Afganistán y Estados Unidos firmaron hoy en Kabul el Acuerdo
Bilateral de Seguridad, (BSA, por su siglas en inglés) que permite la
presencia militar estadounidense en suelo afgano tras la retirada de la OTAN a finales de 2014.
El embajador de EEUU en Afganistán, James B. Cunningham, y el
recién nombrado consejero de seguridad del nuevo presidente afgano,
Hanif Atmar, firmaron el acuerdo en el Palacio Presidencial hacia las 15.15 hora local (10.45 GMT), según mostró en directo la televisión local Tolo.
Atmar también suscribió un nuevo pacto de seguridad con la OTAN, que
fue rubricado por el embajador de la Alianza Atlántica en Afganistán, Maurits R. Jochems.
La firma de los acuerdos militares se producen un día después de la
toma de posesión del nuevo mandatario de Afganistán, Ashraf Gani, quien
ya anunció que si ganaba las elecciones rubricaría el pacto con Estados
Unidos, y que se encontraba presente durante el acto.
Gani pronunció un discurso tras la rúbrica de los acuerdos en el que
agradeció al anterior mandatario, Hamid Karzai, haber establecido todos
los detalles de los tratados y afirmó que la Loya Jirga, o asamblea
tradicional afgana, "aprobó" los dos pactos.
"Aseguro a la nación que estos acuerdos se basan en nuestro interés nacional",
sentenció el nuevo presidente afgano, que matizó que, si es necesario,
los tratados se podrían modificar con el respaldo de la otra parte
firmante.
Los acuerdos prevén la presencia en el país de 9.800 soldados
de EEUU hasta finales de 2015, que se reducirán progresivamente hasta
el mínimo necesario para operaciones de seguridad y labores diplomáticas
a la conclusión de 2016.
Estados Unidos indicó que la misión de estas tropas es el
entrenamiento de las fuerzas afganas y apoyo en operaciones
antiterroristas contra el remanente de Al Qaeda.
Países como Alemania e Italia contarán con efectivos en suelo
afgano junto a los estadounidenses, con lo que a principios del próximo
año habrá en Afganistán unos 12.500 soldados extranjeros.
En la actualidad, 48 países participan en la misión de la ISAF con
41.124 soldados, de los cuales unos 28.970 son de EEUU, según los
últimos datos de la OTAN.
En junio del pasado año, los miembros de la ISAF cedieron
definitivamente el liderazgo en el teatro de operaciones bélicas a las
Fuerzas Armadas afganas, a las que se les provee apoyo y entrenamiento.
El conflicto de Afganistán se halla en uno de sus momentos
más sangrientos desde la invasión de Estados Unidos, que propició la
caída del régimen talibán, en 2001.
La violencia es especialmente cruenta con la población civil: en los
seis primeros meses de este año, perdieron la vida 1.564 civiles, un 17 %
más que en la primera mitad de 2014, mientras que los heridos
aumentaron a 3.289, un 28 % mas.
Tomado de http://www.latercera.com
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