaeda.
En aquel momento, los
yihadistas acababan de secuestrar a los cascos azules de la ONU –provenientes
de Filipinas y de las islas Fidji–, encargados de vigilar la línea de
demarcación en el Golán ocupado por Israel. Durante las negociaciones sobre la
liberación de los cascos azules, la ONU pagó a Al Qaeda un rescate cuyo monto fue transferido a una
cuenta bancaria sin que aquello diese lugar a la apertura de una investigación
para identificar al titular de la cuenta.
En definitiva, los cascos azules acabaron retirándose de la línea de demarcación. El resultado es que quienes separan actualmente a los ejércitos de Israel y de Siria en el Golán no son las fuerzas de la ONU, sino los yihadistas de Al Qaeda, mercenarios al servicio del sionismo
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