En un discurso el día
de hoy, dirigido a los comandantes militares de la Federación Rusa, en el
Centro de Defensa Nacional de Control de la sede del gobierno en tiempos de
guerra en Moscú, el presidente Putin declaró que las Fuerzas del Estado
islámico están en el "borde de la derrota total", en acciones reales
contra los mismos, deshaciendo la quimera de los aliados de la OTAN y de EEUU
de que estaban ciertamente luchando contra los estos.
Paralelamente, el
ministerio de defensa ruso (MOD), informó que las Fuerzas Aeroespaciales rusas han
destruido en las últimas 48 horas 472 objetivos terroristas, a la par que en los
últimos 5 días han arrasado 1,000 objetivos de su actividad petrolera –una de
sus fuentes de financiamiento–, así como cerca de 3,000 ataques misilísticos
contra sus fuerzas, lo cual ha sido confirmado por la agencia de noticias
iraquí al-Nakhil. Mohammad Ali al-Hakim, de la agencia de noticias iraquí
al-Nakhil, dijo al respecto: "En la
actualidad, el ISIS sólo se cuenta con 34 bases en Mosul, Raqqa, etc., de las
numerosas que poseía. (…) El fin del ISIS está cerca."
El MOD destaca que
uno de los factores del éxito ha sido la incorporación a las acciones contra el
ISIS del portaaviones francés Charles de Gaulle, en plena coordinación con las
fuerzas aeroespaciales rusas, resultado de la decisión francesa de unirse a
Rusia –fuera de la coalición de la OTAN– en las hostilidades contra los grupos terroristas.
A este esfuerzo real
y efectivo se ha sumado China, la que ha desplegado cerca de 3, 000 marines en
Siria para enfrentar al ISIS.
Estos movimientos han
despertado intranquilidad en Washington, que ha enviado su portaaviones USS
Harry S. Truman apresuradamente –y antes de lo previsto– a la escena del
conflicto.
No se sabe a ciencia
cierta si EEUU va a intervenir para proteger a sus aliados del Estado Islámico
contra derrota total por parte de Rusia, Francia, China, Irán, Irak y Siria,
colocando al mundo al borde de una Tercera Guerra Mundial. Lo cierto, sin
embargo, es que los EEUU han lanzado una fuerte campaña desinformativa sobre
los logros de estos ataques, atribuyéndose algunos de ellos, minimizando su
impacto e incitando a condenar a Rusia por inexistentes víctimas civiles en sus
ataques. Para ello cuenta con el poderoso tinglado de los monopolios de la
información.
EEUU mantiene el
apoyo a Turquía, la que se ha involucrado con el ISIS de tal manera que ofreció
pasaportes y libre tránsito a dichos terroristas en su territorio, tal como
reportó Live Leak. Con estos pasaportes muchos terroristas se están moviendo
impunemente hacia los EEUU y Europa.
Igualmente, según la
revista estadounidense Newsweek, Turquía estaba permitiendo a camiones del
ISIS, procedentes de Raqqa, cruzar la frontera, a través de Turquía en ambos
sentidos, para atacar a los kurdos sirios en la ciudad de Serekaniye, en el
norte de Siria, además de brindarles casas de seguridad. Asimismo se denunció
que desde septiembre del 2014 el príncipe saudí Bandar bin Sultan tenía envíos
de armas financiadas a ISIS a través de Turquía, así como una operación
logística clandestina en Alemania entregó las armas en el aeropuerto Esenboga,
en Turquía, la que fue dividida en tres contenedores, dos de los cuales fueron
enviados a ISIS. Tal fue el escándalo que la vicepresidente del Parlamento
alemán, Claudia Roth, mostró su sorpresa ante estas operaciones clandestinas,
tal como lo recogió el sitio de Rudaw.net por esa fecha.
Tal ha sido la
impunidad con la que han actuado los aliados de EEUU que, en su testimonio ante
el Comité de Servicios Armados del Senado estadounidense para septiembre de
2014, el general Martin Dempsey, entonces jefe del Estado Mayor Conjunto de
Estados Unidos, cuando fue interpelado por el senador Lindsay Graham sobre si
sabía de "cualquier aliado árabe
importante ligado al ISIS", este no pudo ocultar la verdad al declarar:
"Sé que los principales aliados árabes que los financian incluyen
Arabia Saudita, Qatar, Los Emiratos Árabes Unidos, y Kuwait en particular, todos
los cuales, durante los últimos cuatro años por lo menos, han canalizado miles
de millones de dólares en gran parte a ISIS”.
Como resultado de la engañifa
del Pentágono y la CIA al propio gobierno de Obama, al Congreso y a sus
ciudadanos, el Inspector General del Pentágono abrió una investigación para
analizar un número masivo de mensajes de correo electrónico de comando central
de Estados Unidos y el contenido de las computadoras militares, en un esfuerzo
para descubrir hasta dónde llega esta conspiración de mentiras.
Todo esto demuestra
que sectores ultraconservadores anquilosados en las élites de poder siguen
apostando por una catástrofe mundial a costa de hacer primar sus voluntades
políticas. Obama, mientras tanto, está prisioneros de sus propios socios.
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