La familia del difunto cantautor chileno Víctor Jara presentó ante un
tribunal del Estado de Florida, en Estados Unidos, una demanda contra
el exoficial del Ejército Pedro Pablo Barrientos, acusado de su
asesinato, informó su abogado.
"La demanda se presentó ante el Juzgado de Distrito Federal para el
Distrito Central del Estado de Florida, contra Pedro Pablo Barriento
Núñez, exoficial del Ejército chileno que actualmente reside en Deltona,
Florida", señaló un comunicado la ONG Centro de Justicia y
Responsabilidad (CJA) y los abogados Chadbourne & Parke,
representantes de la familia en Estados Unidos.
Víctor Jara fue detenido, torturado y acribillado con 44 balazos días
después del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 contra el
socialista Salvador Allende, que derivó en una dictadura de 17 años
liderada por Augusto Pinochet.
La querella incluye cargos "por los delitos de tortura, asesinato
extrajudicial y crímenes de lesa humanidad", y transcurre de forma
paralela a la petición de extradición de Barrientos realizada por la
Justicia chilena a Estados Unidos el pasado mes de enero.
"Esta demanda serviría para el proceso de extradición que está en
curso", dijo a la AFP Nelson Caucoto, el abogado chileno de la familia
de Víctor Jara.
La Justicia chilena ordenó la detención en diciembre de ocho
exmilitares, dos de ellos acusados de autores directos del delito (uno
es Pedro Barrientos), y otros seis acusados de ser cómplices.
En marzo, cuatro de los detenidos acusados de complicidad accedieron a la libertad condicional.
Actor, director teatral y cantante, Víctor Jara alcanzó fama con
temas como "Te recuerdo Amanda", "El cigarrito" o "El derecho de vivir
en paz", melodías de amor y protesta social que lo convirtieron en un
ícono de la música popular latinoamericana.
Militante del Partido Comunista y ferviente defensor del proyecto de
Unidad Popular que encabezó el derrocado Allende, fue detenido un día
después del golpe de Estado y torturado junto a otros 5.000 prisioneros
en el Estadio Chile, en el centro de Santiago, usado en esa época como
centro de apremios y que hoy lleva el nombre del cantautor.
Hasta ahora la justicia no había logrado identificar a los autores
materiales de su asesinato, uno de los crímenes más emblemáticos de la
cruenta dictadura de Pinochet, que dejó más de 3.200 víctimas mortales y
38.000 torturados.
AFP
Tomado de http://noticias.terra.com
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