Hoy se ha dado a
conocer que la masacre cometida por Syed Rizwan Farook y Tashfeen Maliken, en San Bernardino, en la que murieron 14 personas
el pasado 2 de diciembre, fue cometida por una rama del Estado Islámico, con
sede en Pakistán y financiada por Arabia Saudita, identificada como División Jawlah.
No fue hasta ahora que unos pasivos FBI y DHS han tomado medidas para
investigar los vínculos entre los atacantes y el ISIS.
Lo sorprendente es
que el FSB ruso había advertido a los servicios de contraterrorismo de EEUU y
Tailandia sobre las posibilidades reales de un atentado de este tipo. Al
parecer los norteamericanos ignoraron el alerta, mientras que el mismo se
filtró y se hizo público en Tailandia. Esa masacre pudo haberse evitado.
Tashfeen Malik o
Maliken habría nacido en Pakistán aunque pasó la mayor parte de su vida en
Arabia Saudita. Regresó a Pakistán, graduándose de Farmacia en el 2012 en la Universidad
Zakariya Bahauddin de Multan. Luego de conocer a Farook por internet decidieron
casarse y entró a los EEUU con una visa K-1 como prometida, usando un pasaporte
pakistaní. En julio del 2015 recibió la Green card, pero las fuentes del
gobierno no detectaron nada que la involucrara con actividades extremistas
islámicas. No obstante, Malik había jurado fidelidad al ISIS en Facebook.
Cuerpo abatido de Malik |
Cuerpo abatido de Farook |
Los miembros
terroristas femeninas de la “División Jawlah” derivan su nombre de una guerrera
árabe del siglo VII, Jawlah bint al-Azwar, cuyas hazañas del campo de batalla todavía
son veneradas por los seguidores del Islam. Aún hay activas varias de estas
terroristas en EEUU. Se sabe que varias tienen vínculos también con Al Qaeda, Al Shaabah y el ISIS.
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