El presidente Vladimir Putin advirtió el martes a Occidente que no
emprenda acciones unilaterales en Siria, pero también dijo que Rusia "no
descarta" apoyar una resolución de la ONU sobre ataques militares
punitivos si se demuestra que Damasco usó gas venenoso contra su propio
pueblo.
En entrevista con The Associated Press y la televisora estatal rusa
Canal 1, Putin dijo que Moscú ha suministrado algunos componentes del
sistema de misiles defensivos S-300 a Siria, pero que ha congelado
nuevos embarques. Insinuó que Rusia podría vender el poderoso sistema de
misiles en otras partes si las naciones occidentales atacan Siria sin
el respaldo del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
La entrevista, efectuada en la residencia oficial de Putin en las
afueras de la capital rusa, fue la única que concedió antes de la cumbre
del Grupo de los 20 en San Petersburgo, que inicia el jueves. La cumbre
debería centrarse en la economía global, pero ahora es probable que el
tema dominante sea la crisis internacional generada por las acusaciones
de que el gobierno sirio usó armas químicas en la guerra civil del país.
Putin dijo que lamentaba que el presidente Barack Obama cancelara una
reunión bilateral en Moscú que debía realizarse antes de la cumbre.
Pero expresó esperanza de que tengan una discusión seria sobre Siria y
otros temas en San Petersburgo.
"El presidente Obama no fue elegido por el pueblo estadounidense para
complacer a Rusia. Y su humilde servidor no ha sido elegido por el
pueblo de Rusia para complacer a nadie tampoco", dijo sobre la relación
entre ambas naciones.
"Colaboramos, discutimos sobre algunos temas. Somos humanos. A veces
uno de nosotros se enfada. Pero me gustaría reiterar que los intereses
globales mutuos forman una buena base para hallar una solución conjunta a
nuestros problemas", dijo Putin.
También negó que Rusia tenga políticas antigay, un tema que ha
amenazado con abochornar al país cuando se prepara para realizar los
Juegos Olímpicos de Invierno en febrero.
El mandatario ruso, quien lleva un año de su tercer mandato como
presidente, parecía salirse del guion al mostrarse conciliatorio, en
medio de una creciente tensión en las relaciones entre Estados Unidos y
Rusia. Ambas naciones han tenido diferencias sobre Siria, el caso Edward
Snowden, el trato que da Rusia a la oposición y el decreciente espectro
de grupos de la sociedad civil rusa que reciben fondos de Occidente.
Putin dijo que sería "ridículo" que el gobierno del presidente Bashar
Assad —un inquebrantable aliado de Rusia— usara armas químicas cuando
estaba ganando terreno contra los rebeldes.
"Desde nuestro punto de vista, parece totalmente absurdo que las
fuerzas armadas, las fuerzas armadas regulares, que están a la ofensiva
hoy día y en algunas áreas tienen rodeados a los denominados rebeldes y
están acabando con ellos, bajo estas circunstancias empiecen a usar
armas químicas sabiendo bien que podrían servir como pretexto para que
se apliquen sanciones en su contra, incluido el uso de la fuerza", dijo.
El gobierno de Obama dice que 1.429 personas murieron en el ataque
del 21 de agosto contra un suburbio de Damasco. Las cifras de víctimas
dadas por otros grupos son considerablemente menores, y el gobierno de
Assad culpa del incidente a los rebeldes que tratan de derrocarlo. Un
equipo de inspección de la ONU espera los resultados de pruebas de
laboratorio efectuadas en tejido y muestras de suelo que recogió en su
visita a Siria para completar un reporte.
"Si hay datos de que se usaron armas químicas, y de que fueron usadas
específicamente por el ejército regular, esa evidencia debería enviarse
al Consejo de Seguridad de la ONU", manifestó Putin, un ex oficial de
la agencia soviética de espionaje conocida comúnmente como KGB. "Y debe
ser convincente. No debe fundamentarse en rumores e información obtenida
por servicios especiales mediante alguna clase de escucha telefónica,
ni en algunas conversaciones y cosas como esa".
Agregó que incluso en Estados Unidos "hay expertos que creen que la
evidencia presentada por el gobierno no parece convincente, y no
descartan la posibilidad de que la oposición efectuara una acción
premeditada de provocación para tratar de darle a sus amparadores un
pretexto para la intervención militar".
Comparó la evidencia presentada por Washington con los datos falsos
sobre armas de destrucción masiva utilizados por el gobierno de Bush
para justificar la invasión de Irak en 2003.
"Todos estos argumentos resultaron insostenibles, pero fueron usados
para lanzar una acción militar, lo que muchos en Estados Unidos
calificaron de error. ¿Ya olvidamos eso?", manifestó Putin.
Agregó que "no descarta" respaldar el uso de la fuerza contra Siria
en las Naciones Unidas si hay evidencia objetiva de que el régimen de
Assad usó armas químicas contra su pueblo. Pero advirtió enérgicamente a
Washington que no lance una acción militar sin la aprobación de la ONU
porque ello representaría una agresión.
Putin reiteró su exigencia de que antes de emprender acciones, Obama necesita la aprobación del Consejo de Seguridad.
Rusia puede vetar las resoluciones del Consejo y ha protegido a Siria de medidas punitivas en el organismo anteriormente.
Al preguntarle qué clase de evidencia sobre uso de armas químicas
convencería a Rusia, Putin dijo que "debe ser una investigación profunda
y específica con evidencia que sea obvia y demuestre más allá de
cualquier duda quién lo hizo y qué medios se usaron".
Agregó que era "prematuro" hablar sobre lo que Rusia haría si Estados Unidos atacara Siria.
"Tenemos nuestras ideas sobre qué haremos y cómo lo haremos en caso
de que la situación se desarrolle hacia el uso de la fuerza o de otra
manera", manifestó. "Tenemos nuestros planes".
Putin describió el sistema de misiles S-300 como "un arma muy
eficiente", y dijo que Rusia tenía un contrato para proveerlo a Siria.
"Hemos entregado algunos de los componentes, pero la entrega no se ha
completado. La hemos suspendido por ahora", afirmó.
"Pero si vemos que se toman medidas que violen las normas
internacionales existentes, pensaremos en cómo actuar en el futuro, en
particular sobre el suministro de armas tan delicadas a ciertas regiones
del mundo", manifestó.
Esa declaración podría ser una amenaza velada para revivir un
contrato para suministrar el S-300 a Irán, el cual canceló Rusia hace
unos años bajo la intensa presión de Estados Unidos e Israel.
Putin describió a Obama como un interlocutor franco y constructivo, y
refutó los reportes de que tomó como ofensa personal declaraciones de
Obama que comparan su lenguaje corporal con el de un estudiante
desgarbado y aburrido. El mandatario ruso dijo que las apariencias
engañan.
Putin también acusó a las agencias de espionaje de Estados Unidos de
estropear los esfuerzos para aprehender a Snowden, quien filtró
información secreta de la Agencia de Seguridad Nacional y es requerido
en Estados Unidos acusado de espionaje.
El presidente ruso dijo que Estados Unidos pudo haber permitido que
Snowden fuera a un país donde su seguridad no estuviera garantizada, o
haberlo interceptado en el trayecto, pero que en lugar de ello presionó a
otros países para que no lo aceptaran, o ni siquiera permitieran que
cruzara por su espacio aéreo el avión en que viajara. Rusia le otorgó
asilo temporal.
En otro tema, el líder ruso refutó los señalamientos de que Rusia
tiene políticas antigay, e indicó que Obama era bienvenido a reunirse
con activistas gays y lesbianas en Rusia durante su visita. Incluso dijo
que él mismo podría reunirse con un grupo similar si existe tal interés
de la comunidad gay en Rusia.
También rechazó las críticas a una ley que prohíbe la propaganda gay y
que provocó que algunos activistas exhortaran a boicotear los Juegos
Olímpicos de Invierno de Sochi 2014. Putin afirmó que no infringiría los
derechos de los homosexuales.
Aseveró que los atletas y los activistas no serían sancionados si
levantan banderas multicolores o pintan sus uñas con los colores del
arcoíris en los Olímpicos que se celebrarán del 7 al 23 de febrero.
Pero claramente no tiene intención de permitir un desfile del orgullo
gay ni otras acciones similares: el mes pasado firmó un decreto que
prohíbe todas las manifestaciones y mítines en Sochi durante los Juegos
de Invierno.
En cuanto al lenguaje corporal entre Putin y Obama que para algunos
indica una áspera relación de trabajo, el presidente ruso pidió no sacar
conclusiones apresuradas.
"Hay algunos gestos, claro, que solo se pueden interpretar de una
manera, pero nadie ha visto esa clase de gestos dirigidos por Obama
hacia mí, o por mí hacia Obama, y espero que eso nunca pase", dijo.
"Lo demás es pura fantasía".
Nova Ogariova
Tomado de http://www.sdpnoticias.com
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