El ataque químico sobre Damasco del pasado 21 de julio trae cola. Las últimas informaciones apuntan a que incluso podría estar detrás Estados Unidos, a través del Pentágono.
Así parece desprenderse de unos correos electrónicos interceptados por
un hacker a importantes mandos militares encuadrados en las oficinas de
Inteligencia militar del Pentágono. El coronel Anthony J. Macdonald ostenta el cargo de Director General de Personal,
Operaciones del Estado Mayor de Inteligencia militar... y su correo
electrónico se ha visto comprometido y publicado. En uno de los emails,
fechado el 22 de agosto –al día siguiente del ataque– un colega de
Macdonald, de nombre Eugene Furst, le escribe algo tan revelador como
que “he visto tu último éxito, mis felicitaciones. Buen trabajo”,
y acto seguido adjunta un enlace a una noticia del Washington Post:
“Activistas sirios acusan al Gobierno de un mortífero ataque químico
cerca de Damasco”. El coronel responde con un orgulloso “sé que nuestros
hombres hicieron su mejor trabajo”.
Todo indica que se trata de una operación de bandera falsa en la que,
de alguna manera, Washington ha intervenido. La cuestión parece
aclararse en otro email, en el que Mary Saphiro, amiga de la mujer de
Macdonald, le menciona a ésta los bebés que aparecen muertos en los
vídeos que ha difundido la oposición siria sobre el ataque químico. En
el correo, del día 23 de agosto, Saphiro indica que “ahora no puedo
dejar de pensar en el terrible ataque con gas en Siria. ¿Viste a esos
niños? Me puse a llorar... Fueron envenenados, y murieron. ¿Cuándo
terminará esto? Veo sus caras cuando duermo. ¿Qué te dice Tony de
esto?”. Y Jennifer Macdonald responde dos días después, y tranquiliza a
su amiga: “Yo también lo vi y me asusté mucho. Pero Tony me tranquilizó. Me dijo que los niños no habían sido heridos, que es una cosa de las cámaras.
Así que no te preocupes, cariño”. En el último email entre las amigas
publicado, Saphiro agradece a la mujer del coronel su aclaración y
apunta que “sigo pensando en esos niños sirios. Gracias a Dios están
vivos. Espero que les dieran algún regalo o algo de dinero”.
Siria, objetivo desde 2006
Entonces, ¿el ataque químico fue un montaje hábilmente orquestado por
el Pentágono? ¿o lo provocaron los rebeldes para achacárselo al régimen
de Bashar el Asad? Aún quedan incógnitas, pero ya fuera Washington o el
Ejército Libre Sirio, lo cierto es que Estados Unidos ha aprovechado
este suceso para empezar a presionar a la Comunidad Internacional de
cara a una intervención armada contra el régimen de Damasco y conseguir
así una ventaja militar para unos rebeldes que, a día de hoy, están
arrinconados en el campo de batalla. La Casa Blanca no va a soltar la
presa siria, a la que tiene en el punto de mira desde 2006, según ha
sido desvelado por Wikileaks, que publicó un informe secreto de la
embajada estadounidense. en Damasco, con fecha del 13 de diciembre de
ese año. En el documento, se indica que “si estamos preparados para
actuar rápidamente y aprovechar las oportunidades que puedan aparecer,
podríamos directamente influir en el comportamiento del régimen donde
importa”, y a continuación se añade que los elementos que podrían
justificar una intervención militar con derrocamiento de Asad son, por
un lado, la intensificación de la guerra sectaria entre sunís y chiís o,
por otro, la presentación de Siria como base de elementos terroristas
de Al Qaeda.
Evitar un nuevo Irak
El martes, el presidente norteamericano Barak Obama anunciaba que “lo
que tenemos previsto (contra Damasco) es algo limitado. Es algo
proporcionado. Degradará las capacidades de Asad (...) Al mismo tiempo,
tenemos una estrategia más amplia que nos permitirá poner al día las
capacidades de la oposición”. El mandatario se reunió con los
principales líderes del Congreso, que actualmente están valorando la
propuesta de Obama de intervenir militarmente en Siria. La Casa Blanca
ha querido exorcizar los temores de los congresistas al enfatizar que no
pretende repetir los errores cometidos en las guerras de Irak y
Afganistán, y los republicanos ya le han garantizado su apoyo en la
votación de la Cámara Baja. Mientras Washington sopesa dar un puñetazo
en la mesa que anule a Asad, las Fuerzas Armadas sirias continúan su
imparable avance y conquistan Ariha, lo que ha permitido romper el cerco
rebelde sobre la urbe costera de Latakia, de mayoría chií.
El gas sarín de los rebeldes
Carla del Ponte, actual miembro de la Comisión de la ONU
de investigación de violaciones de derechos humanos en Siria, denunció
el pasado mayo que los rebeldes habían empleado armas químicas en su
lucha contra las tropas sirias. No sólo eso, sino que Turquía detuvo a
un grupo de rebeldes sirios intentando entrar por la frontera con un cilindro de 2 kilos de gas sarín,
el agente biológico empleado en el ataque del pasado 21 en Damasco. De
momento, las autoridades turcas se han negado a compartir las
informaciones extraídas en los interrogatorios a los detenidos. “Aún
estamos esperando un informe exhaustivo de nuestros colegas turcos”, ha
declarado el ministro de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov.
Tomado de http://www.intereconomia.com
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