Estados Unidos espía directamente a representantes y altos cargos de
la Unión Europea. La Agencia de Seguridad Nacional (NSA) instaló
micrófonos ocultos y se infiltró en las redes informáticas de la
delegación que la UE mantiene en Washington. Así se desprende, según
publicó ayer el semanario alemán Der Spiegel, de documentos confidenciales en manos de Edward Snowden.
El responsable de las filtraciones sobre la vigilancia masiva de
Internet por parte de la NSA estadounidense cuenta con informes,
marcados con el sello de “alto secreto” y fechados en septiembre de
2010, en los que los espías norteamericanos describen los ataques a la
sede diplomática de los Veintisiete en la capital de Estados Unidos. No
consta que hayan retirado los micrófonos ocultos en la delegación
europea ni que se hayan cerrado los agujeros en sus redes informáticas.
El ataque a los ordenadores permite a los agentes de Washington leer
emails y también abrir documentos almacenados en los discos duros.
Los altos cargos del Gobierno de Barack Obama declinan confirmar o
desmentir la información publicada en Alemania desde ayer por la tarde.
Ben Rhodes, viceconsejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, se
negó a comentar estas nuevas noticias sobre el espionaje a los aliados
europeos. Preguntado sobre el asunto por un grupo de periodistas durante
el viaje del presidente Barack Obama
a Sudáfrica, Rhodes habló, no obstante, de “informaciones no
autorizadas”. Autorizadas o no, de ser ciertas suponen una violación del
derecho internacional digna de los tiempos más revueltos de la guerra
fría. Los reporteros de Der Spiegel aseguran haber tenido “acceso parcial” a los documentos top secret filtrados por Snowden.
El domingo el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, ha
exigido a Estados Unidos que aclare si espió a la UE. "Estoy
profundamente preocupado y sorprendido", ha dicho Schulz, en un
comunicado, en el que ha asegurado que "si las acusaciones resultan ser
verdad, sería un asunto muy grave que tendrá un grave impacto" en las
relaciones UE-EE UU.
Los documentos citados por Der Spiegel recogen, además,
ataques similares a la representación europea ante Naciones Unidas, cuya
sede está en Nueva York. Los europeos y su organización supranacional
aparecen señalados explícitamente como objetivo de los espías. La
revelación apunta a un grado de premeditación aún mayor del conocido a
través de las filtraciones sobre los programas de espionaje Prisma,
de la NSA, y su gemelo británico Tempora, del servicio secreto
británico GCHQ. Según se cree, estos programas combinados pueden espiar
comunicaciones digitales y telefónicas alrededor del mundo.
El semanario de Hamburgo habla, además, de un asalto informático a
gran escala contra las redes de telefonía de la sede del Consejo de la
Unión Europea, en Bruselas. Hace cinco años, los encargados de seguridad
electrónica detectaron allí una serie de intentos de conexión a una
unidad de mantenimiento a distancia del Edificio Justus Lipsius, sede de
dicho órgano legislativo. Los 27 países de la UE tienen allí oficinas
propias, utilizadas muchas veces por ministros y otros altos cargos
electos o administrativos. Las autoridades rastrearon el origen de
aquellas llamadas y se toparon nada menos que con el cuartel general de
la OTAN en la propia Bruselas. Un análisis más detallado reveló que
salieron de una sección especial de los cuarteles de la OTAN en el
suburbio bruselense de Evere, precisamente reservada para los agentes de
la NSA que trabajan con la Alianza. Tras percatarse de esto comprobaron
que no había sido la primera vez y que, en ocasiones anteriores, las
llamadas tuvieron éxito.
El cúmulo de revelaciones sobre el espionaje estadounidense en
Internet y otros sistemas de comunicación ha dado lugar a protestas de
medio mundo. Las filtraciones son obra de Edward Snowden, antiguo
informático de la NSA. Protagoniza desde entonces su propia historia de
espionaje, que ya ha provocado tensiones internacionales con su
rocambolesca huida de EE UU, donde está en busca y captura acusado de
espionaje. La semana pasada trató de viajar a La Habana, pero el avión
despegó sin él. Según se cree, Snowden está ahora en una zona de tránsito del aeropuerto de Moscú, donde aterrizó procedente de Hong Kong. Washington pide su extradición, pero el Kremlin se niega a concederla. Ahora, Snowden ha pedido asilo político en Ecuador,
cuyo presidente, Rafael Correa, dice no poder decidir sobre la petición
mientras el solicitante permanezca fuera de territorio ecuatoriano.
La NSA es una de las agencias de espionaje más opacas del mundo. Ni
siquiera se sabe exactamente a cuántos agentes emplea. Tanto misterio
les ha valido en EE UU el alias burlón de No hay Semejante Agencia (No Such Agency).
Tomado de http://internacional.elpais.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario