martes, 31 de julio de 2012

Asuntos de espías ponen a Nethanyahu contra la pared.

Jonathan Pollard
El parlamento israelí (KNESSET) le ha iniciado un tremenda bronca a Bibi Nethanyahu, argumentando tibieza de su parte ante la actividad de la CIA dentro del país sionista, mientras se mantiene detenido en EE UU, de por vida, al confeso agente israelí Jonathan Pollard.

La presiones sobre Bibi se encaminan a que el mismo haga uso de todas sus influencias, incluido el poderoso lobby judío dentro del congreso nortamericano, para lograr el perdón presidencial por parte de Obama.

Arieh Eldad, miembro en la Knesset por  Unión Nacional, se plantó firme ante el Comité de Control Estatal del parlamento israelí, cuya misión es lograr la liberación del espía Pollard. Habilidoso, sacó una poderosa carta bajo la manga, ya que un grupo operativo de la CIA fue detectado en una casa secreta en Tel Aviv, lo que levantó serios recelos por parte de los parlamentarios.  ¿Habrá dado Nethanyahu total impunidad a los norteamericanos para operar libremente en su territorio? ¿Por qué no se adoptaron medidas drásticas con los espías detectados?
 
Eldad recurrió al chantaje directo, filoso como una daga amenazante al declarar: “Si Obama se da cuenta de que necesita los votos judíos americanos o dinero, hay esperanza de que se libere a Pollard para noviembre. Pero si no, Israel debe sacarle la máscara. Dicen que uno de los problemas del caso del agente israelí es que los países no espían a sus amigos. Es momento de decirlo claro y fuerte qué estaba haciendo la CIA en ese departamento y qué está pasando en el techo de la Embajada de Estados Unidos en Tel Aviv. Están espiando a un país amigo”.

Lo que sí quedó claro sobre el tapete es que la amistad entre Israel y Estados Unidos es sumamente frágil, como la que puede haber entre una persona y su perro descontrolado y rabioso. 

De hecho, tanto Obama como Bibi se encuentran en un aprieto verdadero pues una importante parte de KNESSET no se conforma con medias tintas, sobre todo cuando el propio Bibi decidió no asistir, ni enviar representante alguno a las deliberaciones del Comité, presidido por Uri Ariel, tambiém miembro de Unión Nacional. Para ellos, la liberación de Pollard, prometida antes por el expresidente Bill Clinton (y por supuesto incumplida), es una cuestión de honra nacional.

A fin de cuentas no se sabe qué desenlace tendrá el diferendo entre el orgulloso primer ministro y los miembros que reclaman la liberación del ex espía, mediante el perdón presidencial.

De todo ello surge la interrogante: ¿Por qué Ileana Ros-Lehtinen está a favor del perdón del espía israelí, condenado a cadena perpetua al ser capturado in fraganti, luego de robar valiosos secretos que afectaban a la Seguridad Nacional de Estados Unidos, mientras se opone a que Obama conceda el perdón presidencial a los Cinco Héroes cubanos, que ni siquieran realizaron espionaje contra ese país?
 
Mientras tanto pende la amenaza de los congresistas judíos sobre Nethanyahu. Uri Ariel declaro, totalmente indignado: “Fue un gran error que la oficina del primer ministro no mande a nadie. Intentamos coordinar un encuentro un largo tiempo pero claramente evitaron hacerlo. Veo que esto es muy grave y consideraré lanzar un pedido que requiera que el primer ministro venga”. Por supuesto, Nethanyahu se siente tranquilo, sin arrinconar a Obama en relación con la suerte de un espía que purga cadena perpetua, mucho menos ahora que el presidente se encuentra en plena contienda electoral.

No cabe dudas que el habilidoso Mitt Romney se le debe haber adelantado a Obama en la visita que realiza a Israel por estos días.

Como decía mi abuela: -¡Déjalos,mijo, son peleas entre amigos! Ellos se entienden.

Percy Francisco Alvarado Godoy 


Con información de Iton Gadol News

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