Con el saludo entre sonrisas cordiales entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y su par estadounidense, Barack Obama, como la imagen característica de un encuentro que estará marcado por posiciones encontradas, comenzó en la tarde rusa la cumbre del G-20 en San Petersburgo, en la que Siria será un tema obligado.
La cita arrancó con un acto oficial en el que Vladimir
Putin, presidente de Rusia y anfitrión de la cumbre, recibió a los
líderes del Grupo en el Palacio de Constantino, situado en la localidad
de Strelna frente a las costas del golfo de Finlandia. Con asistencia
perfecta de los 20 países miembro del foro, arrancó cerca de las 11
(hora argentina) la primera sesión primaria de la cumbre anual del grupo
en el palacio de Constantino, que finaliza mañana.
El tema central de este primer encuentro es el de
"crecimiento económico y economía global". Más tarde asistirán a una
cena donde debatirán sobre "crecimiento y desarrollo para todos", según
el programa oficial difundido.
Sin embargo, el jefe del Kremlin propuso abordar la
situación en siria durante la cena que los mandatarios celebrarán tras
la sesión plenaria para no alterar la agenda de las reuniones.
"Varios de los participantes me han pedido que se les
dé la posibilidad de discutir otros temas muy importantes y graves de
política internacional que no figuraban en un primer momento en nuestro
plan, en particular, la situación en Siria", dijo el presidente ruso.
Obama, que llegó a la ciudad procedente de Suecia, se propone recabar apoyo internacional para lanzar un ataque "limitado" contra Siria, después de asegurar que el presidente sirio, Bashar al-Assad, es responsable del reciente ataque con armas químicas contra la población civil.
Por su parte, Rusia se ha mostrado categóricamente en
contra de una acción militar contra Siria sin el beneplácito del Consejo
de Seguridad de la ONU y sin pruebas claras de la implicación del
régimen sirio en el ataque químico.
Además de la diferencias en torno a Siria, las relaciones entre Washington y Moscú se tensaron desde que Putin otorgó asilo político al ex consultor de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) Edward Snowden, quien filtró información sobre un vasto programa de espionaje estadounidense. Por ese motivo, la Casa Blanca canceló la reunión bilateral que ambos presidentes iban a mantener por estos días en San Petersburgo.
Opiniones encontradas
Tras el apoyo arrancado a los líderes del Congreso
y la aprobación por la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado,
ayer, de su proyecto para llevar a cabo una operación militar en Siria,
el presidente demócrata espera obtener la luz verde de los congresistas
para llevar a cabo ataques "selectivos" contra el país árabe, acusado de
utilizar armas químicas contra la población civil.
En San Petersburgo, Obama se reunirá entre otros con su homólogo francés, François Hollande,
un entusiasta partidario de una intervención en Siria. El presidente
francés trata de recabar apoyos tanto dentro del país como a nivel
europeo para este proyecto de propinar junto con su aliado
estadounidense un "castigo" al régimen sirio de Bashar al-Assad. Pero la
oposición a una intervención militar no se limita a Rusia y China,
países que han bloqueado sistemáticamente toda resolución de condena a
Damasco en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Tomado de http://www.lanacion.com.ar
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