La Asociación Americana de Juristas (AAJ), organización no gubernamental con
estatuto consultivo en las Naciones Unidas, denuncia las intenciones imperiales
del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y sus aliados, de atacar
militarmente a la República de Siria, utilizando como pretexto informes no
confirmados sobre la utilización de armamento químico por parte de las fuerzas
armadas sirias.
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La AAJ condena el uso de armas químicas en cualquier parte del mundo. El
derecho internacional prohíbe el uso de armas químicas y considera que viola
las leyes de guerra. La Convención de Ginebra de 1925, la Convención sobre las
armas químicas de 1993, que entró en vigencia el 29 de abril de 1997 y el art.
8 (a) (xvii y xviii) del Estatuto de la Corte Penal Internacional que dispone
que se entienden como crímenes de guerra “Emplear veneno o armas envenenadas” y
“Emplear gases asfixiantes, tóxicos o similares o cualquier líquido, material o
dispositivo análogos”.
Una vez más retumban los tambores de guerra. Los Estados Unidos pretenden
actuar por su cuenta en violación de la Carta de las Naciones Unidas, sin
esperar que concluyan las investigaciones de los especialistas de las Naciones
Unidas destacados en Siria para verificar, recopilar información y dar cuenta
sobre verdad de la alegación del uso de armas químicas, y cuál de las partes
contendientes es la responsable. Pretenden liderar un grupo intervencionista,
en violación del derecho internacional y de la soberanía de Siria, siguiendo su
política de dominio y recolonización de la región para apropiarse de sus ricos
recursos energéticos. Entre los varios de los países que pudieran aliarse a los
Estados Unidos a espaldas de la comunidad internacional y la ONU están Francia,
Alemania, Canadá, Jordania, Turquía, Arabia Saudita, Israel y Catar; fueron
partícipes, directos o indirectos, de las campañas de agresión en Afganistán,
Iraq y Libia. Italia y Gran Bretaña se han retirado de la nueva aventura. Si se
ataca a la República Siria, se viola flagrantemente la Carta de la ONU: el
artículo 2(4), “Los Miembros de la Organización, en sus relaciones
internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza
contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier
Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de las
Naciones Unidas.”; el art. 34, “El Consejo de Seguridad podrá investigar toda
controversia, o toda situación susceptible de conducir a fricción internacional
o dar origen a una controversia, a fin de determinar si la prolongación de tal
controversia o situación puede poner en peligro el mantenimiento de la paz y la
seguridad internacionales.” y art. 39 ”El Consejo de Seguridad determinará la
existencia de toda amenaza a la paz, quebrantamiento de la paz o acto de
agresión y hará recomendaciones o decidirá que medidas serán tomadas de
conformidad con los Artículos 41 y 42 para mantener o restablecer la paz y la
seguridad internacionales.” La única instancia en que se permite el uso de
fuerza es bajo el art. 51 de la Carta, que permite el derecho a legítima
defensa de un Estado, si este es atacado: “Ninguna disposición de esta Carta
menoscabará el derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva,
en caso de ataque armado contra un Miembro de las Naciones Unidas, hasta tanto
que el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para mantener la
paz y la seguridad internacionales. Las medidas tomadas por los Miembros en
ejercicio del derecho de legítima defensa serán comunicadas inmediatamente al
Consejo de Seguridad, y no afectarán en manera alguna la autoridad y
responsabilidad del Consejo conforme a la presente Carta para ejercer en
cualquier momento la acción que estime necesaria con el fin de mantener o
restablecer la paz y la seguridad internacionales. Los Estados Unidos no han
sido atacados por Siria.
Los problemas humanitarios, políticos, económicos y sociales no se resuelven
con acciones militares. Estados Unidos y sus aliados ya son responsables de
intervención en Siria, con el sostenimiento y la provisión de armar a los
grupos que enfrentan al gobierno. La intensificación del conflicto en Siria,
agrava el sectarismo, el faccionalismo y el fanatismo religioso y puede llevar
a un nuevo genocidio extendido a todo el Medio Oriente.
Los Estados Unidos carecen de credibilidad. Mintieron con la supuesta
existencia de “armas de destrucción masiva” para invadir Iraq, utilizaron armas
químicas, como el Agente Naranja en Vietnam y uranio empobrecido en Serbia ,
Iraq y la isla municipio de Vieques, Puerto Rico.
La AAJ manifiesta su contundente rechazo a cualquier intento de los Estados
Unidos y sus potenciales aliados de una intervención en Siria.
La AAJ saluda la posición asumida por varios gobiernos latinoamericanos
rechazando una intervención estadounidense, como la República Bolivariana de
Venezuela, Cuba, Ecuador y el Estado Plurinacional de Bolivia. Saludamos la
posición del gobierno de la República Argentina, que ejerce la Presidencia pro
témpore del Consejo de Seguridad, expresando que “las operaciones militares
extranjeras no harían otra cosa que agravar la situación, aumentarán las
víctimas y el riesgo de derrame de la tragedia humanitaria a otros países de la
región se acrecentará. No sumemos nuevos horrores a los que ya sufrimos" y
“que jamás avalará una intervención militar extranjera”. La AAJ convoca a todos
los gobiernos de América Latina y el Caribe a pronunciarse por un inmediato
cese al fuego en Siria, el respeto a su soberanía y reclamar a los Estados
Unidos se mantenga dentro del marco de la legalidad internacional.
31 de agosto 2013
Vanessa Ramos
Presidenta AAJ Continental
Hernán Rivadeneira J.
Secretario General
Beinusz Szmukler
Presidente del Consejo Consultivo de la AAJ
Organización No Gubernamental con estatuto consultivo ante el
ECOSOC y representación permanente ante la ONU de Nueva York y Ginebra.
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