Sostiene que su madre tuvo una relación con el entonces
príncipe Juan Carlos hasta 1966. No obstante, rechazaron la demanda de
un español. La justicia española investigará la demanda de una ciudadana
belga para determinar si Juan Carlos de Borbón, rey emérito de España,
es su padre.
La Casa Real, como es costumbre desde hace unos años, no emitió
comentarios al respecto y sólo manifestó su “respeto a la independencia
del Poder Judicial”, en momentos en que Felipe VI y la reina Letizia se
encuentran enfocados en restaurar la buena imagen de la monarquía
española.
Ingrid Sartiau sostiene que su madre tuvo una relación con el
entonces príncipe Juan Carlos hasta 1966, año en el que nació ella. La
mujer, de 48 años, afirma que tuvo los primeros indicios sobre la
identidad de su padre una vez durante su infancia, cuando, mirando la
televisión, su madre -llamada Liliane Maria José Ghrislaine Sartiau- le
señaló al rey de España diciéndole que era su verdadero padre.
Liliane le contó que conoció a Juan Carlos en los ‘50 en Francia, y
que se reencontró con él a mediados de los ‘60 en Marbella, fecha en la
que fue concebida. Según los documentos presentados ante la Justicia,
tras ese encuentro casual, Liliane y Juan Carlos mantuvieron encuentros
durante tres días, aunque ella desconocía la identidad del entonces
príncipe. Nueve meses después nació Ingrid.
Sartiau comenzó una investigación para determinar si en verdad es
hija de Juan Carlos,a travésde la cual llegó a encontrarse con Albert
Sòla Jiménez, un catalán que llevaba desde 1990 intentando demostrar que
era hijo del monarca. Hijo de María Bach Ramón, una acaudalada familia
de banqueros de Girona, apenas nació fue dado en adopción a la familia
vecina Sòla Jiménez.
Las pruebas realizadas por Jean-Jacques Cassiman, reconocido
genetista de la Universidad de Lovaina (Bélgica) indicaron en 2012 que
“la probabilidad de que (Sartiau y Sòla) tengan un progenitor común es
elevadísima”.
Resguardo. Durante sus casi 38 años de reinado, Juan Carlos no podía
ser acusado de delito alguno por el principio de “inviolabilidad”
judicial del jefe del Estado que garantiza la Constitución española,
pero perdió el privilegio tras la abdicación, el 19 de junio. El
Parlamento aprobó entonces un aforamiento especial para que cualquier
causa civil o penal contra el antiguo rey fuera obligatoriamente juzgada
por el Tribunal Supremo español.
A partir de ahora, si la Justicia estima que hay pruebas suficientes,
podría ordenar al monarca que se someta a una prueba de paternidad. Si
el ADN lo indica, Juan Carlos I se sumará la larga lista de reyes
españoles que tuvieron hijos extramatrimoniales, entre ellos su
tatarabuelo Alfonso XII y su abuelo Alfonso XIII. De Isabel II se dice
que ninguno de sus hijos fue concebido con su esposo.
Tomado de http://misionesonline.net
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