2 de junio de
2011.
Mientras Grecia
toda es sacudida por manifestaciones populares en las que las ira y la
frustración encuentran su desahogo en cacerolazos, gritos de repudio y airadas
protestas, el comisario europeo para los
Asuntos Económicos, Olli Rehn, trató de calmar la incierta situación al afirmar
que la Unión Europea (UE) no tiene como alternativa la reestructuración de la
deuda soberana griega, la cual alcanza los 340 mil millones de euros, al
referirse a la imposibilidad del país heleno para poder sanear sus cuentas y
poder acceder a los mercados financieros, acuciado por un déficit fiscal sin
parangón desde hace más de un año. El puntillazo lo dio al reconocer que Grecia
carecerá de acceso a financiamientos hasta inicios de 2012, como lo preveía el
programa de la UE y el Fondo Monetario Internacional.
Sometido el
gobierno griego a una auditoría por parte del Banco Central Europeo (BCE), del
Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la Comisión Europea, espera con
impaciencia que de la misma se abran las puertas a una inyección de dinero
mediante un préstamo de 110 mil millones acordado hace un año a Grecia.
Los miles de
manifestantes congregados frente al Parlamento en Atenas rechazan cualquier
programa de austeridad promovido por el gobierno y reclamando el paso a una
verdadera democracia en el país. La protesta popular en la plaza Syntagma alcanza cerca de 20 mil personas,
particularmente jóvenes, quienes repudian los onerosos tratos del gobierno
heleno con la UE y el FMI. Por otra parte, el clima político social griego se
ha endurecido al ser fuertemente reprimidos los manifestantes por los cuerpos
policiales. Mientras tanto, otras ciudades griegas como Salónica, se sumaron a
las protestas contra el gobierno genuflexo del premier Yorgos Papandreau.
Toda Grecia
repudia la subordinación gubernamental al FMI y la UE. El caos reina por
doquier y parece avecinarse el mismo escenario de diciembre de 2010 en que los
hospitales cerraron y los aeropuertos siguieron su ejemplo, al igual que la
actividad portuaria. Mientras tanto, un grupo de profesores, por su parte,
ocuparon la sede de la televisión pública y leyeron un manifiesto en vivo, el
cual encarna las denuncias populares sobre los recortes sociales que implican
el plan de austeridad del gobierno, así como la censura impuesta por las
autoridades. Sorpresivamente, también las fuerzas armadas, representadas por
sus tres armas, protestaron públicamente en Atenas por el plan del gobierno. Un
oficial del ejército declaró airado: “Lo haremos por nuestro país, claro que lo
haremos”, (…) “Pero si nos van a quitar las primas, que también se las quiten a
los parlamentarios. Si nos van a quitar el 50 por ciento, que hagan lo mismo
con los diputados. Todos nos alimentamos con la misma boca”. A los soldados se
sumaron decenas de camiones de basura y otros manifestantes.
Todos
protestan, pues son sabedores que los recortes, aprobados el 6 de mayo de 2010,
y cuyo fin es el ahorro de 30 000 millones de euros, reajustados también varias
veces, afectan a las capas más pobres de la población, abriendo paso a los
despidos injustificados, a la reducción exorbitante de los salarios, reducción
de pensiones, aumento de los impuestos, la eliminación de los convenios
colectivos de trabajo, entre otras medidas anti populares. El gobierno,
presionado, echa por tierra todos los beneficios alcanzados por los
trabajadores del país helénico en su larga e histórica lucha.
El estado
griego se ha lanzado a una carrera de privatizaciones para obtener liquidez
financiera, creando malestar también entre la población por esta medida, la
cual afectará a propiedades inmobiliarias pertenecientes al Estado, la venta o
diferente explotación de otras muchas propiedades estatales, la lotería
estatal, la compañía del hipódromo la industria de vehículos griegos (ELBO),
las concesiones de las nuevas autovías, un almacén de gas natural en la zona de
Kavala (norte de Grecia) y frecuencias eléctricas. También el estado intenta
vender cuatro aviones Airbus y los ferrocarriles OSE y Trainose, junto con una parte de la corporación de gas DEPA. Un
conjunto de bancos europeos dirigirán este proceso de privatizaciones, entre
los que se encuentran el Deutsche Bank, el Banco Nacional de Grecia, Credit
Suisse, EFG Eurobank Equities, Credit Agricole, Emboriki Bank, Societe
Gerale-Geniki Finance, Barclays Bank PLC y Ernst and Young, Rothschild and Sons
LTD, Lazard, Citigroup , Pireus Bank, KPMG, UBS y el Alpha Bank. Todo ello para lograr que Grecia
disponga, mediante sus medidas de austeridad, de un monto de 76.000 millones de
euros hasta 2015. Esto, desde luego,
presupone una agudización de las medidas anti populares.
“A mar
revuelto, ganancia de pescadores”, cita un viejo refrán, y ya la Agencia Central de Inteligencia (CIA) ha echado a andar, según el diario
turco Daily Hürryet, el rumor sobre un posible golpe de estado en Grecia ante
la inestabilidad social existente. Estas declaraciones son una tácita
convocatoria a las fuerzas armadas a asumir el mando del país. Existen varias
evidencias de que la sede de la CIA en Atenas está fabricando provocaciones
para caldear la actual situación y está moviendo a sus fichas tras bambalinas,
tal como ocurrió entre 1947-49 y 1964.74.
En el primero
de los casos, la CIA promovió entre 1947
y 1949 una guerra civil, apoyando al neofascismo contra de la izquierda griega,
sobre la que recayó la lucha contra la invasión hitleriana unos años antes. Las
fuerzas de derecha recibieron todo el apoyo norteamericano y crearon, con la
ayuda de la CIA a un órgano represor conocido como Servicio Nacional de
Información (KYA).
Posteriormente,
entre 1964 y 1974, la CIA organizó y financió el golpe militar de abril de
1967, usando las Fuerzas de Asalto Helénicas para evitar el ascenso nuevamente
al premierato de George Papandreu,
elegido por una gran mayoría electoral y
contando con el apoyo de sectores de la centro izquierda helénica. Las oscuras
maniobras que involucraron a la ultraderecha griega y a Estados Unidos, así
como a las fuerzas armadas, vieron su fruto mediante una feroz represión,
imposición de la ley marcial, la censura, arrestos, golpes, tortura y
asesinatos de dirigentes de la izquierda, eliminación de las garantías
constitucionales, suspensión de varios artículos de la Constitución, prohibición
de huelgas y otras amenazantes medidas. El tirano elegido por la CIA fue el
coronel George Papadopoulos, uno de sus engendros.
El pueblo griego resistió valientemente once
años de criminal dictadura militar. En 1973, a pesar de los esfuerzos de la CIA
y el KYA, se realizaron fuertes protestas populares encabezadas por el
estudiantado, a través de la revuelta de la Universidad Politécnica de Atenas
en 1973, que condujeron, unido a la
invasión a Chipre, a la caída de los militares de facto el 24 de julio de 1974.
La CIA continuó
su papel de gendarme impune en Grecia, como lo demuestra un informe emitido el
14 de diciembre de 2005 por el Consejo de Europa. En el mismo se descubre que
el gobierno griego autorizó el empleo del territorio de su país para secuestrar y trasladar prisioneros de
otras naciones, entre ellos a 28 ciudadanos paquistaníes quienes fueron
detenidos por la inteligencia británica y por la CIA. Otros permanecieron
prisioneros en cárceles secretas hasta su traslado posterior a la prisión de
Guantánamo.
Otras
informaciones corroboran la vigilancia de la CIA, el Mossad y el MI6 en
los aeropuertos griegos, para realizar
vigilancia sobre potenciales objetivos.
Sin embargo, a
la CIA no le ha ido bien en Grecia, ni sus agentes han salido indemnes de
respuestas violentas de grupos de izquierda. El Movimiento 17 de Noviembre
(N17), formado en 1973 y disuelto en el año 2002, realizó cerca de 103 ataques
contra objetivos norteamericanos, turcos, de la OTAN y de la dictadura griega, así como ejecutó a
23 funcionarios de ambas naciones, entre ellos el jefe de estación de la CIA en
Atenas, Richard Welch, en diciembre de 1975. Otros norteamericanos ajusticiados
por N17 fueron el Capitán George Tsantes Jr., quien era oficial de la Marina de EEUU y jefe del Joint
United States Military Aid Group to Greece (JUSMAGG); el Capitán de la US Navy William Nordeen, el
28 de junio de 1988; el Sargento de la Air Force de EEUU, Ronald O. Stewart,
ultimado mediante un coche bomba frente su residencia el 12 de marzo de 1991;
entre otros, así como el brigada Stephen
Saunders, asesinado el 8 de junio de 2000. También fue herido Robert Judd, Sargento de la Armada, agente
postal del JUSMAGG en Grecia, el 3 de abril de 1984.
Otro de los
grupos griegos que realizaron acciones contra la CIA y oficinas diplomáticas
norteamericanas fue Lucha Revolucionaria, una escisión del N17, quien
reivindicó un ataque con misiles contra la embajada norteamericana en Atenas,
ejecutado el 12 de enero de 2007, provocando la muerte a varios
norteamericanos.
Lucha
Revolucionaria también atentó contra la vida de Stephen Saunders, agregado
militar de la embajada británica en Atenas, el 15 de junio de 2000.
Otros objetivos
de Lucha Revolucionaria fueron represores de origen griego, entre ellos Evangelos Mallios, policía acusado de
torturar prisioneros durante el periodo de la junta militar y ejecutado el 14
de diciembre de 1976; Pantelis Petrou,
ayudante del comandante de la unidad antidisturbios de la policía griega
(M.A.T) y ejecutado el 16 de enero de 1980; Yiannis Varis, oficial de policía,
asesinado en un ataque con misiles y granadas de mano contra un autobús de la
brigada antidisturbios, ocurrido el 2 de noviembre de 1991.
La embajada de
Israel en Atenas, ubicada en la calle Marathonodromou 1, Paleo Psychico 154 52,
en Atenas, se ha convertido en un activo
centro de espionaje del Mossad israelí. Por supuesto, este centro diplomático
ha recibido las protestas del pueblo griego por su política criminal hacia la
causa de Palestina y sus agresiones a los pueblos árabes, tal como ocurrió el
31 de mayo de 2010 a causa de la agresión sionista a la Flotilla de la
Libertad. Muchos de los participantes en la protesta recordaron el criminal
asesinato de Khaled Nazzal, miembro del Comité Central del Frente Democrático
para la Liberación de Palestina, ultimado por el Mossad en Atenas, Grecia el 3
de junio de 1986.
Israel ha
ganado un merecido repudio en Grecia. Prueba de ello fue la respuesta del
miembro del Parlamento griego Theodoros
Pangalos, el 20 de marzo de 2010, al embajador israelí, Ali Giachia, quien le
había obsequiado con tres botellas de vino. La respuesta fue elocuente: “Por desgracia, me di cuenta de que el vino
que usted me había enviado se había producido en los Altos del Golán.
Desde que era muy joven me han enseñado a no robar ni a aceptar
productos procedentes de robo. Así que, posiblemente, no pueda aceptar este
regalo y tenga que devolvérselo a usted.
Como usted sabe, su país ocupa ilegalmente los Altos del Golán,
que pertenecen a Siria, según el Derecho Internacional y de numerosas
decisiones de la Comunidad Internacional.”
Otro hecho de
evidente repudio a la actividad israelí contra los palestinos tuvo lugar el 31
de mayo de 2010 cuando el gobierno griego suspendió las maniobras militares
"Minoa 2010" que realizaba con la aviación de Israel. El embajador de
Israel fue citado al MINREX de Grecia para protestar contra el ataque a dos
barcos griegos, el Eleftheri Mesóyos y el Sfendóni, integrantes de la Flotilla
Humanitaria con destino a Gaza.
Israel, sin
embargo, no descansa. Valiéndose del lobby sionista norteamericano y de sus
representantes en un reciente viaje a Grecia, lograron que Papandreu se aliara
a Israel en variados temas de política como es, por ejemplo, ejercer presiones
sobre la actual dirección egipcia para mantener la misma política sostenida por
el depuesto Mubarak hacia Israel, aceptar el bloqueo a Gaza, aceptar la
política de hostigamiento al pueblo palestino y la política de fuerza sobre
Siria e Irán.
El fortalecimiento
de las alianzas del gobierno griego con Israel es otro de los motivos para el
crecimiento de la ira popular, lo que no descarta que una asonada militar sirva
como elemento para reforzar estos vínculos y no exime la participación del
Mossad y el Tzáhal en los planes
golpistas en preparación.
CONCLUSIONES
La toma de
conciencia y radicalización de las demandas del pueblo griego, ante la crisis
política que se intensifica en su endeudado país, sumado a una economía en
pleno desastre y cuya solución no se puede encontrar a ojos vista, pero siempre
exprimiendo los magros bolsillos de los trabajadores, abren la posibilidad y la
urgencia de un cambio político profundo en el país. Sin embargo, como ya hemos
analizado, ni los Estados Unidos, ni la Unión Europea, ni el Fondo Monetario
Internacional y el propio Israel, están interesados en un giro hacia la
izquierda. La actual situación pre revolucionaria creada en Grecia puede ser
contrarrestada con una asonada golpista, ya ampliamente usada en ese país por los
militares, para buscar una solución al peligroso contexto griego actual. Por
supuesto, las manos ocultas de la CIA, del Mossad y de otros turbios intereses
se están poniendo en juego para evitar que esto ocurra. El heroico pueblo de
Grecia tiene la palabra.
Percy Francisco Alvarado Godoy
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