Hay que ser un gran inculto
de nuestra historia cubana para poner en el mismo lugar o tan siquiera
realizar comparaciones de Posada Carriles con Antonio Maceo. Sin
embargo, hay ciertos personajes que tras el velo de su “lucha
anticastrista” se les permite de todo. El caso que motivó estas palabras
es el de Gualdo Hidalgo, cuyo currículo lo anuncia como: ” Gualdo
Hidalgo nació en Bayamo, Cuba. Emigró a los EE.UU. en 1990 como
ex-prisionero político cubano. Graduado de la Escuela Nacional de Radio y
Televisión de anuncios como guionista en el Instituto Cubano de Radio y
TV. Gualdo Hidalgo ha enseñado Filosofía, Ciencias Políticas, Lengua y
Literatura Española y su perfil aparece en libros publicados en Londres y
Nueva York por la Universidad de Georgetown, la Universidad de Harvard y
Freedom House”.
Coño, que filosofía la de este señor que dice que la disidencia pacífica de Cuba no resolverá “el problema de Cuba” sino que hay que darle al gobierno “el empujoncito final” ¿Pero en qué consiste este empujoncito? Pues en una rebelión a la antigua usanza del Escambray. Nunca seré partidario de la violencia y me llama la atención ver estos comunicados publicados en medios de prensa llamando a la violencia y el levantamiento contra Cuba.
Si no fuera por el derroche de acusaciones y de mentiras me reiría de esta carta o mensaje. Pero ojo, los fundamentalistas no son solo los terrorista que combate USA. Personajes como este son tan o más peligroso que aquellos por su lenguaje y su incitación a la violencia y por el odio que profesan a nuetro gobierno.
Lo mas triste de esta historia es que a
pesar de estas palabras, Gualdo seguirá siendo “un ejemplo de la lucha
por la libertad de Cuba”. Después en Miami dicen que la lucha es
pacífica y que los 5 cubanos no tenían motivos para estar allí.
Para que no me acusen de ser un
exagerado les dejo la carta para que hagan sus reflexiones y vean de que
clase de señores está compuesto el “duro exilio de Miami” .
Texto del mensaje
CANDELA AL JARRO HASTA QUE SUELTE EL FONDO: LA SOLUCIÓN CUBANA*
Por Gualdo Hidalgo. Ex preso politico cubano.
Del Generalísimo Antonio Maceo a Luis Posada Carriles, el espíritu
del mensaje es el mismo: Mendigar derechos es propio de cobardes. La
libertad se conquista con el filo del machete. Tras una vida de entrega a
la lucha anticastrista, muchos veteranos luchadores del exilio se
sienten desilusionados, precisamente cuando el momento del combate final
ha llegado.
La mal llamada Revolución cubana no aguanta más. Fidel Castro y su
maquinaria de terror es como un borracho deambulando zigzagueante por
las calles de toda Cuba: un borracho que se cae, que se cae…pero que no
se cae. Se requiere del empujoncito final.
Los regímenes dictatoriales no se caen por inercia. En estos
momentos, la dictadura cubana es una fruta madura, a punto de caer, pero
se precisa darle con el palo. Para los luchadores por la libertad de
Cuba, es el momento de prender la chispa que encienda la llama.
La lucha histórica del exilio contra el castrismo ha estado
desfasada. Durante años, se enviaron comandos para crear focos
insurreccionales en momentos en que Fidel Castro estaba en condiciones
de movilizar a cientos de miles de campesinos milicianos para
perseguirlos y capturarlos.
Fidel Castro ha perdido todo ese apoyo, y todos aquellos millares de
campesinos –tras medio siglo de haber sido explotados y esquimaldos-
están mejor dispuestos a perseguirlo a él, al tirano miserable que les
ha robado sus vidas.
A Ernesto Che Guevara le fascinaba hablar del poder “catalizador” de
la guerrilla, y de la necesidad de crear el “terror revolucionario” para
que el pueblo – colocado entre dos fuegos- se viera obligado a
rebelarse.
La técnica les funcionó de maravilla. Recuerdo de niño el ver llegar
incesantemente a la guerrilla a hombres escapados de la ciudad, sin más
opciones que unirse a Fidel Castro o ser eliminados en las ciudades tras
producirse un sabotaje o el ajusticiamiento de un jerarca de Fulgencio
Batista.
La historia es la misma, y ese poder “catalizador” del que hablaba el
Che Guevara, sigue siendo válido en las presentes circunstancias.
La disidencia no liberará a Cuba. El que las personas disientan, el
que no estén de acuerdo con él, nunca le ha preocupado en lo más mínimo a
Fidel Castro. Jamás la dictadura cubana caerá por el simple hecho de
que grupos de individuos expresen su disconformidad.
Para el tirano sádico que no entiende otro lenguaje que el estampido
de un disparo silbándole en la oreja, un disidente es una ovejita – de
entre once millones de corderos- que al momento de ser violada,
encarcelada o asesinada le expresará cortésmente al lobo castrista que
discrepa de él.
Los hermanos Castro mantienen un juego oportunista con la disidencia,
y se benefician de ella. Al punto de que algunos disidentes y blogueros
son en realidad agentes de la Seguridad del Estado. Aunque la
disidencia es un movimiento legítimo de oposición contra el régimen, y
merece todo el respeto y apoyo, la gigantesca maquinaria opresiva cubana
no se siente amenazada, e incluso, la utiliza con fines
propagandísticos para dar una imagen de que en Cuba se permiten espacios
de oposición, y de aquí que haya permitido a legítimos disidentes el
viajar al exterior.
Dado que el modelo europeo de la disidencia no conducirá a la
liberación, urge romper las reglas del juego impuestas por los Castro.
El que a hierro mata a hierro muere.
Reivindicamos la legitimidad de titanes por la libertad de Cuba como
el glorioso dirigente estudiantil Jose Antonio Echeverría, caído en
combate cuando trataba de “ajusticiar a la fiera en su propia
madriguera”, y la tea incendiaria del Generalísimo Máximo Gómez y demás
héroes mambises.
Durante mi viaje a Cuba en 2012, cuando me vi obligado a tomar el
Arzobispado de Holguín para que me permitieran regresar a Estados Unidos
(Ver el enlace) http://partidorepublicanodecuba.org/archives/8499
decidí hospedarme en Trinidad para poder contemplar Tope de Collantes y
El Escambray. Los taxistas eran ex oficiales del Minint que se venden
por un dólar. Del Escambray salí convencido de la factibilidad y
urgencia de reiniciar la lucha frontal contra el castrismo.
Como consecuencia de haberle comunicado mis ideas a un periodista de
Radio Martí (en realidad, un agente de la Seguridad del Estado), en mi
siguiente viaje a La Habana desde Panamá, las autoridades cubanas no me
permitieron ingresar al aeropuerto tras mi descenso del avión, y al
siguiente día me deportaron en el mismo avión de Copa Air, rumbo a
Panamá.
Para el asalto final contra el castrismo, solo se requiere, “Unos
Pocos Hombres Buenos” (A Few Good Men). Es un mito histórico de que los
pueblos se rebelan en masa y espontáneamente. Siempre las insurrecciones
populares han estado antecedidas por un reducido grupo de hombres que
ha prendido la chispa que encendió la llama.
Ahora o nunca.
Desafortunadamente, las condiciones históricas conspiraron no solo
para que no se recuperara Cuba sino también para que se perdiera Miami.
Miami es un caso perdido. Según los cálculos de desertores de la inteligencia cubana y analistas de la CIA, no menos de 300 agentes de la Seguridad del Estado operan en el área, incluido unos 85 agentes de la CIA que desde 1961 fueron reclutados como doble agentes por el G2 cubano. La inteligencia cubana ha infiltrado el Senado, el Departamento de Estado, el Departamento de Defensa, la CIA, el FBI, Radio y TV Martí, en fin, prácticamente todo.
De Miami hay que olvidarse pues solo podría salvarla Saavedra, y no
con una, sino con cincuenta mil aplanadoras. La tarea seria gigantesca
pues trataría de Reconstruir Miami (Rebuild Miami).
Regards,
Gualdo Hidalgo
Director, Latin Heritage Foundation
8 Nunn Avenue, Washington, NJ 07882
Phone:(908)-835-0150
Director, Latin Heritage Foundation
8 Nunn Avenue, Washington, NJ 07882
Phone:(908)-835-0150
http://www.latinhf.com/executivedirector.htm
*La Carta o comunicado esta publicada en estos sitios:
http://www.latinnewsagency.us/cuba.htm y en
http://comunicadorhispano.com/profiles/blogs/la-solucion-cubana.
Tomado de http://www.supercubablog.com
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