Todos conocieron el cisma
que ocurrió entre dos sobredimensionados grupúsculos de mercenarios en la Isla:
UNPACU y Las Damas de Blanco. Como resultado de esta peculiar bronca entre
mercenarios, sobre todo por sucios afanes protagónicos y por el paquete de
dinero que reciben desde el exterior, se provocó también un aparente cisma
entre sus financistas, sobre todo en organizaciones terroristas de línea dura
como la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) y el Consejo por la Libertad
de Cuba. Sorprendentemente, la FNCA se parcializó por Las Damas de Blanco, luego de fuertes controversias entre sus directivos,
quienes sacan sus tajadas del dinero de la USAID y otros sospechosos
contribuyentes.
El fuerte choque entre José Daniel Ferrer, jefe de
UNPACU, y Berta Soler, cabecilla de Las Damas de Blanco, puso al desnudo los
más sucios intereses que subyacen entre los contrarrevolucionarios cubanos.
Mientras el hermano de José Daniel hizo una ardua labor de lobby para
privilegiar a su pariente, pero perdió el apoyo de sus viejos amigos
terroristas. Coqueteó con todo aquel al que pudiera sacarle un dólar para la “causa”,
mientras José Daniel aumentaba sus denuncias y sobredimensionaba sus proyectos,
afectado por una avalancha de denuncias comprometedoras sobre su transparencia
con el manejo de las finanzas de UNPACU. Parece ser que fue menos cauto que la
Soler en eso de estafar a sus compinches.
Luis Enrique buscó la ayuda de la más recalcitrante
mafia anticubana y de varios políticos en el Congreso, obteniendo, al parecer,
el apoyo de la llamada línea dura cubano americana, el Club de Ex Presos
Políticos y la Asamblea de la Resistencia, entre otros. Mientras tanto, sus
padrinos aprovechaban a los mercenarios viajeros para presionarlos para
fortalecer a UNPACU, tal como se hizo con el Coco Fariñas.
Sabido es que Obama y organizaciones tapaderas de la
CIA como la USAID, el IRI, la
NED y otras, han puesto un considerable soporte financiero en manos de la FNCA
para abastecer económicamente a los grupúsculos internos, en detrimento de la
Asamblea de la Resistencia, hasta hace un tiempo la manejadora de esa ayuda.
Las Damas de Blanco están favorecidas por un poderoso
grupo de directivos de la FNCA, sobre todo los vinculados a actividades
terroristas, así como la mayoría de los cabecillas del Consejo para la Libertad
de Cuba (CLC). De esta forma, criminales como Pepe Hernández -presionado por
políticos influyentes y sus amigos de la FNCA-, y Horacio Salvador García Cordero -separados
en apariencia, pues éste pertenece al CLC-, se unieron a Remedios Díaz Oliver, Yolanda Huerga y otros,
para administrar los fondos para los “opositores”.
Todo este cambio en el financiamiento y su manejo
responde a un cambio en diseño el subversivo conformado por la Casa Blanca, según
las apreciaciones de Obama y John Kerry
hacia Cuba, lo que obligó a la FNCA a renunciar a su apoyo a UNPACU. Este
movimiento en el tablero de ajedrez fue realizado con el consentimiento de
Ileana Ros-Lehtinen, Marco Rubio, Bob Menéndez, Mario Díaz Balart, Joe García y
otros políticos mafiosos. Luis Enrique
Ferrer fue expulsado de las filas de la dirección de la FNCA como un acuerdo
previo entre pandilleros.
Un papel principal en esta maniobra fue la caída de
imagen sufrida por José Daniel Ferrer, acusado de estafa de fondos, acoso
sexual, exclusión descarada de miembros del grupo, así como la imagen de
abusador por las golpizas propinadas a su esposa Belkis Cantillo y a su amante Liudmila Cedeño.
Dominado por la falta de apoyo de sus fuentes de
financiamiento, José Daniel Ferrer tuvo que ceder y aceptar la injerencia de
sus nuevos amos, los que le impusieron a Ángel Moya como Coordinador de la UNPACU en Occidente, con el
cual mantiene una pública ojeriza y es, además, esposo de Berta Soler. Por otra
parte, la presencia del Coco Fariñas, aún más sobredimensionado mediáticamente que Ferrer, ha debilitado las posiciones
caudillistas esgrimidas por el debilitado ex capo de UNPACU fragilizan su
destino.
Aun cuando Berta Soler ha salido aparentemente airosa
del encontronazo, no todo para ella es color de rosa. Mucho se ha hablado sobre sus estafas
continuadas a sus socias dentro del grupúsculo y su reputación también está en
tela de juicio. Habilidosa, usando la figura de la fallecida Laura Pollán, la
Soler ha sacado más provecho en sus viajes como mercenaria.
Cualquier desenlace puede esperarse en el futuro. La
FNCA no ha sido transparente en el manejo de los dineros y aún pesa sobre ella
sus vínculos directos con el terrorismo, lo que puede hacer variar a Obama en
sus favores. Todo esto hace esperar nuevos chanchullos entre los mercenarios y
que se destapen nuevos reprobables escándalos.
Las Damas de Blanco y su líder Berta Soler no tienen
nada de santas. Se sabe que planearon con la FNCA y el CLC acciones
provocadoras durante la anterior Feria Internacional del Libro de la Habana y
la visita a Cuba del Papa Benedicto XVI. En esa ocasión estaba involucrado el
tenebroso Luis Posada Carriles, criminal usado por la FNCA a diestra y
siniestra.
Lo
cierto es que EE UU cuenta con pocas opciones para desarrollar una actividad
subversiva en las calles y sus principales actores –UNPACU y Las Damas de
Blanco-, están en una franca pérdida de imagen. Los otros mercenarios elitistas
como Yoani Sánchez, Antonio Rodiles,
Eliécer Ávila, Reyner Agüero, etc., se ocupan de otros asuntos menos callejeros
y con una percepción elitista.
Pobre
Obama, pues cuenta con unos pocos pillos para articular su guerra ideológica
contra Cuba. Parece no haber tenido en cuenta el refrán que reza: “A can que
lame ceniza, no le debes confiar la harina.”
Percy
Francisco Alvarado Godoy
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