Onelis Calderín Alvarado,
una de las falderas de Bertha Soler, se pasea por su barrio en Palma Soriano
queriendo atraer las miradas de los vecinos de la cuadra.
Evidentemente no le interesa
que los niños del barrio estén en la calle como es costumbre en nuestra Cuba
donde ellos tienen la libertad y el derecho de jugar libremente sin temor a que
nada les suceda. Pero difícil debe ser para niños y padres del barrio de Onelis
disfrutar de este privilegio pues constantemente están expuestos los menores a
una recreación para nada sana sino rodeados de la pésima conducta de esta
señora que sin el menor pudor presume o quiere presumir su ¿nuevo? sostén.
Su hijo Yeroslandi Calderín Alvarado
(el del pulóver verde) no pudo recibir una mejor educación, por eso es miembro
de los paqueteros de UNPACU y no es capaz de exigirle a su madre un buen
comportamiento.
Por Yordanis Cuza Aguilar
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Desvergonzada, con ese cuerpo ten terrible.
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