Un diplomático belga ha sido suspendido de su cargo y es investigado por
un supuesto caso de espionaje relacionado con el antiguo servicio de
inteligencia soviético KGB, según publican hoy los medios de este país.
El agente fue suspendido "hace poco más de un año", después de que las autoridades belgas detectaran "infracciones de la seguridad", según afirmó el portavoz del Ministerio de Exteriores, Michel Malherbe, en declaraciones a la agencia Belga.
El portavoz evitó hacer más declaraciones para no obstaculizar la investigación abierta, y señaló que este tipo de casos son "extremadamente raros debido a los estrictos procedimientos de seguridad".
El diplomático sospechoso de espionaje estaba destinado en la embajada de Bélgica en Copenhague, según adelantó la revista flamenca "Mo-Magazine", que destapó hoy el caso con la publicación de un reportaje.
Se trata de un cónsul de 57 años originario de Brujas que habría mantenido contactos con los servicios secretos rusos KGB y su sucesor, SVR, según el mismo medio.
Las autoridades belgas sospechan de que el diplomático fue contactado por el KGB cuando estuvo destinado en Tokio como cónsul adjunto, hacia finales de la década de los 80, añade "Mo-Magazine".
El diplomático trabajó posteriormente en Lagos, Argel, Lisboa, Nueva York, Nueva Delhi y Copenhague, destinos en los que también habría mantenido contactos con la inteligencia rusa.
El fin de estos era ofrecer información consular y detalles jurídicos que podrían ser útiles para la sección "N" del KGB, encargada de crear identidades falsas para espías rusos, según la revista belga.
El agente fue suspendido "hace poco más de un año", después de que las autoridades belgas detectaran "infracciones de la seguridad", según afirmó el portavoz del Ministerio de Exteriores, Michel Malherbe, en declaraciones a la agencia Belga.
El portavoz evitó hacer más declaraciones para no obstaculizar la investigación abierta, y señaló que este tipo de casos son "extremadamente raros debido a los estrictos procedimientos de seguridad".
El diplomático sospechoso de espionaje estaba destinado en la embajada de Bélgica en Copenhague, según adelantó la revista flamenca "Mo-Magazine", que destapó hoy el caso con la publicación de un reportaje.
Se trata de un cónsul de 57 años originario de Brujas que habría mantenido contactos con los servicios secretos rusos KGB y su sucesor, SVR, según el mismo medio.
Las autoridades belgas sospechan de que el diplomático fue contactado por el KGB cuando estuvo destinado en Tokio como cónsul adjunto, hacia finales de la década de los 80, añade "Mo-Magazine".
El diplomático trabajó posteriormente en Lagos, Argel, Lisboa, Nueva York, Nueva Delhi y Copenhague, destinos en los que también habría mantenido contactos con la inteligencia rusa.
El fin de estos era ofrecer información consular y detalles jurídicos que podrían ser útiles para la sección "N" del KGB, encargada de crear identidades falsas para espías rusos, según la revista belga.
EFE
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