Tras décadas de impunidad y verdades a medias, la Corte
Suprema de Justicia ordenó someter a proceso a 15 ex torturadores y
asesinos de la siniestra Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) por
el homicidio del ex funcionario de la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (Cepal), Carmelo Soria Espinoza, ultimado el 14 de
julio de 1976.
Carmelo Soria y sus hijos |
En fallo dividido, la Segunda Sala del
máximo tribunal -integrada por los ministros Haroldo Brito, Gloria Ana
Chevesich, Carlos Aránguiz, Andrea Muñoz y Carlos Cerda- revocaron la
decisión del ministro instructor del máximo tribunal Lamberto Cisternas
que rechazó los procesamientos, ordenando que sean procesados los
criminales Pedro Espinoza Bravo, Raúl Iturriaga Neumann, Guillermo
Salinas Torres, Jaime Lepe Orellana, René Quilhot Palma y Pablo Belmar
Labbé.
Lo mismo respecto de Michael Vernon Townley y Armando Fernández Larios, ambos refugiados en Estados Unidos y protegidos por ese país, y los exiliados cubanos Virgilio Paz Romero y Juan Morales Salgado, ambos fuera del alcance de los tribunales locales.
Como cómplices fueron acusados la
escritora y ex esposa del doble agente Townley -quien fue informante de
la CIA -, Mariana Callejas Honores, además de María Damiani Serrano,
Ricardo Muñoz Cerda y Carlos Sáez Sanhueza, mientras que como coautor de
homicidio calificado fue encausado José Lagos Ruiz.
Según se determinó en el fallo,
la detención ilegal y la tortura hasta la muerte de Carmelo Soria
Espinoza, así como los actos posteriores destinados a ocultar las reales
circunstancias en que esto ocurrió, fueron planificados y ejecutados en
cumplimiento de las órdenes dadas por quienes se desempeñaron como
jefes o superiores jerárquicos de la DINA, entre ellos, el fallecido
Manuel Contreras y el ex coronel del Ejército, Pedro Espinoza,
actualmente recluido en el penal Punta Peuco.
La Jornada en Línea
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