Ante
todo, mis respetos a los grandes actores Leopoldo Fernández, Aníbal de Mar y
Mimí Cal, eje del elenco del conocido programa La Tremenda Corte, un clásico de
la radio cubana. Dicho esto, paso a referirme al bufo inauténtico, a la farsa
de esos personajes mal escritos que son Antúnez, Berta Soler y Antonio Rodiles,
que seguro van a hacer un tremendo ridículo. Llegaron hace dos días a Miami y
fueron recibidos en el aeropuerto por reporteros de la dócil prensa local, que
en lugar de preguntarles por las causas de su fracaso, por las razones para
carecer de seguidores dentro del pueblo cubano, les ayudaron a inventar
alucinantes respuestas para que la derecha de Miami no se percate de lo que
todo el mundo ve; que los mercenarios ni son valorados por sus propios amos
políticos, ni tienen relevancia alguna en las negociaciones entre Cuba y
Estados Unidos.
La
mal llamada oposición no pinta nada en los diálogos gobierno a gobierno, porque
no representa nada. No participa en las negociaciones políticas porque entre
los llamados opositores no hay siquiera un político de verdad. Ningún ciudadano
cubano le ha pedido a estos opositores que hablen en su nombre; ningún
municipio, ninguna circunscripción los ha elegido. Tampoco pintan nada en los
eventos entre científicos cubanos y norteamericanos porque no hay en la llamada
oposición ningún investigador de relieve; como no hay tampoco un deportista de
alto rendimiento; o un gran escritor. No los hay.
Lo
que estos holgazanes y mantenidos vienen a hacer a Miami es a luchar el
salario. Ellos saben que quedaron fuera del juego y que a estas alturas sus
proveedores se están cuestionando la inversión. Ya en la propia derecha de
Miami hay personas que piden otra renovación de las caras, nuevos mercenarios
que les permitan justificar un financiamiento por un tiempo cada vez más breve,
hasta que esos empleados se vuelvan a desgastar.
La
llegada de Rodiles a Miami, con su cara dura pero lozana, puede ser tomada como
prueba de la calidad de la cirugía cubana, o de los carpinteros o los albañiles,
porque la verdad que su jeta es de palo o de concreto. Después de las
descripciones dantescas que se hicieron sobre la llamada “golpiza” a este
cuenta cuentos, que se pasó como un mes exhibiendo un vendaje que el mal gusto
de la prensa de Miami no se cansó de promover, el público se merecía al menos
una pequeña cicatriz como prueba de lo sucedido; pero Rodiles se apeó del avión
andando más liso que una pista de hielo, con una nariz aguileña de perfil
griego.
Berta
llegó con el cuento de la lucha por la unidad de la oposición, cuando ya ella
no puede unir ni a las Damas de Blanco en la luchita por 15 dólares la caminata
(15.50 si ponen el gladiolo por su cuenta). Ni se sabe cuántas delegadas ni
representantes de las Damas de Blanco hay aguantando la piñata.
A
Antúnez seguramente alguien le aconsejó que diera una imagen más comprometida
con sus raíces, lo que él interpretó de forma superficial y estereotipada
arribando a Miami con una pachanguita de bongosero. Dicen que antes de reunirse
con el Directorio, Antúnez pasó por el Canal 41 de Miami a ver si podía
concursar en el programa Minuto de Fama. A lo mejor como rumbero le va mejor
que como “político”.
En
Miami se ha especulado bastante con la visita de estos bufones. Algunos dicen
que han venido a recibir instrucciones sobre lo que deben hacer cuando el
Secretario de Estado John Kerry aterrice en La Habana; otros lo contrario, que
están en Miami y con otro pie en Puerto Rico para que ni siquiera se les vea en
La Habana el próximo 14 de agosto, durante la ceremonia de la bandera en la
sede diplomática norteamericana. Sobre esto Rodiles amenazó con presentarse en
la embajada de Estados Unidos ese día; y Berta reconoció que a ella no la
habían invitado a nada.
Habrá
que ver si lo de Rodiles es algo más que una bravuconería para consumo de
Miami, o un simple performance.
Pero
son las declaraciones de Berta Soler las que reflejan el ánimo de esa llamada
oposición y sus amos en Miami; los han dejado colgados de la brocha y sin
escalera. Una vez más lo repito: son cadáveres políticos y solo les queda
seguir mintiendo y traicionándose entre ellos para ver quién puede llegar al
hueco donde aún quedan unos dólares para difuntos nada infantes.
Edmundo
García
(www.latardesemueve.com)
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