Un grupo de piratas
informáticos peruanos se ha infiltrado a las redes de las fuerzas armadas y la
policía de su país, así como de otras agencias gubernamentales en Argentina,
Colombia, Chile y Venezuela, desarticulándolas y extrayéndoles datos delicados
para lucir su destreza cibernética y apuntarse puntos políticos.
Sin embargo, su proeza más
reciente podría ser la que tenga más consecuencias.
Los correos electrónicos
robados por los intrusos del grupo LulzSecPeru a la red del Consejo de
Ministros Peruanos y divulgados en internet el mes pasado desataron acusaciones
de que altos ministros del gabinete han actuado más como cabilderos
industriales que como servidores públicos. Ayudaron a precipitar un voto de no
confianza la semana pasada al que apenas pudo sobrevivir el gabinete.
Los piratas integran una
versión local y compacta del colectivo de intrusos cibernéticos LulzSec, con
sede en Estados Unidos y Gran Bretaña, que agrupa a los llamados piratas de
"sombrero negro", los cuales violan la seguridad de las computadoras
simplemente por superar un reto, o también para obtener ganancias personales.
El grupo LulzSec surgió
del movimiento Anonymous, que ha atacado los sistemas de la Iglesia de la
Cienciología y ha promovido agitación en favor de la filtración de documentos
del escándalo WikiLeaks y del movimiento Ocupemos Wall Street.
Gran parte del activismo
de los piratas cibernéticos fuera de Estados Unidos y Europa occidental ha
perdido fuerza o se ha visto obligado a operar en la clandestinidad después de
enfrentar presión policial y arrestos, dijo Gabriella Coleman, antropóloga en
la Universidad McGill, en Montreal, Canadá, quien ha estudiado el fenómeno.
"Sin embargo, los
piratas informáticos en Latinoamérica nunca se detuvieron realmente",
señaló Coleman.
De ellos, LulzSecPeru es
considerado ampliamente como el equipo de piratas activistas más hábil y con
más éxitos en la región, dijo Camilo Galdós, experto peruano en seguridad
digital. Uno de sus actos más notorios fue secuestrar las cuentas en Twitter
del presidente venezolano y del gobernante Partido Socialista Unido de
Venezuela durante las elecciones en ese país el año pasado.
"Happy hunting!"
(¡Feliz cacería!) Escribieron los piratas informáticos de LulzSecPeru —se dice
que son dos hombres jóvenes— el mes pasado cuando colocaron en internet los
aproximadamente 3.500 correos electrónicos del entonces primer ministro René
Cornejo, fechados de febrero a julio.
"La preocupación no
es tanto por la información que se va a encontrar allí, sino por el hecho que
se ha vulnerado la privacidad", declaró Cornejo a periodistas. Su
sucesora, Ana Jara, dijo que algunos de los correos robados podrían haber
tocado asuntos de "defensa nacional".
Pero lo que el público
halló en ellos fue evidencia de la influencia de los cabilderos de las
industrias peruanas de la pesca y el petróleo, lo que generó una enorme presión
sobre los ministros de Energía y de Finanzas.
En una de las misivas, una
ejecutiva de la pesca le pregunta al ministro de Finanzas si podría ampliarse
la temporada de extracción de la anchoveta. Posteriormente ve concedido su
deseo.
El ministro de Energía, en
un irritado intercambio de correos, rechaza impacientemente las objeciones del
ministro del Medio Ambiente en torno a sus cálidas relaciones con una compañía
petrolera australiana con relación a concesiones para extraer crudo del mar.
Los técnicos de la industria petrolera —no los reguladores— son los mejor
capacitados para determinar si se requieren estudios de impacto ambiental para
las pruebas sísmicas de exploración, afirma el ministro de Energía.
Tomado de http://lavoztx.com
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