Grupo de trabajo de Solidaridad sin Fronteras, de izquierda a derecha los doctores: Jesús M. Cruz, Julio C. Castellanos, Luis Felipe Cubillas, entre otros |
En los últimos meses se ha
puesto de manifiesto una fuerte campaña mediática contra el sistema de salud
cubano, manipulando descaradamente la colaboración médica en diversos países y
tratando de reforzar, a la par, la idea de un total deterioro del mismo.
Diversas fuentes enemigas
han centrado su discurso en el abandono por parte de profesionales de la salud
de las misiones en las que se encuentran, obviando que son los propios enemigos
de Cuba los que trabajan arduamente en diversos programas encaminados a
incentivar la deserción de los mismos, abriendo las puertas a los desertores
hacia EEUU, como forma sugerida de lograr sus sueños y realización profesional.
La manipulación del tema de
los médicos cubanos y otros colaboradores de la salud que cumplen misiones en
Venezuela es evidente. Los detractores arguyen que los mismos cumplen misiones en
pésimas condiciones, perciben bajos salarios que no les alcanza ni para comer y
son explotados y trabajan para enriquecer el gobierno de Cuba, favoreciéndolo
financieramente. De esta manera tratan
de distorsionar no solo el fenómeno del sentimiento solidario de la gran
mayoría de nuestros colaboradores, así como mentir en cuanto a su forma de
vida. Otro tanto, se refleja en la manipulación de la situación del personal de
salud que cumple misiones en Ecuador, argumentando falsamente que los mismos
trabajan en horarios extensos y sus resultados son inferiores a lo esperado.
La mayoría de los medios enemigos se ha centrado en torno a la estancia de cerca de 100 médicos desertores que se encuentran varados en Colombia, quienes buscaron ser centro de atención al protestar en la Plaza de las Banderas de Bogotá, vestidos de blanco y con los títulos en la mano.
El tendenciosos argumento
esgrimido por la prensa anticubana radica particularmente en impostar la duda
sobre la valides de las misiones como Barrio Adentro y Más Médicos, recurriendo
a matrices de opinión que ofrecen un panorama coercitivo para el personal de
salud, quienes se arguye son sometidos a una tácita explotación y a trabajar en
condiciones muy precarias y corriendo altos riesgos.
Una de las muestras de
estas campañas son las declaraciones hechas por el Doctor Julio Alfonso,
director de la ONG Solidaridad sin Fronteras, donde se manifiesta el
compromiso de la misma de ayudar a los desertores, dando rebote mediático a sus
falseadas situaciones, asumiendo también la recogida de fondos y prestando sus
oficios para ayudarles a revalidar sus títulos y ejercer la profesión.
El manido discurso ha
tomado un nuevo carisma en el nuevo contexto de normalización de las relaciones
Cuba y EEUU, de forma tal que han acentuado su discurso en torno a que los médicos
y otros colaboradores del sector escapan de sus misiones en el exterior, “huyendo
del régimen que los explota”. Para ello, han impulsado el como una alternativa
para incentivar las deserciones al conocido Programa de Parole, popularmente identificado
como Barrio Afuera. Este programa implementado por el gobierno norteamericano, el Cuban Medical Professional Parole, ha
sido denunciado por Cuba como una de las vías para afectar la colaboración que
presta hacia otras naciones.
Impulsores de este supuesto
programa de amparo a los desertores han sido los mafiosos anticubanos en el
Congreso USA, como Mario Díaz-Balart, Carlos Curbelo e Ileana Ros Lehtinen,
quienes no solo han salido en defensa de los mismos, sino también han buscado
garantías gubernamentales por parte de la administración norteamericana para
impulsar este flujo de robo de médicos a Cuba, logrado sobre la base de la
manipulación y las promesas de una vida mejor en EEUU.
Por su parte, el
Departamento de Estado aseguró que no existen planes en este momento para
eliminar el programa Parole, dirigido a médicos profesionales cubanos, con lo
que da un abierto beneplácito a esta forma de emigración que daña no solo a
Cuba, sino a los países en los que estos profesionales brindan su aporte.
Percy Frasncisco Alvarado Godoy
Considero que los señores que se prestan para organizar y los que aceptan esta traición,realmente son representativos de la miseria humana,de los que son capaces de cualquier bajeza con tal de obtener algún tipo de ganancia personal.De todas formas la capacidad de una revolución se mide precisamente en que es capaz de darle a todos una formación para el servicio de la humanidad, quien les borrara de su frente la indignidad de ser solo traidores?
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