Según pude contabilizar, solo en el año 2014 le fueron entregados a
contrarrevolucionarios internos y externos un total de 112 premios -63 menos
que en el 2013-, por diversos gobiernos y entidades de cerca de 10 naciones,
particularmente Estados Unidos (50) y España (42).
Estos premios oscilan entre los 1000 euros y cerca de 5200 USD, lo que
representa una fuente en enriquecimiento adicional para estos mercenarios, por
encima de las ayudas que reciben como paga por sus actividades provocadoras
regulares.
Entre estos infundados merecimientos sobresalió la
contrarrevolucionaria Yoani Sánchez, quien recibió varios reconocimientos y
distinciones, tales como el ser designada dentro de los Intelectuales Iberoamericanos
más influyentes en el 2014, por el Portal esglobal.org y la Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales, y recibió igualmente el Gold Hard
Visiting Feature, del Chicago Council on Global Affairs. Asimismo, le otorgaron
el Premio Latinovator, de Hispanicize 2014; y Reporteros sin Fronteras la
seleccionó entre los 100 Héroes de la Información, galardón otorgado también al
entonces contrarrevolucionario detenido Ángel Santiesteban.
Otros “distinguidos” por los patrocinadores de la guerra ideológica
anticubana fueron el fallecido Oswaldo Payá, a quien pusieron su nombre a una
calle y a una Glorieta del Distrito Hortaleza de Madrid, siéndole otorgado
también el Premio HazteOir, en España. A este se sumas las nominaciones del
contrarrevolucionario Manuel Cuesta Morúa al Premio “Lech Walesa”, por el
Instituto que lleva su nombre, en Polonia, y al Premio “Václav Hável” a propuesta del Centro para la Apertura y
Desarrollo de América Latina, CADAL, de Argentina.
Siete contrarrevolucionarios fueron nominados al Premio Nacional de
Literatura Independiente de Cuba “Gastón Baquero”, consistente en placa
acreditativa, una computadora y $1 000 dólares, el que fue obtenido por Jorge
Olivera Castillo, ex-preso del Grupo de los 75.
Otras distinciones recibidas por varios mercenarios fueron la edición
digital de sus obras distinguidas, cámaras, videos, memorias flash, y múltiples
recargas de 75, 50, 25, 20 y 10 CUC a teléfonos móviles.
Esta forma enmascarada de estimular la labor subversiva ha sido una
modalidad con las que cuentan los enemigos de Cuba para mantener las acciones
contestatarias de un reducido grupo de traidores y oportunistas, los que han
sido invitados con frecuencias a diferentes eventos en diversas naciones con el
fin de mantener viva la fallida demonización de nuestra Revolución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario