Guillermo Fariñas y José Daniel Ferrer |
El
pasado 4 de septiembre, sobre las 15:30 horas y con la participación de los
miembros del reaccionario y anticubano staff de Radio Martí, como Tomás Caldoso
y Omar López Montenegro, fue entrevistado el mercenario Guillermo “Coco”
Fariñas Hernández, a través del programa Cuba al Día.
El
motivo de la entrevista era conversar sobre la reestructuración del grupúsculo
contrarrevolucionario UNPACU y la conformación de su Secretaría Nacional,
siguiendo las órdenes recibidas por este mercenario viajero en sus encuentros
en el exterior con los financistas de la guerra ideológica anticubana. Varios
connotados empleados de la nómina de la USAID están incluidos en este
Secretariado, entre los que sobresalen
el propio Coco, como portavoz; Félix Navarro, el Coordinador Nacional; José
Daniel Ferrer García, Secretario Ejecutivo; así como Iván Hernández Carrillo, el santiaguero Ovidio
Martín Castellanos, Ángel Moya Acosta como organizador, etc.
En
esta reunión se tomaron tres acuerdos fundamentales: 1) Priorizar dentro de la
labor subversiva de UNPACU, mediante la manipulación de la realidad social, la
captación de nuevos integrantes. La aparente despolitización de esta tarea
esconde la verdadera intención del grupúsculo: fomentar la desobediencia social
y generar descontento mediante la alteración de la realidad, el discurso
antigubernamental y el cuestionamiento a las políticas sociales en pleno
desarrollo. Para ello, como ha sido demostrado, han acudido a elementos de
conductas delincuenciales y de inadaptación social. Según el Coco existen 34
aspectos sociales que van a emplear como herramienta para procurar el éxito de
sus acciones provocadoras y diversas campañas antigubernamentales.
2) La ampliación del Consejo Ejecutivo pretende vender a sus financista una unidad y
pluralidad inexistentes, minada por ansias de protagonismo, ambiciones
personales, búsqueda de grandes sumas de dinero, así como otros lastres.
3)
Establecer una planeación estratégica de la actividad desestabilizadora,
determinando acciones cuya difusión reciba una amplia cobertura mediática.
Dentro de este contexto, Fariñas abogó por mantener permanentemente las
provocaciones, empleando la táctica de agrupamiento en células en la parte oriental, en comando en la parte
central y en grupos en la occidental,
porque se respeta la estructura de cada una
de las regiones. De esta forma, las acciones subversivas coordinadas
pretenden crear un ambiente de desorden social, fomentar falsos ambientes de
reclamos ciudadanos, cuestionar la actividad de los órganos del Poder Popular
en las comunidades, deslegitimizar la autoridad, manipular estados de opinión
mediante la difusión de rumores y falsa información, así como divulgar mediante
audiovisuales, volantes y proclamas las matrices políticas principales de este
grupo provocador y desestabilizador. Un accionar mayor de sus shows y montajes en
lugares públicos, victimizándose ante la respuesta ciudadana y de los órganos
de enfrentamiento, es otro de sus manidos recursos tácticos.
Coco,
sin embargo, tuvo que reconocer que para su grupúsculo constituye un reto
lograr la masificación de sus campañas. El pueblo, mayoritariamente, les ve
como elementos cuyo mensaje político se contrapone con sus principios
ideológicos, con independencia de su discurso hipócrita y manipulador. Las
ansias de protagonismo y el supuesto éxito de sus campañas para presionar al
gobierno, atribuyéndose éxitos inmerecidos, es una manera vil de
sobredimensionar su ignorado rol dentro de la sociedad civil cubana actual.
Coco
Fariñas reconoció en la entrevista haber obtenido una nueva visión, luego del
adoctrinamiento recibido en el exterior, para hacer la labor
contrarrevolucionaria, montándose en un discurso político oportunista ante los
problemas sociales aún existentes y a los que el gobierno trata de ir
solucionando. De hecho, su plan es presionar para que los cambios concebidos en
los Lineamientos Sociales y Económicos aprobados en el VI Congreso del Partido
sean saboteados, lograr un apresuramiento ilógico de los mismos con vistas a
cambiar su derrotero. Su debilidad, repito, es la poca receptividad que tienen
dentro del pueblo.
La
contrarrevolución se encuentra aislada, pero es peligrosa. La labor subversiva
de la misma está encaminada a buscar brechas que dejamos abiertas los
revolucionarios cuando nuestro trabajo con las masas es débil o mecánico. Cada
cuadro, cada revolucionario y cada ciudadano honesto debe tener bien claro que la
mejor manera de preservar nuestras conquistas es erradicando nuestros propios
males, acudiendo a la eficiencia y al compromiso, cumpliendo lo establecido y
desarrollando un fuerte trabajo político basado en la persuasión, en el empleo
de la verdad, la transparencia y la fidelidad a la Revolución.
Percy
Francisco Alvarado Godoy
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