AUSTIN, Texas- Bobbi Duncan buscaba por todos los medios que su padre no se enterara de que era lesbiana. Pero Facebook se lo reveló de todas maneras.
Una noche a fines del año pasado, el presidente de
Queer Chorus, un coro al que Duncan se había unido recientemente,
ex-puso de manera inadvertida la sexualidad de Duncan a sus cerca de 200
amigos en Facebook , incluido el padre de la joven, al añadirla a un grupo de discusión en la red social.
Esa noche, el padre de Duncan le dejó mensajes
virulentos en su teléfono, exigiéndole que renunciara a tener relaciones
homosexuales y amenazándola con retirarle la palabra.
Duncan lloró toda la noche en casa de un amigo. "Sentí como si alguien me hubiera dado con un bate en el estómago".
La joven de 22 años se enteró poco después de que otro
miembro del coro, Taylor McCormick, también había sido expuesto de la
misma manera con consecuencias similares.
El presidente del coro, una organización de estudiantes
de la Universidad de Texas, añadió a Duncan y a McCormick al grupo del
coro en Facebook . El presidente no sabía que el software incluiría automáticamente a los amigos de éstos en Facebook que ahora eran miembros del coro.
Los dos estudiantes fueron víctimas de un resquicio de privacidad en Facebook
: el hecho de que cualquiera puede ser incorporado a un grupo por un
amigo sin su consentimiento. Como resultado, ambos perdieron el control
de sus secretos, aun cuando los dos eran usuarios sofisticados de la red
y habían utilizado los parámetros de privacidad de Facebook para
ocultar parte de sus actividades a sus padres.
"Lo sentimos muchos por esos muchachos", dijo Andrew Noyes, un vocero de Facebook
. "Su desafortunada experiencia nos recuerda que debemos seguir
trabajando para empoderar y educar a nuestros usuarios sobre nuestros
férreos controles de privacidad".
Otros tiempos
En la era de las redes sociales como Facebook
y Google+, de Google Inc., compañías que se dedican a catalogar las
actividades de los usuarios habitualmente comparten, almacenan y
publican detalles de las vidas de estas personas. Esto representa un
desafío para la gente que navega la economía de la información personal:
cómo mantener algo privado en tiempos en los que es difícil predecir
dónde irá a parar su información.
En 2009 en Canadá, Nathalie Blanchard perdió sus
prestaciones de seguro de discapacidad por depresión cuando publicó en
Facebook fotografías donde se le veía divirtiéndose en la playa y en una
discoteca.
Luego de ver las fotos, su seguro, Manulife Financial,
contrató a un investigador privado y le pidió a un doctor que reevaluara
su diagnóstico, según el abogado de Blanchard.
La joven no se había dado cuenta de que sus fotos
estaban abiertas al público, según su abogado, quien agregó que las
personas depresivas usualmente tratan de ocultar su enfermedad a la
familia y amigos. El caso se resolvió de manera extrajudicial. Una
vocera de Manulife declinó referirse al caso y se limitó a decir que la
empresa "no deniega ni cancela" prestaciones "basándose únicamente en
información publicada en sitios web como Facebook" .
Perder el control de su actividad en línea es más que
un problema tecnológico; es un punto de quiebre sociológico. Durante la
mayor parte de la historia humana, la información personal se propagaba
lentamente, de persona a persona.
Sin embargo ahora, Facebook
permite revelar asuntos privados a audiencias más amplias, de manera
intencional o no. Círculos que antes podían mantenerse separados
-trabajo, familia, amistades, temas de sexualidad- se volvieron más
difíciles de diferenciar. Una solución, borrarse de Facebook , se ha hecho más difícil porque llega a 1.000 millones de personas en todo el mundo.
Facebook
defiende el principio de una identidad única para sus usuarios. Ha
cerrado cuentas de personas que utilizan pseudónimos y múltiples
páginas, incluso de disidentes y manifestantes en China y Egipto.
La empresa dice que su compromiso con los "nombres
reales" hace que el sitio sea más seguro. También es consecuente con el
servicio que vende a los anunciantes, que compran el acceso al verdadero
"yo".
Controles de privacidad
Defensores de la privacidad como la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) dicen que Facebook
ha cambiado las configuraciones de privacidad en su sitio para que por
defecto más información de sus usuarios esté abierta al público y a los
socios corporativos de la red social.
"Los usuarios a menudo no saben hasta qué punto su
información es pública", señala Chris Conley, abogado especialista en
tecnología y derechos civiles de ACLU. "Y cuando información sensible es
revelada, es casi imposible volverla a esconder".
Facebook
asegura que ha añadido más controles de privacidad porque eso ayuda a
las personas a compartir. "Se trata de facilitar el proceso de compartir
exactamente con quien uno quiere y evitar que sea una sorpresa cuando
alguien ve algo", dijo Chris Cox, subdirector de productos de la
compañía en una entrevista en agosto de 2011, cuando el sitio web lanzó
nuevos controles de privacidad. Cox no estuvo disponible para comentar
para este artículo.
De todos modos, los defensores de la privacidad
aseguran que siguen habiendo lagunas de control, en que los amigos
pueden revelar información sobre otros usuarios. Los miembros de Facebook
, por ejemplo, no pueden eliminar fotos compartidas por otros. Todavía
más preocupante, dicen, es el hecho de que muchas personas no saben cómo
usar los controles de privacidad de la red social.
Los investigadores señalan que los mayores ajustes de
privacidad pueden provocar lo que denominan una "ilusión de control" en
los usuarios de las redes sociales. Tras una serie de experimentos
realizados en 2010, Alessandro Acquisti, profesor asociado de la
Universidad Carnegie Mellon, encontró que ofrecerles a las personas más
opciones de privacidad generaba "cierto tipo de exceso de confianza que,
paradójicamente, hacían que compartieran demasiado", dijo.
Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook,
siempre ha insistido en que la capacidad de compartir información
cambiará la manera en cómo construimos nuestras identidades. "Los días
en que uno tenía una imagen distinta para los amigos del trabajo o
compañeros y para sus conocidos muy probablemente acabarán pronto", dijo
en una entrevista para el libro El efecto Facebook , de David Kirkpatrick. Los usuarios de Facebook tienen "una sola identidad", sostuvo. Zuckerberg no quiso hacer comentarios para este artículo.
Por Geoffrey A. Fowler
| The Wall Street Journal Americas
Tomado de http://www.lanacion.com.ar
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