No se me
ocurrió mejor manera de explicarle a los oyentes de “La tarde se mueve” la
contradicción ética en que caen los periodistas extremistas de Miami al tratar a
Cuba, que usar la imagen de una persona que anda desnuda por la calle y después
critica a otra por llevar la camisa desabotonada. La verdad que hay que tener la
cara dura para hacer eso. Es lo que ha sucedido durante la manipulación de la
noticia sobre los brotes diarreicos y los casos de Vibrión Cholerae en la
provincia Granma, específicamente en Manzanillo y Bayamo, como informó el
Ministerio de Salud Pública de Cuba el martes 3 de julio.
La manipulación y abuso sin compasión de la
noticia se soltó hace medio mes cuando el periódico El Nuevo Herald, que es “la
fuente” diaria del resto de la comparsa desinformativa de Miami, metió las manos
en un blog miamense que a su vez había publicado un supuesto informe de un sitio
en internet titulado Hablemos Press. Una llamada agencia noticiosa tan
parcializada, que en su propia página web declara como objetivo la crítica al
gobierno cubano y la promoción de cultura “contestataria”.
Lo curioso del caso es que ese blog de Miami, que
sirve a los periodistas Juan Carlos Chávez y a Juan Tamayo de El Nuevo Herald,
para servirle al resto de la prensa anticubana de Miami la supuesta “epidemia de
cólera” en Cuba, es editado por Wilfredo Cancio Isla, quien también era un
empleado de El Nuevo Herald y que trabaja ahora para el Canal 41 de Miami; que
lógicamente se integró a la campaña. Como se sumó rápidamente Radio Martí, donde
ocupa un alto cargo Humberto Castelló, ex director de El Nuevo Herald. Tampoco
está de más recordar que la batuta anticubana del citado Canal 41 la lleva el
presentador dominicano Oscar Haza, que es ahora locutor de Radio Mambí, una
emisora de la empresa Univisión Radio, lo que da una imagen de la promiscuidad
informativa que existe en Miami, haciendo necesaria una prensa alternativa a
todo ese monopolio.
Pero si lo anterior es curioso, lo es más que el
ahora bloguero Wilfredo Cancio Isla, devenido en colérico o rabioso crítico de
la revolución cubana, haya sido profesor de periodismo de la Universidad de La
Habana, becado en Cuba y el extranjero por instituciones oficiales, con acceso a
órganos de prensa estatales que ahora llama “oficialistas”. Wilfredo Cancio
Isla, que si acaso le nacionalizaron en Cuba una chambelona en la escuela
primaria de Sancti Spíritus, es de los que sueñan secretamente con que una
epidemia de cólera arrase con Cuba para poder regresar y fundar un periódico;
seguramente para ponerlo al servicio del alcalde y de la guardia rural de
Holguín o Jatibonico. La gente en Miami no se explica al servicio de quién está
un ex revolucionario como Cancio Isla, que durante el juicio a los cinco
luchadores antiterroristas cubanos, al ver que no se doblegaban ante ningún tipo
de presión, ofrecimiento o chantaje, escribió que eran dirigidos desde La Habana
por telepatía, que elogió a Posada Carriles como militante anti castrista, que
hizo propaganda de un libro de Antonio de la Cova celebrándolo como académico y
ocultando que había sido procesado por terrorismo al poner un explosivo en una
librería de Miami; alguien quien lanzó además otro artefacto en la casa del
pintor cubano Vicente Dopico, con su hija pequeña dentro, como
testimonió en entrevista para “La tarde se mueve”. Wilfredo Cancio Isla escribió
un artículo en febrero del 2007 acusando a Cuba de tener un laboratorio para
preparar armas bacteriológicas y atacar a Estados Unidos, citando a un tal
Roberto Ortega que dijo haber sido jefe de los servicios médicos de las FAR.
Cancio Isla, pisoteando la ética periodística, dio por buenas esas declaraciones
sin contrastarlas con información de alguna agencia norteamericana.
Pero hay más sobre Wilfredo Cancio Isla. Como el
hombre que anda desnudo por la calle y acusa o delata al compañero que se
desabotona la camisa, Cancio Isla, con estas y otras faltas graves a la ética
periodista y humana, se ha atrevido a acusar precisamente de no tener ética al
periodista Albor Ruiz, quien publicó un artículo muy profesional en el New York
Daily News, sobre la manipulación que por más de dos semanas ha tenido esta
situación con los brotes diarreicos en el oriente de Cuba.
El periodista Albor Ruiz, quien trabaja con los
estándares habituales del periodismo norteamericano, entrevista para su artículo
titulado “Anti-Castro politics attempts to capitalizes on Cuba’s
cholera outbreak” a la Dra. Romy Aranguiz, una joven cubanoamericana
especialista en reumatología, residente en Massachussets. La Dra. Aranguiz,
también entrevistada recientemente en “La tarde se mueve”, dice al periodista
Albor Ruiz que entiende la lógica de las autoridades sanitarias cubanas y hace
un llamado a poner a un lado los intereses políticos e ideológicos del debate y
dar paso a la solidaridad. Ruiz entrevistó a Aranguiz no solo por ser cubana,
sino también por la referida condición de graduada en ciencias médicas, con dos
especialidades en universidades de Estados Unidos, lo que la capacita para poder
hablar del problema con responsabilidad.
Pero todo esto no fue suficiente para que Wilfredo
Cancio Isla, al darse por aludido como bloguero, señalara ante lectores y
directivos del New York Daily News al artículo del periodista Albor Ruiz como
ejemplo de falta de ética periodística; y no bastándole con eso, como todo un
censor o burócrata, Cancio Isla cuestionó en la Dra. Aranguiz la capacidad de
opinar objetivamente por el hecho de pertenecer al grupo Cuban Americans for
Engagement (CAFÉ) y estar de acuerdo con la normalización de las relaciones
entre Cuba y los Estados Unidos. Vuelve a surgir la duda, ¿al servicio de quién
está Wilfredo Cancio Isla? ¿A quién quiere complacer?
Como decía, una vez que El Nuevo Herald sirve la
calumnia anticubana en la mesa, los demás medios miamenses empiezan a doblar
como campanas. El propio 29 de junio Juan Carlos Chávez citaba a Julio César
Alfonso, un especialista anticubana que se presenta como presidente ejecutivo de
una organización llamada Solidaridad Sin Fronteras; organización que estimula la
deserción de profesionales cubanos de la salud de sus misiones en el extranjero,
como parte de un viejo plan del gobierno de Bush mantenido por la actual
administración. Julio Cesar Alfonso repite lo mismo que había dicho el blog de
Wilfredo Cancio Isla, citando a Hablemos Press, sobre una llamada epidemia de
cólera en la isla que se hubiera querido ocultar. Hoy viernes 13 de julio un
nuevo artículo de Juan Carlos Chávez vuelve a la carga con Julio César Alfonso,
ahora acompañado por el Dr. Darsi Ferrer (por cierto, nadie se explica en Miami
qué hace todavía Darsi Ferrer aquí sin viajar a Tennessee con su familia),
recurriendo al viejo chantaje mediático de ofrecer una supuesta ayuda a Cuba que
las autoridades sanitarias de la isla no les han solicitado.
Pero a Julio César Alfonso y a Darsi Ferrer no les
ha bastado con El Nuevo Herald; la misma propaganda publicada hoy la hacían ayer
en el programa de Ramón Saúl Sánchez Rizo en la emisora radial de Miami La
Poderosa. Una persona con un pasado violento que quiere dárselas de almirante y
pacifista, sigue intimidando a los cubanos ahora con propaganda desde las ondas
radiales.
Medio mes de abuso mediático sobre la llamada
epidemia de cólera en Cuba, medio mes de mentiras sobre los 15 muertos y los
centenares de afectados, sin una muestra de compasión humana, permitiría
escribir un libro. No han faltado tampoco en estas dos semanas menciones a
dengue, meningitis, tuberculosis y ni se sabe cuántas enfermedades más. Todo
esto solo para calumniar a la revolución cubana, a su sistema de salud y en
particular su misión medica en Haití, reconocida precisamente por su lucha
contra el cólera en un detallado reportaje de
Deborah Sontag para el New York Times el pasado 31 de marzo, que
por supuesto la prensa de Miami silenció. Como se ha dicho otras veces, ese
rencor de la extrema derecha cubanoamericana empezó por un odio a un enemigo
político y terminó en un odio a toda la nación: odio a la música cubana, odio a
la pintura cubana, odio al deporte olímpico cubano, como seguramente veremos en
unos días cuando comiencen las Olimpiadas en Londres. A la prensa anticubana de
Miami no la mueve la búsqueda de información sino la búsqueda de pretextos para
encender ese rencor contra la nación, contra la patria. Mucho cuidado con esos
periodistas que como Juan Tamayo y Wilfredo Cancio Isla han llegado al final de
sus carreras como ilusionistas de la desinformación.
-Entrevista a la Dra. Romy Aranguiz en La tarde se
mueve (23 de mayo del 2012): http://lanochesemueve.us
/Articulo%20por%20Edmundo%20Garcia%20-%20Entrevista%20a%20la%20Dra%20Romi%20Aranguiz.pdf
-Entrevista al pintor Vicente Dopico en La tarde
se mueve (10 de mayo del 2012):
Edmundo García
Saludos, lo que tienen q hacer, estos terroristas de miami, es tratar de resolver los problemas de EEUU, y controlar la epidemia de Tuberculosis,q hay en miami y de otros problemas q hay, supuetamente en el el paraiso de miami; asi como a la Loba feroz, y a toda su camarilla de terroristas y vive bien, a costilla de mi Cuba.
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