El asesinato del
comisario francés Helric Fredou que, según nuestras informaciones, investigaba
la trayectoria del ministro del interior francés, Bernard Cazeneuve, y su
presunta relación con los atentados de Charlie Hebdo, aparece de nuevo tratado
en distintas páginas web, pero ahora apuntando a la trama de la CIA, incluso al
mismo presidente Obama, ese que decide cada semana quien tiene que vivir y
quien tiene que morir. Las informaciones proceden de los servicios secretos
rusos. Al parecer los auto atentados de
Charlie Hebdo se les quedaron cortos para provocar una reacción ciudadana
masiva. Necesitaban los auto atentados
de París.
Epoliticainternacional,
Periodismo para mentes
galácticas, RT y TRT,
entre otros medios, han divulgado que la mano negra que se oculta
tras ese atentado ha sido la CIA, y algunos apuntan directamente contra Barack Obama.
Uno de esos
medios afirma literalmente lo siguiente: “Según los supuestos informes de
los servicios secretos rusos, el comisario Helric Fredou, encargado de la
investigación hasta ese momento, habría encontrado en la ‘Charlie
Hebdo’ mochila de uno de los supuestos terroristas, además de su pasaporte,
una serie de “crípticos documentos” y en especial una agenda con el número de
teléfono del ex director de la CIA y antiguo jefe del estado mayor USA, David Petraeus”.
Al parecer, el
comisario –de acuerdo con esas fuentes- “se puso en contacto con el fiscal François Moulins de la Corte
D’Assises (tribunal especial) para que ordenara a Interpol el arresto del
presidente Obama por su
implicación en el atentado. A las 3 horas de cursar esta orden, apareció muerto
en su despacho con un sólo tiro en la cabeza, dando por sentado las autoridades
que se había “suicidado”. “Casualmente”, a las pocas horas de este suicidio (y
esto sí es noticia oficial), el ex general David Petraeus (implicado en la matanza de Bengasi, Libia) los
medios norteamericanos comenzaron a avisar de que Petraeus estaba en peligro por una serie de papeles encontrados en
casa de su amante”.
El mismo medio
recapacita sobre la NO asistencia del presidente Obama a la manifestación celebrada en París. “¿Sería por
esto?”, se preguntan.
De todos es sabido el
cúmulo de interrogantes que rodean tanto el atentado como lo acontecido
los días posteriores. Por ejemplo, la transmisión en directo por televisión –y
posteriormente- de la tienda judía donde se ocultaron los supuestos radicales
islamistas con varios rehenes; disparos de las fuerzas de seguridad sin blanco
elegido, así como la dispersión de los rehenes y la desaparición de la novia de
Bumedyen, uno de los
terroristas.
La investigadora y
escritora Soraya
Sepahpour Ulrich (vive en Irvine, California), “sostiene que algunos
indicios llevan a pensar que el ataque en París fue una operación de bandera
falsa llevada a cabo por la CIA”. La investigadora afirma en una entrevista
para Press TV que “todo
el incidente de París ha sido un enigma para muchos… y uno tiene que encontrar
conexiones para encontrar lo que realmente está pasando (…) Se nos ha dicho por
los medios de comunicación, los medios de comunicación occidentales, que un
periodista yemení ha afirmado que se había entrevistado con Kouachi, que fue responsable del
ataque en París, o uno de los responsables, tenía vínculos con ‘el
terrorista de la ropa interior’, acusado querer explotar un avión en Navidad de
2009″. Hay que recordar que Umar
Farouk Abdulmutallab fue declarado culpable de intentar hacer explotar
una carga que estaba escondida en su ropa interior, mientras viajaba en un
avión (vuelo 253 de Northwest Airlines) desde Ámsterdam a Detroit
(Michigan). Al parecer el ‘terrorista de la ropa interior’, trabajaba bajo la
cobertura de los servicios secretos saudíes y de la CIA.
“A las personas no se
les dice la verdad; están diciendo un montón de mentiras que, supuestamente, no
están conectadas y, de alguna manera, cuando se conectan trazamos de nuevo el
rastro hacia los servicios de inteligencia, como la CIA”, subraya Sepahpour Ulrich.
En aquel caso (2012)
se trataba de una operación de “bandera falsa”. Y la de ahora ¿qué?
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