"Es un
caso emblemático que demuestra lo injusto y lo inmoral del orden internacional,
donde existe la supremacía total del capital de las transnacionales sobre los
pueblos, sobre las sociedades, las naciones", denunció Correa.
Con un llamado internacional a boicotear los
productos de Chevron, el presidente ecuatoriano Rafael Correa lanzó la campaña
"la mano sucia de Chevron", el pasado 17 de septiembre, en rechazo a
los intentos de la empresa petrolera norteamericana de evadir su responsabilidad
por la contaminación petrolera en la cuenca amazónica.
Chevron está empeñada en evitar la ejecución de la sentencia de la corte de
justicia de Lago Agrio (ciudad ubicada en el Oriente ecuatoriano), que le
ordena pagar cerca de 19 mil millones de dólares para limpiar la zona afectada
y prestar servicios de salud y agua potable a sus habitantes. Con este
propósito, según Correa, Chevron ya ha gastado más de 400 millones de dólares
en una campaña contra Ecuador y ha contratado decenas de empresas de
lobistas y unos 900 abogados.
En una visita a una piscina tóxica cerca del pozo petrolero Aguarico 4, operado
décadas atrás por Texaco, Correa dio a conocer que como ésta hay unas mil
piscinas que esta empresa (que se fusionó con Chevron en 2001) dejó abiertas,
en cerca de tres décadas de explotación petrolera en la selva amazónica, entre
1964 y 1992. Se estima que vertió en las piscinas unos 18 mil millones de
galones de agua contaminada con petróleo, que sigue filtrándose en la tierra o
se derrama durante los aguaceros, además de otros 17 millones de galones de
petróleo que se derramó en accidentes; estas cantidades hacen que el daño total
sea mucho mayor que el derrame de Exxon Valdez en Alaska, o por el provocado
por British Petroleum en el Golfo de México. "Es uno de los desastres
ambientales más graves de la humanidad ", aseveró Correa.
La filtración de elementos tóxicos en las tierras, arroyos y ríos, en un área
de unas 480 mil hectáreas, contaminó el agua que usaba la población local,
devastó la vida silvestre y afectó la producción agropecuaria. Se han
registrado números casos de cáncer, con más de mil muertos, graves casos de
afectación de la piel, muerte de animales, entre muchos otros problemas.
En la época ya existían normas y tecnologías más adecuadas para proteger el
ambiente, por ejemplo con el uso de piscinas selladas y técnicas de limpieza de
derrames, pero Texaco no las utilizó para ahorrar entre 2 y 3 dólares por
barril en los costos de producción. Durante el juicio en Lago Agrio, se
inspeccionaron 54 centros de producción donde se constató niveles de
contaminación muy por encima de las normas ecuatorianas e internacionales de la
época. En el momento en que Texaco operó, la norma ecuatoriana para el volumen
de hidrocarburos totales de petróleo en el suelo y el agua era diez veces más
blanda que la norma vigente en EE.UU., pero aun así, la contaminación hallada
en los 54 sitios fue en promedio 20 veces mayor que la norma ecuatoriana,
llegando, en algunos sitios, a un nivel hasta 900 veces mayor.(1)
Correa llamó a los accionistas de Chevron a no ser cómplices indirectos de una
empresa que no sólo ha demostrado irresponsabilidad absoluta, sino que ahora
quiere la impunidad.
Acciones ante las cortes
A partir de 1993, un grupo de ciudadanos afectados por la contaminación
presentó una demanda privada en Nueva York por la contaminación y afectación a
la salud, a nombre de unos 30.000 habitantes de la zona, en su mayoría
indígenas. Durante nueve años, Chevron buscó bloquear el juicio, argumentando
que éste debía presentarse en Ecuador; los demandantes presumen que la empresa
consideró que la corte ecuatoriana sería más fácil de manipular. Finalmente
logró su propósito; el juez de Nueva York desistió de conocer el caso pero dijo
que Chevron debía aceptar el veredicto de la corte ecuatoriana. Cuando en 2011
y 2012, luego de casi dos décadas de litigios, el veredicto de Lago Agrio salió
desfavorable a la empresa, ésta se negó a acatarlo y emprendió nuevas acciones
legales para tratar de bloquearlo, junto con la campaña de desprestigio al
gobierno, a la corte, y a los demandantes y sus abogados. Entre sus principales
preocupaciones está la de impedir que sus bienes puedan ser embargados en otro
país para cumplir con el pago, siendo que en Ecuador ya no tiene bienes.
Por un lado, la empresa inició un nuevo juicio en un tribunal federal de Nueva
York, alegando que la sentencia ecuatoriana se obtuvo ilegítimamente, con actos
de corrupción. Por otro, acudió al tribunal de arbitraje de La Haya por una
supuesta violación del Tratado Bilateral de Inversiones (TBI) entre Ecuador y
EEUU, alegando que Ecuador no debía permitir que se lleve a cabo el juicio de
Lago Agrio. Lo insólito es que el tribunal se haya declarado competente para
juzgar el caso, lo que implica aplicar retroactivamente el TBI que entró en
vigencia en 1997, cinco años después de que Texaco-Chevron ya había abandonado
el país. También llama la atención que, entre sus primeros laudos, el tribunal
haya ordenado al gobierno ecuatoriano tomar las medidas necesarias para
suspender u obtener la suspensión de la ejecución de la sentencia de Lago
Agrio, sea en Ecuador o en otros países, haciendo caso omiso de la
independencia de las funciones del Estado.
"Es un caso emblemático que demuestra lo injusto y lo inmoral del orden
internacional, donde existe la supremacía total del capital de las
transnacionales sobre los pueblos, sobre las sociedades, las naciones",
denunció Correa.
Chevron alega que los acuerdos firmados con el gobierno de Ecuador en 1995 y
1998 -en el periodo de gobiernos neoliberales- que dan por finiquitados el
contrato y las obligaciones de la empresa, liberan a ésta de enfrentar
cualquier otro reclamo, con lo cual tratan de traspasar al Estado ecuatoriano
la responsabilidad de cualquier consecuencia derivada del juicio de Lago Agrio.
No obstante, el mismo día del lanzamiento de la campaña ecuatoriana, el
Tribunal de La Haya emitió un veredicto parcial en el que concluye que dichos
acuerdos no impiden que terceras personas puedan presentar reclamaciones en defensa
de sus derechos individuales, aunque reconoce que podría impedir reclamos
"colectivos" o "difusos". No se pronunció sobre si esta
caracterización se aplica al caso que fue ventilado en la corte de Lago Agrio.
Las audiencias se reanudarán en enero.
Sin embargo, la petrolera, al día siguiente, declaró en un comunicado (2) que
el “tribunal internacional de arbitraje encuentra que Chevron no es responsable
ante los reclamos internacionales en Ecuador”; ante ello, el día 20, la
procuraduría general del Estado ecuatoriano solicitó al tribunal medidas
provisionales para impedir que la empresa prosiga con su campaña de
desprestigio contra el país y distorsionando la realidad del laudo arbitral.
Más allá de esta coyuntura inmediata, Ecuador está planteando la necesidad de
una reforma del sistema de tribunales de arbitraje de los tratados de inversión
y ha propuesto la creación de un tribunal suramericano en el marco de UNASUR
que operaría bajo reglas más justas. Se espera la decisión de UNASUR para fines
de este año.
En el caso de que Chevron logre bloquear definitivamente la aplicación de la
sentencia de Lago Agrio, o alcance una resolución para que sea el Estado
ecuatoriano el que deba pagar los daños, esto sería catastrófico para la
economía del país. “Chevron quiere quebrar al país”, reclamó Correa. El
presupuesto anual del Estado ecuatoriano es de unos 26 mil millones de dólares,
mientras que Chevron, en 2012, obtuvo ingresos por 230 mil millones de dólares
(3), o sea, casi nueve veces el presupuesto del país suramericano.
Sally
Burch Sábado, 21 de Septiembre de 2013
(1) Summary of Overwhelming Evidence Against Chevron in Ecuador Trial, Amazon Defense Coalition, http://chevrontoxico.com/assets/docs/2012-01-evidence-summary.pdf
(2) http://www.chevron.com/chevron/pressreleases/article/09182013_internationalarbitrationtribunalfindschevronnotliableforenvironmentalclaimsinecuador.news
(3) http://www.chevron.com/annualreport/2012/documents/pdf/Chevron2012AnnualReport.pdf
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