Durante toda la Segunda Guerra Mundial Suiza fue uno
de los pocos países cuyo territorio nunca fue invadido por los soldados
nazis. ¿Pero a qué se deben los fiascos de Hitler que ayudaron a
sobrevivir a un país que se consideraba un paraíso financiero en el
corazón de Europa y una de las joyas del capitalismo?
El primer plan, llamado 'Operation Tannenbaum' ('operación árbol de
Navidad'), empezó a gestarse en junio de 1940 tras la conquista de
Francia, que dejó a los suizos rodeados por el enemigo. El Ejército del
Tercer Reich preparaba un ataque simultáneo desde el oeste y desde el
sur del país que, según esperaba Hitler, iba a provocar pánico entre la
población. No obstante, la operación nunca llegó a realizarse debido
a los planes de invadir la Unión Soviética, que requería significativos
recursos.
Un segundo plan que también buscaba aprovechar las posiciones nazis
en Francia fue presentado en octubre del mismo 1940, pero no provocó
mucho entusiasmo en el Tercer Reich y quedó en el olvido. A partir
de 1941 Hitler empezó a suavizar su política hacia el país helvético,
que seguía proporcionando a los nazis equipos ópticos y maquinaria de
guerra al mismo tiempo que mantenía relaciones comerciales con los
aliados.
Solo en 1943 los planes de la Alemania nazi de conquistar
Suiza fueron reactivados cuando el general Herman Böhme propuso una
estrategia para invadir el país mandando doce divisiones y tres
divisiones de montaña por el norte capturando las industrias intactas.
No obstante, la caída de Italia a finales de 1943 rompió las últimas
esperanzas de Hitler de apoderarse de Suiza, que se convirtió en una de
las pocas naciones europeas jamás conquistadas por los nazis. RT
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