Originario de Tartaristán, el general Valeri Guerassimov, jefe del estado mayor de las fuerzas armadas de la Federación Rusa y viceministro de Defensa, es un conocedor del islam. Además de haber participado en la represión de crímenes cometidos por militares rusos en Chechenia, combatió victoriosamente a los yihadistas del Emirato Islámico de Itchkeria. |
Después
de haber negociado con Arabia Saudita, Siria y Turquía, el
establecimiento de una alianza regional contra el Emirato Islámico,
Rusia se ve ahora obligada a cambiar de estrategia ante el brusco viraje
turco. Ankara decidió finalmente romper con Moscú, anulando sin motivos
reales el contrato sobre el gasoducto Turkish Stream y creando con Ucrania una brigada islámica internacional destinada a desestabilizar Crimea [1], que además servirá al Emirato Islámico como refuerzo contra los kurdos del PKK y de las YPG.
En definitiva, Moscú y Washington han coordinado
la retirada de los misiles Patriot desplegados en Turquía y
la creación de una comisión militar ruso-siria.
El fin de la zona de exclusión aérea
Los misiles Patriot, instalados por la OTAN en Turquía a
partir de enero de 2013, impedían que la fuerza aérea de la Republica
Árabe Siria pudiera desplegarse en la frontera turco-siria. Eso permitió
a los yihadistas del Frente al-Nusra (al-Qaeda en Siria) apoderarse del
norte del país. A partir del verano de 2014, esa zona vedada a la
aviación siria fue ocupada por el Emirato Islámico.
Debido a esa situación, la fuerza aérea de la República Árabe Siria
no pudo bombardear al Emirato Islámico durante la batalla de Kobane y el
Ejército Árabe Sirio se vio obligado a tratar de avanzar con sus
fuerzas terrestres para acudir en defensa de la ciudad sitiada por los
yihadistas. Como las tropas sirias no lograban franquear los últimos
30 kilómetros para alcanzar Kobane, la prensa atlantista presentó a los
kurdos de las YPG (Unidades de Defensa del Pueblo) como fuerzas
no vinculadas a Damasco que defendían la ciudad, cuando en realidad la
República Árabe Siria había proporcionado a esos combatientes kurdos el
armamento que utilizan e incluso les garantiza una paga.
Los misiles Patriot, inicialmente desplegados en Turquía por
Alemania y Holanda, ahora son de Alemania y España. Según se ha
anunciado, esos medios pasarán un proceso de revisión técnica y
modernización antes de ser redesplegados en Lituania, en la frontera con
Rusia.
La entrada del ejército ruso en el conflicto de Siria
Rusia, que desde el inicio del conflicto se había mantenido al margen
de las operaciones militares, acaba de crear una comisión militar
ruso-siria. Sin embargo, la OTAN organizó anteriormente todo el conjunto
de acontecimientos de la llamada «primavera árabe», como la
guerra contra Siria, y coordinó las acciones de los grupos yihadistas
extranjeros con sus colaboradores libios y sirios –los llamados «rebeldes»– desde la base turca de Esmirna (Izmir) [3], convertida desde entonces en sede del LandCom (el mando de las fuerzas terrestres de los 28 Estados miembros de la OTAN).
Ahora, en el espacio de unas pocas semanas, numerosos consejeros militares rusos han llegado a Damasco.
Mientras tanto, 6 MiG-31, aviones considerados como
los mejores interceptores del mundo, acaban de ser entregados a la
República Árabe Siria. Se concretiza así una compra que databa de 2007
pero que estuvo bloqueada hasta ahora. La entrega de estos aviones
no viola el embargo sobre las entregas de armas ya que los MiG-31
no entran en la categoría de equipamiento que puede ser utilizado en
operaciones para mantener el orden. Por tratarse de aviones
interceptores, los MiG-31 sólo son útiles como medio de
garantizar la defensa del territorio nacional –en este caso ante
posibles incursiones de Israel o de Turquía, dos países que con diversos
pretextos han intervenido repetidamente en territorio sirio para
respaldar a los yihadistas, cuando estos últimos se han visto en
dificultades.
Por ejemplo, el 30 de enero de 2013, aviones israelíes bombardeaban
en Siria el Centro de Investigaciones Militares de Jemraya, afirmando
que se trataba de una operación para destruir armamento destinado al
Hezbollah. En realidad se trataba de destruir un dispositivo de la OTAN
para la transmisión de datos satelitales, que había caído en manos del
Ejército Árabe Sirio, para evitar que los sirios descubrieran el sistema
de cifrado utilizado [4].
La fuerza aérea de Israel realizó la operación en coordinación con el
llamado Ejército «Sirio Libre», que a su vez estaba dirigido por
oficiales de la Legión Extranjera de Francia, bajo la supervisión del
LandCom de la OTAN.
Simultáneamente, el ejército ruso acaba de entregar a Siria
–por primera vez– imágenes provenientes de sus satélites. Esta decisión,
esperada desde hace 5 años, modifica considerablemente la situación en
el plano militar. Hasta ahora, los yihadistas escapaban a menudo
al avance del Ejército Árabe Sirio porque disponían de las imágenes
satelitales que la OTAN les entregaba en tiempo real. Al parecer, hace
6 meses que la OTAN no está entregando ese tipo de información al
Emirato Islámico sino únicamente al Frente al-Nusra (al-Qaeda).
Para terminar, los consejeros militares rusos están reuniendo gran
cantidad de datos que deben permitirles estudiar la posibilidad de un
despliegue internacional bajo los auspicios de la ONU. Estos consejeros
presentarían un informe al Kremlin, que estudiará tanto la posibilidad
de emprender una operación rusa como la de una operación conjunta de la
Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), que se reunirá
el 15 de septiembre en Duchanbé, capital de Tayikistán.
Un posible despliegue de fuerzas de la OTSC en Siria ya se planteaba, en junio de 2012, durante la preparación de la «Conferencia Ginebra 1» [5].
La OTSC incluye 3 Estados con población musulmana –Kazajstán,
Kirguistán y Tayikistán– que resultarían por ello más aptos que Rusia
para luchar contra terroristas que se presentan como seguidores del
islam. Pero en el momento de la Conferencia Ginebra 1 no existía entre
la ONU y la OTSC un acuerdo que permitiera la participación de esa
alianza militar en las operaciones de paz de las Naciones Unidas.
Un acuerdo de ese tipo fue firmado el 28 de septiembre de 2012 y podría
aplicarse tanto en Afganistán como en Siria [6].
Los límites de la cooperación entre el Kremlin y la Casa Blanca
Pero no hay que olvidar que la cooperación entre el Kremlin y la Casa
Blanca tiene sus límites: Rusia quiere acabar con los yihadistas antes
de que se vuelvan contra ella mientras que Estados Unidos esperar
utilizar a algunos en otros conflictos, como ya lo hizo antes en
Afganistán, en Bosnia-Herzegovina, en Chechenia y en Kosovo.
Y ya en este momento, elementos del Emirato Islámico han llegado a la
región de Kherson, en Ucrania, donde ya se encuentra un llamado «gobierno de Crimea en el exilio».
Es evidente que, del lado estadounidense, la retirada de los misiles Patriot
es una trampa. A Washington le gustaría que Rusia redujera la cantidad
de yihadistas, pero también le encantaría verla empantanarse en Siria.
Es por eso que el oso ruso avanza con mucha prudencia.
[1] «Ucrania y Turquía han creado una brigada internacional islámica contra Rusia», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 15 de agosto de 2015.
[2] «Clinton, Juppé, Erdoğan, Daesh y el PKK», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 3 de agosto de 2015.
[3] “Izmir base likely to become NATO’s Land Component Command”, Today’s Zaman, 6 de junio de 2011.
[4] «Israel y el ESL atacan un centro sirio de investigación», Red Voltaire, 31 de enero de 2013.
[5] «Siria: Vladimir Putin propone una Fuerza de Paz de la OTSC», Red Voltaire, 3 de junio de 2012.
[6] «La OTSC podrá desplegar “chapkas azules” por mandato de la ONU», Red Voltaire, 29 de septiembre de 2012.
[2] «Clinton, Juppé, Erdoğan, Daesh y el PKK», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 3 de agosto de 2015.
[3] “Izmir base likely to become NATO’s Land Component Command”, Today’s Zaman, 6 de junio de 2011.
[4] «Israel y el ESL atacan un centro sirio de investigación», Red Voltaire, 31 de enero de 2013.
[5] «Siria: Vladimir Putin propone una Fuerza de Paz de la OTSC», Red Voltaire, 3 de junio de 2012.
[6] «La OTSC podrá desplegar “chapkas azules” por mandato de la ONU», Red Voltaire, 29 de septiembre de 2012.
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