Yuri Chaika |
El fiscal general de Rusia, Yuri Chaika, ordenó averiguar las
informaciones presentadas en el documental “Anatomía de una protesta-2”
que dice que la oposición rusa se está preparando para usurpar el poder y
usar para ello los fondos provenientes desde el extranjero.
En uno de los fragmentos del filme, el líder del Frente Izquierdo
ruso, el opositor Serguéi Udaltsov, y sus seguidores supuestamente se
reúnen con el jefe de la Comisión de Defensa y Seguridad del parlamento
georgiano, Guivi Targamadze, quien, según los autores del documental,
transmitido el jueves pasado por la cadena rusa NTV, estuvo vinculado en
su tiempo con las “revoluciones de colores” en Georgia (2003), Ucrania
(2004) y los desórdenes masivos en Bielorrusia.
El propio Udaltsov, desmintió el contenido del documental.
“Que no se aflijan los radicales, pero todavía no tememos prevista la
toma del Palacio de Invierno”, escribió Udaltsov en su blog en la
página de la emisora “Ejo Moskvi”, en alusión a uno de los principales
acontecimientos de la Revolución de 1917 en Rusia.
Según Udaltsov, concluir a base de unas “imágenes opacas” donde
aparece una persona “parecida a Udaltsov” que se están preparando
atentados, una insurrección en Kaliningrado y por poco “una revolución
mundial” es algo propio de “un párvulo”.
Dijo que la película no hará nada sino elevar todavía más la
popularidad del movimiento de protestas en Rusia y subrayó que el Frente
Izquierdo apuesta por la lucha política pacífica en forma de mítines,
manifestaciones y huelgas.
Asimismo, instó a comenzar cuanto antes los preparativos a la nueva
“Marcha de los millones” de la oposición prevista para comienzos de
diciembre próximo.
Sin embargo, la película causó una impresión muy distinta a unos políticos y figuras públicas de Rusia.
El vicepresidente de la Cámara Baja del Parlamento ruso, Serguiéi
Zhelezniak, dijo hoy que planea presentar una denuncia ante los cuerpos
de seguridad por la película “que contiene materiales que requieren una
exhaustiva investigación, por tratarse de unos crímenes graves, como
preparación de atentados con la asistencia del crimen organizado y
servicios secretos extranjeros”.
Otra parlamentaria, Irina Yarovaya, presidenta de la Comisión de
Seguridad de la Duma de Estado, declaró que los protagonistas del filme
no son opositores ni políticos sino unos simples “delincuentes” y que
los hechos enumerados en el filme requieren una evaluación judicial.
El líder del Partido Liberal-Demócrata de Rusia, el controvertido
Vladímir Zhirinovski, fue más lejos aún al afirmar que todo lo expuesto
en la película “es absolutamente cierto” y llamó a abrir una causa penal
contra Udaltsov y “echarlo al calabozo para años y años”.
El miembro de la Cámara Pública de Rusia, Gueorgui Fiódorov, opina
por su parte que la película sacó a la luz las actividades de los
opositores rusos y sus vínculos con la oposición georgiana. “Para mí es
obvio desde hace tiempo que la oposición se está preparando para usurpar
el poder. Lo indican todas sus acciones recientes”, dijo al añadir que
es “toda una estrategia, con objetivos concretos”.
El político Guennadi Gudkov, despojado recientemente de su mandato
parlamentario par sus actividades empresariales, declaró a su vez que la
película es “una obra encargada”, una nueva mentira confeccionada por
unos “excelentes profesionales”. El exdiputado calificó como “pura
histeria” las exigencias de unos miembros del partido Rusia Unida de
averiguar los datos expuestos en el filme.
“La gente se olvidará de la película dentro de unas 2-3 semanas, pero
se acordarán de Udaltsov y Ponomariov y su popularidad aumentará. El
documental tendrá un efecto contrario”, apuntó.
Ria Novosti
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