El Parlamento británico aprobó el viernes los ataques aéreos contra
los insurgentes del Estado Islámico (EI) en Irak por un margen decisivo,
allanando el camino para que la Real Fuerza Aérea se sume a la acción
liderada por Estados Unidos con efecto inmediato.
Seis aviones bombarderos Tornado GR4, estacionados en Chipre,
estaban a la espera para formar parte de salidas iniciales después de
que el primer ministro David Cameron convocara al Parlamento para
respaldar una acción militar luego de un pedido formal del Gobierno
iraquí.
Cameron dijo a los legisladores antes de la votación que no
esperaba una campaña aérea desproporcionada, mientras que su oficina
informó que un pequeño número de efectivos podría ser enviado a Irak en
las próximas horas para guiar los ataques aéreos y, posiblemente,
entrenar a fuerzas pashmerga iraquíes y kurdas que luchan contra
militantes de EI.
La votación por 524 votos a favor y 43 en contra significa que
Gran Bretaña se embarcará en su primera campaña militar desde que
realizó los ataques aéreos en 2011 en respaldo de los rebeldes libios
que derrocaron a Muammar Gaddafi, y se unirá a una coalición
internacional liderada por Estados Unidos.
Mientras los países árabes se han unido rápidamente a la campaña
de bombardeos, los aliados tradiciones de Washington en Occidente han
sido lentos en responder el llamado del presidente de Estados Unidos,
Barack Obama.
Francia fue el primer país europeo en dar una respuesta el 19 de
septiembre, pero desde el lunes Australia, Bélgica, Holanda y Dinamarca
anunciaron que enviarían aviones de guerra.
Cameron fue cuidadoso de asegurarse un apoyo interpartidario para
los ataques contra EI antes de proponer una moción en el Parlamento.
¿Existe una amenaza para el pueblo británico? La respuesta es
sí", dijo Cameron al Parlamento antes de la votación, diciendo que
pensaba que la acción debería durar "años" para se efectiva.
Gran Bretaña, un firme aliado de Estados Unidos, fue rápido para
unirse a una acción militar en Afganistán e Irak hace una década. Pero
los ciudadanos preocupados por otra guerra y el rechazo del Parlamento
el año pasado a realizar ataques contra el Gobierno sirio llevaron a
Cameron a ser cauteloso esta vez.
Por Andrew Osborn y William James
(Reporte adicional de Kylie MacLellan. Editado en español por Lucila Sigal)
Reuters/ http://www.swissinfo.ch
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