El islamista norteamericano que difundía sus alegatos a
ritmo de rap por Youtube murió ayer víctima de una emboscada de la
milicia somalí Al-Shabab en el suroeste de la capital, Mogadiscio, según
fuentes de la organización y testimonios de testigos locales. El
estadounidense Omar Shafik Hammami, más conocido por su sobrenombre de
Abu Mansur al-Amraki, era uno de los yihadistas de procedencia
occidental más buscados por el FBI, que había llegado a ofrecer 5
millones de dólares (3,7 millones de euros) por la información que
condujera a su captura. El terrorista rompió el pasado año con el
movimiento fundamentalista y combatía bajo la dirección de Hassan Dahir
Aweys, un señor de la guerra actualmente bajo custodia del Gobierno.
El apresamiento y ejecución del guerrillero, de 29 años,
tuvo lugar cerca de la ciudad de Dinsor. Cuando fue capturado, el
conocido como 'El americano' se hallaba en compañía de Osama al-Britani,
otro combatiente de nacionalidad inglesa, igualmente abatido por los
guerrilleros radicales. Este último también constituía un objetivo para
los servicios de Inteligencia ya que se le achaca la muerte de siete
miembros de la CIA en Afganistán. Al-Britani, aliado de los talibanes y
presunto colaborador de los servicios jordanos, se ganó la confianza de
la agencia para penetrar en una base y activar una bomba.
El norteamericano, hijo de un emigrante sirio y una nativa
cristiana, nació en Alabama y creció en el seno de la Iglesia baptista
hasta que un viaje a la tierra de sus ancestros le acercó a la fe
musulmana en su modalidad salafista, ideología propagada por las
mezquitas más radicales. Al-Amriki contrajo matrimonio con una
canadiense de origen somalí antes de viajar a Egipto, donde apostó por
la lucha armada. Su labor propagandística, ampliamente difundida a
través de Twitter, le proporcionó una gran popularidad en su país, donde
también fue objeto de la atención frecuente de los medios de
comunicación. Los servicios de seguridad le situaron entre los
delincuentes más buscados en 2012.
El país africano se ha convertido en uno de los destinos
preferidos de los jóvenes combatientes procedentes de Europa y
Norteamérica. Hammami llegó en 2006, cuando Dahir Aweys, su mentor,
anunció la apertura de un campo internacional de entrenamiento al norte
de Mogadiscio que llegó a alojar a unos 600 reclutas, tanto extremistas
conversos como descendientes de la numerosa diáspora. En 2009, un somalí
de origen danés se inmoló en un acto de entrega de diplomas en un hotel
de Mogadiscio, provocando la muerte de 22 personas entre ministros,
militares y universitarios.
'Fatwa' contra la guerrilla
La ruptura entre este caudillo y Ahmad Abdi Godane, actual
líder de Al-Shabab, ha originado el declive de este colectivo, víctima
de purgas a lo largo de los últimos meses. Los militantes extranjeros,
confiados en propagar la yihad y combatir al régimen apoyado por
Occidente, se han visto atrapados en las complejas disputas internas y
las alianzas movedizas incluso dentro de la facción islamista, no ajenas
a las intrincadas estrategias de los clanes tradicionales. Al-Amriki
achacó a la dirección fundamentalista su materialista interés
recaudatorio y la falta de una visión global de la lucha armada,
mientras que los guerrilleros nativos le reprocharon su afán de
protagonismo narcisista.
La noticia del ajusticiamiento de los dos yihadistas llega
un día después de que una reunión de clérigos musulmanes en Mogadiscio,
tanto indígenas como foráneos, dictara una 'fatwa' contra Al-Shabab,
tachándola de contraria al islam. Las huestes de Abdi Godane mantienen
bajo su control amplias zonas del interior de Somalia tras haber sido
desalojadas de los principales centros urbanos por la acción conjunta
del Ejército y sus aliados etíopes y kenianos.
Tomado de http://www.elcorreo.com
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