Hoy, dentro del marco del proceso
electoral presidencial que culmina el próximo domingo 14 de abril, se
cumplen 11 años del golpe fascista contra el Presidente Hugo Rafael
Chávez Frías, Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana. Hoy se ve
con mejor claridad aquel lamentable acontecimiento histórico, y aún nos
lacera el doloroso saldo de decenas de personas muertas y heridas junto
con todo los demás sufrimientos que trajo para todos los venezolanos.
Hoy son suficientes las evidencias para determinar, sin la menor duda,
que el cerebro planificador del golpe fue la Agencia Central de
Inteligencia (CIA) por órdenes del gobierno de los Estados Unidos, y que
el brazo ejecutor fueron los sectores opositores de la derecha criolla,
entre quienes se encontraba el mismísimo Henrique Capriles Radonski (el
nuevamente candidato presidencial de la misma derecha golpista). Pero
del otro lado se movilizó unido el glorioso bravo pueblo venezolano,
quien salió en defensa de su proceso revolucionario que en poco más de
tres años ya lo había dignificado, porque le devolvió la Patria que la
oligarquía le había arrebatado desde 1830, después de haberla ganado con
las armas en las manos, al costo de enormes sacrificios, bajo el
liderazgo del Libertador Simón Bolívar.
Después de 11 años no se puede olvidar que un importante sector de la
ciudadanía fue utilizado por la entonces llamada Coordinadora
Democrática, el bloque político antichavista, el mismo bloque que ahora
se hace llamar MUD, que sigue intentando destruir a la Revolución
Bolivariana, sin descartar todavía, hoy, la vía de la violencia para
cumplir lacayunamente su papel dentro de los planes de los imperialistas
norteamericanos hacia nuestro país.
Pruebas de todo tipo nos conducen a la misma fatalidad: los hechos
siguieron un guión preciso al más puro decadente estilo hollywoodense.
Nada quedó a la suerte, todo tenía que suceder según las escrituras. Así
se confirmó meses después en las investigaciones de la Asamblea
Nacional y en las de otros organismos del Estado. Para el asombro de los
venezolanos, en unas conferencias dictadas en la Universidad Católica
Andrés Bello (UCAB) y en la Universidad Bicentenaria del Estado Aragua,
el periodista de CNN Otto Neustaldt, reveló que el día 11 de abril lo
invitaron a grabar el pronunciamiento que haría un grupo de altos
oficiales, tal cual como se le habían informado en la noche anterior.
Neustald, con detalles, narró en esas conferencias que en una lujosa
oficina del edificio El Palacio del Cristal ubicado en el municipio
Chacao del este de Caracas, los golpistas reunieron a un grupo de
canales de televisión, escogido anticipadamente, entre los que se
encontraba CNN. A las 1:15 pm, luego de varios ensayos previos de
lectura y enfoque, el vicealmirante Ramírez Pérez describió los hechos
que debían suceder, como por decreto, dos horas después con estas
palabras: “Hemos decidido dirigirnos al pueblo venezolano para
desconocer el actual régimen de gobierno y la autoridad de Hugo Chávez
Frías… están masacrando a personas inocentes con francotiradores, para
este momento van seis muertos y decenas de heridos en Caracas”. Así, de
esa manera burda, cada actor contratado hizo su papel en aquella oscura
opereta, donde todo sólo utilería macabra para derrocar al Presidente
Chávez y con él a la Revolución Bolivariana.
Revisemos a grandes rasgos los pasos dados por los conspiradores para
dar el golpe: 1) En diciembre del 2001 ya se anuncia la tentativa
insurreccional. 2) La nómina mayor de Petróleos de Venezuela (Pdvsa)
convoca a un paro no justificado por ninguna reivindicación laboral ni
apoyado por los sindicatos petroleros. 3) La patronal Fedecámaras llama a
un paro nacional para el día martes 9 de abril. 4) La vieja mafia
sindicalera de la CTV (que no representaba ni al 17% de la fuerza
laboral) se unió al cierre patronal.
Los grandes medios de comunicación privados divulgaron coordinadamente
sus llamados en forma unánime y abrumadora. Ejecutaron premeditadamente
un golpe de Guerra de IV Generación. Lo hicieron de manera sistemática
como se sigue a un director de orquesta, paso a paso, hasta anunciar,
como lo hizo El Nacional en el gran titular de primera página que en ese
día 11 “La batalla final será en Miraflores”. Condujeron la marcha
opositora, ya psicológicamente domesticada hasta el paroxismo en el odio
al pueblo, hacia donde estaba calculado ejecutar el paso decisivo del
plan golpista: asesinar fríamente a sus propios seguidores en la marcha y
a al pueblo bolivariano que defendía el palacio de gobierno, y, luego,
con la desvergonzada manipulación mediática forzar la salida del
Presidente Chávez, como ocurrió. Pero la realidad concreta, como está
demostrado, no es un laboratorio donde reinan las condiciones ideales,
sino que es el reino de las múltiples determinaciones, y los golpistas
de opereta no pudieron predecir que el día 13 el pueblo, en unión con la
Fuerza Armada, se rebeló triunfante hecho millones y regresó a su líder
para reinstalarlo nuevamente en la Presidencia de la República en la
madrugada del 14 de abril.
Hace 11 años el pueblo venezolano demostró su histórico heroísmo y su
absoluto apego a sus convicciones democráticas y revolucionarias.
Destacó la dignidad de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana que siempre
ha sido y es leal a la Constitución y a su Comandante Supremo Hugo
Chávez. Y vimos también el coraje de nuestra dirección política para
enfrentar a los golpistas, donde destacó Nicolás Maduro, quien será
electo por el pueblo de Chávez como el nuevo Presidente de la República
el próximo domingo 14 de abril.
Irán Aguilera | ||
Jueves, 11 de Abril de 2013 08:20 |
Tomado de http://www.rnv.gov.ve
No hay comentarios:
Publicar un comentario