A su paso por Miami como orador invitado en la graduación de 42 policías de
Guatemala, William Brownfield, secretario adjunto del Departamento de Estado de
EE.UU., mostró su preocupación por el tráfico de drogas en el Caribe. La
dirección de su ataque estaba dirigido, inobjetablemente, contra Cuba, en el
mismo manido argumento de satanización contra nuestra patria.
Al mismo tiempo, el congresista Mario Díaz-Balart, vinculado a la extrema
derecha norteamericana, acusó a Cuba del negocio del tráfico de
estupefacientes.
Estas canalladas e infundios, son parte repetitiva de falsedades dirigidas
a mantener latente la guerra ideológica anticubana.
Percy Francisco Alvarado Godoy
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