¿Se acuerdan de la guaracha cubana
que cantaba en su pegajosa letra : “Tengo
un motor que camina palante, tengo un motor
que camina patrás? Se llamaba "La Ola Marina".
Pues bien ahora resulta que la
familia del desaparecido Disidente Oswaldo Payá dice
que vino a vivir a Miami pero que en
vez de acogerse al “Asilo Político” como
habían declarado a su llegada a territorio
norteamericano, habían decido seguir el
camino más conveniente, el de esperar
al año y un día para acogerse a la “Ley de
Ajuste Cubano”.
De esa forma pueden viajar a la
isla como cualquier hijo de buen
vecino, con sus pasaportes cubanos para
entrar y salir y arribar a Miami, sin problemas,
con sus documentos de viaje españoles puesto
que todos los Payá- siete en total más
el gato y el perrito- son también ciudadanos del
Reino de España. Son “Cubañoles” de
nuevo cuño, como un hermano del Disidente
trágicamente muerto, que parece ser el que desde
Madrid, dirige la orquesta de los “Payasitos”,
tal como ha bautizado a los heredaros de Oswaldo
Payá un colega periodista corresponsal extranjero
en La Habana cuyo nombre me reservo
porque El Duende no divulga sus” fuentes” a
menos que me lo autoricen sus autores.
Buen negocio el de estos “Cubañoles”.
Una casa en Madrid, otra en Miami y la tercera en
La Habana, mas el dinero de ayuda del
Seguro Social de Estados Unidos y lo
que aportan los “amigos”, para que siga
“vivo” el movimiento de los cuatro gatos.
Mientras tanto la cotorrita de la familia
Payá sigue en la casa de La Habana diciendo
a toda voz: ¡Que viva Fidel, que viva Raúl
y que viva la Revolución! ¡Traviesa que es la
dichosa cotorrita!
El Duende
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