El mismo día en que el principal consejero del presidente
Obama sobre el medioambiente se encontraba en el sur de la Florida para
expresar el compromiso del gobierno en la lucha contra el calentamiento
global, la revista Rolling Stone publicó un artículo donde se pronostica
que el aumento del océano convertirá a Miami en una “Atlántida
americana” reporta el Miami Heralkd.
El reportaje titulado Goodbye, Miami, que comienza con un huracán
ficticio llamado Milo que en el 2030 barrerá con South Beach y el hotel
Fontainebleau, apareció el jueves en la edición por Internet de la
revista. El artículo presenta un cuadro apocalíptico del sur de la
Florida, en el que las costas desaparecen bajo el paso de un mar
embravecido, escasea el agua potable, y la planta nuclear de Turkey
Point se viene abajo.
Los bancos dejan de otorgar hipotecas, las compañías aseguradoras
aumentan las tasas, y se desatan batallas campales por todas partes.
“Podría demorarse otro siglo antes de que la ciudad quede
completamente sepultada bajo el agua (aunque algunos científicos más
pesimistas pronostican que esto ocurrirá mucho antes)”, escribe el
periodista Jeff Goodell en el trabajo, que sale publicado en la edición
del 4 de julio. “Sin embargo, la vida en la vibrante metrópolis de 5.5
millones de habitantes empezará a desaparecer con mucha más rapidez,
posiblemente en sólo unas décadas. Las aguas cada vez más crecientes
destruirán lentamente a Miami, a medida que se filtran por las
instalaciones eléctricas, los cimientos de edificios y suministros de
agua potable, y al aumentar de forma dramática el destructivo poder de
los huracanes”.
Las preocupaciones por el aumento del nivel del mar no resultan
nuevas para los surfloridanos, así como tampoco la amenaza que ello
significa. Sin embargo, las advertencias de Goodell de la llegada de un
Armagedón marino, impulsado por la ineptitud política a nivel estatal y
federal provocó el jueves una conmoción, tanto a favor como en contra.
“Espero tener todavía dentro 50 años una propiedad frente al mar”,
dijo secamente Jack Lowell, director de la agencia Flagler Real Estate
Services.
Por su parte, Harold Wanless, profesor de Geología de la Universidad
de Miami (UM), fue citado por Rolling Stone y dijo: “Como sabemos, Miami
está condenada”, y le agradeció a la revista haberse tomado interés en
la ciudad.
“Esto no es algo que podría ocurrir”, dijo Wanless. “Estamos viendo
como se destruyen Groenlandia y la capa de hielo del Artico, lo que
lleva a un acelerado aumento del nivel del mar. Decimos que es un
problema para nuestros nietos, cuando en realidad es un problema para
nosotros”.
En diciembre, la Oficina de Programa Climático de la Administración
Nacional Oceanográfica y Atmosférica (NOAA) dijo que los niveles del mar
podrían aumentar más de seis pies para finales del presente siglo.
Entretanto, en marzo, el Miami Herald publicó los mapas de inundaciones
que presentó en una corte federal el grupo defensor de la limpieza del
agua Biscayne Bay Waterkeeper, el cual pronosticó que en un lapso de 50
años el nivel del mar subiría dos devastadores pies. Los mapas se
encargaron a varios expertos, entre ellos Wanless.
Michael Góngora, comisionado de Miami Beach y candidato a la
alcaldía, que también aparece mencionado en el artículo de Rolling
Stone, dijo que el reportaje tenía “un tono muy pesimista con el que
personalmente no estoy de acuerdo”.
“Me dijeron que el artículo se enfocaba en ciudades que tomaban
medidas con respecto a los cambios de clima y que Miami Beach parecía
ser una de las ciudades más activas en enfrentar ese problema”, dijo
Góngora. “Esperaba hallar una mirada más positiva que hablara de todo lo
que está haciendo Miami Beach para evitar una catástrofe, pero no se
habla más que de desastres que se avecinan”.
Tomado de Contrainjerencia
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