lunes, 16 de septiembre de 2013

El vergonzoso silencio de los gobernantes italianos (español, italiano, francés e inglés)



El vergonzoso silencio de los gobernantes italianos

por Manlio Dinucci


Las numerosas declaraciones del papa Francisco contra todo proyecto de intervención internacional en Siria han puesto a la clase política italiana en una posición tremendamente incómoda. Indecisos entre su fidelidad al jefe de la iglesia católica y su sumisión a Estados Unidos, los responsables políticos italianos optan por restar importancia al papel de su país.

Red Voltaire| Roma (Italia)| 10 de septiembre de 2013

Existe en Italia una tradición muy enraizada. Cada vez que el papa abre la boca, un coro de voces de consenso bipartidista se hace oír entre la clase política. Pero en esta ocasión, el papa Francisco se pronuncia contra la guerra, refiriéndose de forma implícita, pero muy clara, al ataque que se prepara contra Siria. Francisco I planteó la siguiente interrogante: «Guerra por aquí, guerra por allá –porque hay guerras por todos lados. ¿Es esta verdaderamente una guerra provocada por problemas o una guerra comercial para vender armas?»

Ante una declaración tan contundente y ante la gran movilización popular que la respalda, el coro se ha quedado mudo. Y han estado prácticamente ausentes de los medios de prensa los habituales aplausos del presidente de la República, del jefe y de los miembros del gobierno y de los secretarios de los grandes partidos. Para compensar, el secretario del PD (Partito Democratico), Guglielmo Epifani, felicitó al gobierno por haber adoptado «una opción justa desde el principio al declararse contrario a la intervención en Siria».

Epifani olvidó que, el día anterior, el gobierno de Letta había suscrito, al margen del G20 reunido en San Petersburgo, la Declaración sobre Siria presentada por Estados Unidos, documento que condena al gobierno sirio por su «aterrador ataque con armas químicas», acusa al Consejo de Seguridad de la ONU de estar «paralizado» (por el veto ruso) y reclama «una fuerte respuesta internacional».

Epifani tampoco menciona el hecho que Italia figura en primera línea en la preparación del ataque aeronaval contra Siria ya que ese ataque, al igual que el que se perpetró contra Libia en 2011, se desarrollaría bajo las órdenes del Mando estadounidense de Nápoles y con el respaldo de toda la red de bases que Estados Unidos y la OTAN mantienen en suelo italiano, en particular las de Sigonella –en Sicilia– y Camp Darby –en Pisa.

Para un primer ataque, de una duración de varios días, las fuerzas aeronavales ya movilizadas por Estados Unidos y Francia son más que suficientes y dispararían cientos de misiles y bombas dotadas de ojivas penetrantes. Probablemente se utilizarían también varios bombarderos estratégicos B-52 Spirit, los aviones más caros del mundo –más de 2 000 millones de dólares cada uno–, ya utilizados contra Serbia, Irak y Libia. Diseñados para asestar golpes nucleares, son también capaces de transportar cada uno más de 18 toneladas de bombas y misiles con ojivas no nucleares.

La participación directa de Italia en la primera fase es por lo tanto innecesaria en el plano militar, aunque no por ello se excluye. En efecto, pretextando oficialmente la necesidad de proteger el contingente italiano destacado en Líbano, se ha enviado al Mediterráneo el navío contratorpedero lanzamisiles Andrea Doria, que se une así a las unidades navales de Estados Unidos, Francia, Israel y Turquía ya desplegadas frente a las unidades rusas. Una situación que se hace cada vez más peligrosa ya que, con la próxima llegada de otros buques rusos, habrá en el Mediterráneo oriental un total de 12 unidades rusas.

Epifani también calla el hecho que Italia está desde hace mucho tiempo implicada en el respaldo a la agresión interna contra Siria. Italia es miembro del grupo intergubernamental de «Amigos de Siria» que, reunidos en Doha en junio de 2013, se comprometieron abiertamente a armar a los «rebeldes», algo que ya venían haciendo desde mucho antes bajo la dirección de la CIA.

A pesar de su silencio, el gobierno italiano no dejó de participar el sábado pasado en la plegaria por la paz. El ministro de Defensa Mauro se fue hasta la plaza San Pedro, pero no quiso responder a los periodistas que le preguntaban cómo podía conciliar la plegaria por la paz con la compra de aviones de combate F35. El primer ministro Letta se presentó en la iglesia de Cernobbio [1], pero él tampoco respondió cuando se le preguntó si estaba participando en el ayuno por la paz [2].

[Letta] aprendió la regla del silencio participando en el Grupo de Bilderberg, cúpula de los poderes ocultos. En su reunión de 2012 –siempre a puertas cerradas y rodeado de un estricto silencio de la prensa– ese restringido grupo invitó simultáneamente a Letta y a varios oscuros «representantes de la oposición siria».


Manlio Dinucci
Fuente Il Manifesto (Italia)

«L’arte della guerra»

L’imbarazzato silenzio dei governanti

di Manlio Dinucci

Rete Voltaire| Roma (Italia)| 10 settembre 2013

È tradizione consolidata in Italia che, ogni volta che il Papa apre bocca, si leva dai politici un coro bipartisan di consensi. Ora però Papa Francesco si è espresso contro la guerra, rife-rendosi implicitamente ma chiaramente all’attacco in prepa-razione contro la Siria. E si è chiesto: «Questa guerra di là, quest’altra di là - perché dappertutto ci sono guerre - è davve-ro una guerra per problemi o è una guerra commerciale per vendere queste armi?».

Di fronte a tale presa di posizione e alla vasta mobilitazione popolare che la sostiene, i coristi si sono ammutoliti. Praticamente assenti, sui media, i soliti plausi del presidente della repubblica, del capo e dei membri del governo, dei segretari dei maggiori partiti. In compenso, il segretario del Pd Guglielmo Epifani ha lodato il governo perché ha fatto «una scelta giusta fin dal principio, dichiaran-dosi contrario all’intervento in Siria». Si è dimenticato

Epifani che il giorno prima il governo Letta aveva sottoscritto, ai margini del G-20 a San Pietroburgo, la Dichiarazione sulla Siria presentata dagli Stati uniti, che condanna il governo si-riano per il «terrificante attacco con armi chimiche», accusa il Consiglio di sicurezza di essere «paralizzato» (dal veto russo) e chiede «una forte risposta internazionale».

Tace Epifani anche sul fatto che l’Italia è in prima linea nella preparazione dell’attacco aeronavale alla Siria: come quello contro la Libia nel 2011, sarebbe diretto dal Comando Usa di Napoli e soste-nuto dall’intera rete di basi Usa/Nato in Italia, in particolare da quelle di Sigonella e Camp Darby.

Per un primo attacco, della durata di alcuni giorni, sono più che sufficienti le forze aeronavali messe in campo da Stati uniti e Francia, che lance-rebbero centinaia di missili e bombe a testata penetrante. Sa-rebbero probabilmente impiegati anche bombardieri strategici B-2 Spirit, gli aerei più cari del mondo (oltre 2 miliardi di dollari ciascuno), già usati contro la Serbia, l’Iraq e la Libia. Concepiti per l’attacco nucleare, possono trasportare oltre 18 tonnellate di bombe e missili a testata non-nucleare.

Una par-tecipazione diretta italiana nella prima fase è quindi superflua sul piano militare, anche se non esclusa: con la motivazione ufficiale di proteggere il contingente italiano in Libano, è sta-to inviato nel Mediterraneo orientale il cacciatorpediniere lanciamissili Andrea Doria, che si aggiunge alle unità statuni-tensi, francesi, israeliane e turche che fronteggiano quelle russe. Situazione sempre più pericolosa: con quelle in arrivo, le navi da guerra russe nel Mediterraneo orientale saliranno a 12.

Epifani passa sotto silenzio anche il fatto che l’Italia è da tempo impegnata a sostenere la guerra interna: partecipa al gruppo intergovernativo degli «Amici della Siria» che, lo scorso giugno a Doha, si è apertamente impegnato a fornire armi ai «ribelli» (cosa che da tempo già faceva sotto direzio-ne Cia). Pur tacendo, il governo non ha però fatto mancare la sua presenza alla preghiera per la pace. Il ministro della dife-sa Mario Mauro è giunto alla veglia in piazza San Pietro, senza però rispondere ai giornalisti che gli chiedevano come possa conciliarsi la preghiera per la pace con l’acquisto degli F35. Il premier Letta è andato in chiesa a Cernobbio, ma ha taciuto quando gli hanno chiesto se partecipava al digiuno per la pace.

La regola del silenzio l’ha imparata partecipando al gruppo Bilderberg, cupola dei poteri occulti, che nel meeting 2012 (sempre a porte chiuse e in silenzio stampa) ha invitato insieme a Letta oscuri «rappresentanti dell’opposizione siria-na».

Manlio Dinucci
Fonte Il Manifesto (Italia)

« L’art de la guerre »

Le silence embarrassé des gouvernants italiens


par Manlio Dinucci

Les multiples interventions du pape François Ier contre tout projet d’intervention internationale en Syrie ont plongé la classe politique italienne dans un profond inconfort. Partagés entre leur allégeance au chef de l’Église catholique et leur dépendance aux États-Unis, les responsables italiens ont choisi de minimiser le rôle de leur pays.

Réseau Voltaire| Rome (Italie)| 10 septembre 2013

C’est une tradition bien établie en Italie que, à chaque fois que le pape ouvre la bouche, un chœur bipartisan de consensus se lève chez les politiciens. Mais à présent pape François s’est exprimé contre la guerre, en se référant implicitement mais clairement à l’attaque en préparation contre la Syrie. Et il s’est demandé : « Cette guerre ici, cette guerre là-bas —parce qu’il y a des guerres de tous côtés— est-ce vraiment une guerre à cause de problèmes ou est-ce une guerre commerciale pour vendre des armes ? ».

Face à une telle prise de position et à la vaste mobilisation populaire qui la soutient, les choristes se sont faits muets. Pratiquement absents, sur les médias, les habituels applaudissements du président de la République, du chef et des membres du gouvernement, des secrétaires des plus grands partis. En compensation, le secrétaire du PD (Partito democratico) Guglielmo Epifani a félicité le gouvernement d’avoir fait « un choix juste dès le départ, en se déclarant opposé à l’intervention en Syrie ».

Epifani a oublié que, la veille, le gouvernement Letta avait souscrit, en marge du G20 à Saint-Pétersbourg, la Déclaration sur la Syrie présentée par les États-Unis, qui condamne le gouvernement syrien pour sa « terrifiante attaque avec des armes chimiques », accuse le Conseil de sécurité d’être « paralysé » (par le veto russe) et demande « une forte riposte internationale ».

Epifani se tait aussi sur le fait que l’Italie est en première ligne dans la préparation de l’attaque aéronavale contre la Syrie : comme pour celle contre la Libye en 2011, elle serait dirigée par le Commandement USA de Naples et soutenue par tout le réseau de bases USA/OTAN en Italie, en particulier par celles de Sigonella (Sicile) et de Camp Darby (Pise).

Pour une première attaque, d’une durée de quelques jours, les forces aéronavales mises en action par les USA et par la France sont plus que suffisantes : elles lanceraient des centaines de missiles et bombes à tête pénétrante. Seraient probablement utilisés aussi des bombardiers stratégiques B-52 Spirit, les avions les plus chers du monde (plus de 2 milliards de dollars chacun), déjà utilisés contre la Serbie, l’Irak et la Libye. Conçus pour l’attaque nucléaire, ils peuvent transporter plus de 18 tonnes de bombes et missiles à tête non-nucléaire.

Une participation directe italienne dans la première phase est donc superflue sur le plan militaire, même si elle n’est pas exclue ; au motif, officiel, de protéger le contingent italien au Liban, on a envoyé en Méditerranée orientale le contre-torpilleur lance-missiles Andrea-Doria, qui s’ajoute aux unités étasuniennes, françaises, israéliennes et turques qui font face aux unités russes. Situation de plus en plus périlleuse : avec ceux qui arrivent, les navires de guerre russes en Méditerranée orientale atteindront les 12 unités.

Epifani passe aussi sous silence le fait que l’Italie est depuis longtemps engagée à soutenir la guerre intérieure en Syrie : elle participe au groupe intergouvernemental des « Amis de la Syrie » qui, en juin dernier à Doha, s’est ouvertement engagé à fournir des armes aux « rebelles » (ce qu’il faisait déjà depuis longtemps sous la direction de la CIA).

Bien que silencieux, le gouvernement n’a cependant pas manqué de participer samedi dernier à la prière pour la paix. Le ministre de la Défense Mauro a rejoint la veillée place Saint-Pierre, sans toutefois répondre aux journalistes qui lui demandaient comment il arrivait à concilier la prière pour la paix avec l’achat des F35. Le Premier ministre Letta est allé à l’église à Cernobbio [1] mais n’a pas répondu quand on lui a demandé s’il participait au jeûne pour la paix.

La règle du silence, il l’a apprise en participant au groupe de Bilderberg, coupole des pouvoirs occultes, qui à son meeting 2012 (toujours à huis clos et silence avec la presse) a invité en même temps que Letta d’obscurs « représentants de l’opposition syrienne ».

Cette rubrique a été écrite avant que les ministres des Affaires étrangères syrien et russe Walid al Mouallem et Sergueï Lavrov répondent à « l’offre de paix » de John Kerry.

Manlio Dinucci
Traduction Marie-Ange Patrizio
Source Il Manifesto (Italie)

The embarrassed silence of the Italian rulers

by Manlio Dinucci

Pope Francis’ multiple pronouncements against any proposed international intervention in Syria have plunged the Italian political class into a deep discomfort. Torn between their allegiance to the head of the Catholic Church and their dependence on the United States, Italian officials have chosen to minimize the role of their country.

Voltaire Network| Rome (Italy)| 11 September 2013

It is a well established tradition in Italy that, whenever the Pope opens his mouth, a chorus of bipartisan consensus rises among politicians. But now Pope François has spoken against the war, referring implicitly but clearly to the planned attack against Syria. And he wondered: "This war here, this war there - because there wars on all sides , is it really a war because of problems or is it a trade war to sell weapons? ".
Faced with such a position and the broad popular mobilization that supports it, the chorists have muted themselves. Virtually absent in the media are the usual applause from the President, Head and members of the government and secretaries of the biggest parties. In compensation, the secretary of PD ( Partito Democratico ), Guglielmo Epifani, congratulated the government for "a right choice from the start, expressing opposition to the intervention in Syria."

Epifani has forgotten that the day before, the Letta government had agreed, on the sidelines of the G20 in St. Petersburg to the Declaration on Syria by the United States, which condemned the Syrian government for its "terrifying attack with chemical weapons", accused the security Council of being "paralyzed" (the Russian veto) and requested "a strong international response ."

Epifani also remained silent concerning the fact that Italy is on the front line in the preparations for the naval attack against Syria: just as it was for the one against Libya in 2011, it would be headed by the U.S. Command in Naples and supported by all the network of USA/ NATO bases in Italy , especially those of Sigonella (Sicily) and Camp Darby (Pisa) .

For the first attack, lasting a few days, the air forces put into action by the U.S. and France are more than enough: they would launch hundreds of missiles and bombs with penetrating warheads. Strategic B-52 Spirit bombers would probably also be used. They are the world’s most expensive aircraft (more than $ 2 billion each), already used against Serbia , Iraq and Libya. Designed for nuclear attack, they can carry more than 18 tons of bombs and missiles with non- nuclear warhead.

Direct Italian involvement of a military kind in the first phase is redundant, although it is not excluded. Ostensibly to protect the Italian contingent in Lebanon, the anti-torpedo missle launcher Andrea Doria has been sent to the Eastern Mediterranean, adding to U.S., French , Israeli and Turkish units facing the Russian units. The situation is more and more perilous as Russian warships in the eastern Mediterranean will reach 12 units .

Epifani also ignores the fact that Italy has long been committed to supporting the internal war in Syria: it participates in the intergovernmental group "Friends of Syria", which last June in Doha, has openly committed to providing arms to the "rebels" (which it was already doing all along under the directions of the CIA ).

Although silent, the government did not fail to attend last Saturday’s prayers for peace. The Defence Minister Mauro joined the vigil in St. Peter’s Square, without for as much responding to journalists who asked him how he managed to combine prayer for peace with the purchase of F35s. Prime Minister Letta went to church in Cernobbio but did not respond when asked if he participated in the fast for peace .

The rule of silence , he learned by participating in the Bilderberg Group, dome of occult powers , which at their 2012 meeting ( always in private and away from the press ) invited along with Letta obscure "representatives of the Syrian opposition".


Manlio Dinucci
Translation Roger Lagassé
Source Il Manifesto (Italy)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ShareThis