Un último estallido que dejó un muerto ayer en Santiago causó
conmoción entre la población de Chile, aún afectada por dos anteriores
ataques explosivos en el metro, que han golpeado a uno de los países más
seguros de Latinoamérica.
El residencial barrio Yungay, ubicado en el centro de Santiago, fue
el escenario del fuerte estallido ocurrido durante la madrugada, que
despertó a decenas de personas que se encontraron con una dantesca
imagen: un joven envuelto en llamas a quien le había estallado un
artefacto explosivo. “¡Estamos viendo a un ser humano, se queja, traigan
baldes con agua para apagarlo!”, gritaron testigos del hecho, según se
aprecia minutos después de ocurrida la explosión en un vídeo difundido
por canales de televisión chilenos.
El nuevo atentado ha elevado la preocupación en la población chilena,
acostumbrada a vivir en un país seguro y pacífico, pero que en los
últimos meses ha visto alterada su tranquilidad por dos explosiones en
el metro de Santiago, la primera el 14 de julio que no dejó heridos, y
la segunda hace dos semanas que se saldó con 14 lesionados.
En paranoia
“Estas explosiones mantienen a la gente en paranoia, da miedo
utilizar el metro, ahora da miedo caminar por las calles”, dijo a la
AFP, Leonor González, una mujer que se dirigía a su trabajo durante la
mañana de esta jornada.
“Son actos aislados y terroristas, pero Chile sigue siendo un país
estable”, afirmó, por su parte, la presidenta chilena Michelle Bachelet.
“Nada de esto va a alterar la necesidad de nuestros compatriotas de vivir en paz”, agregó Bachelet.
El fiscal Claudio Orellana, a cargo de las investigaciones de este
caso, identificó a la víctima como Sergio Landskron, de 29 años. “No se
puede establecer hasta este minuto si la persona fallecida era quien
habría colocado el artefacto en el lugar o habría sido un transeúnte que
casualmente iba pasando por el sector. Habría manipulado el artefacto”,
explicó Orellana.
Equipos de socorro trasladaron a un centro médico al joven, quien
sufrió quemaduras en el 40% de su cuerpo, la amputación de la mano
derecha y lesiones graves en el tronco y cabeza.
Ataques al metro
El fiscal Orellana explicó que la investigación del caso está
dirigida a establecer si Landskron tiene alguna relación con los ataques
al metro de Santiago ocurridas en estaciones ubicadas en la comuna de
Las Condes, una zona exclusiva de Santiago y otros dos ataques a
dependencias de la Policía.
Las primeras investigaciones indican que el artefacto que estalló no
es del todo similar a los utilizados en los ataques al metro, aunque
“tiene algunos componentes que también se repiten”, afirmó Orellana.
Los ataques al metro fueron reivindicados por el grupo anarquista de
origen griego ‘Conspiración de las células del fuego’ (CCF) que en un
comunicado informó que sus acciones no están dirigidas contra la
población sino contra las “estructuras de poder”.
http://www.elnuevodiario.com.ni
No hay comentarios:
Publicar un comentario