Conversión de un oficial de las Fuerzas Armadas en militante revolucionario en el marco de la Guerra Fría
Durante el período de la Lucha Armada
se dan múltiples casos de oficiales activos de la FAN que se unieron a la
guerrilla. Algunos asumieron el frente de combate en el mismo terreno donde
ellos eran los que combatían a su adversario. Otros, conversos al socialismo,
se mantuvieron dentro de las filas para organizar de manera secreta movimientos
políticos que fueron semillas del proceso revolucionario actual.
Ese fenómeno de asumir el socialismo y luchar
contra el capitalismo ocurre básicamente por los niveles de conciencia que va
desarrollando el oficial durante su carrera. Conciencia estimulada por:
(i)
el
ambiente nacional creado por la lucha armada,
(ii)
el
surgimiento de una tecnocracia que agudiza su capacidad de análisis por los
niveles de modernización de las FAN y su contacto con el pensamiento universal
encontrado en los centros de estudios nacionales e internacionales
(iii)
el
desprendimiento de la corriente tecnocrática de una tendencia izquierdista que
se va formando como consecuencia de las realidades políticas y sus vínculos con
las guerrillas
(iv) la condición de
las FAN de estar constituida mayoritariamente por individuos procedentes de los
sectores populares
Para entrar en las especificidades de la
ocurrencia de este fenómeno muy particular de las FAN venezolanas, en las
próximas páginas se narra la historia (en 1ra persona) de un testigo que pudo
convivir la transición de oficial formado bajo los programas de estudio de una
de las escuelas militares influenciado por la Doctrina de Seguridad Nacional de
los EEUU y su conversión en oficial revolucionario radicalmente opuesto al rol
militar que le inculcaron para ser soporte a la democracia representativa
regentado desde el Centro de Dominio. Ese oficial testigo de esta transición es
el autor de este libro.
La Escuela de Aviación Militar (EAM) en 1963:
historia narrada como cuento literario.
Corrían los días de agosto de 1963. Era
el primer día de estar viviendo en un instituto de formación militar. El patio
de formación con su negro intenso, a las 5:15 de la mañana forma parte de los
hechos más relevantes de mi historia personal. En ese patio vi a un alférez
mayor, sin saber su significado. Vestido de kaki, con sus tres estrellas a los
lados de ambos brazos, es una estampa imborrable. Cuando lo miré, me impresionó
su figura de mando y me dije: quiero llegar a ser alférez mayor. Algo similar a
lo que me ocurrió un año antes, en 1962, cuando mi papá me llevó a ver la
escuadrilla de aviones F-86F con motivo de estar efectuándose en el hipódromo
La Rinconada el clásico de la Fuerza Aérea. Qué belleza de aviones en el aire.
Perfectas líneas aerodinámicas que se desplazaban a gran velocidad en una
pronunciada picada. Ascensos y virajes escarpados se mezclaban con el azul
celeste y con el fuerte sonido de sus turbinas a máxima potencia. Espectáculo
visual y auditivo que hacía latir al corazón aceleradamente. Se elevaban de
nuevo y con un viraje de casi noventa grados en rígida formación de cuatro, los
tripulantes de los aviones de mayor poder de fuego de la aviación militar, le
demostraban a Caracas que la mejor paga de un piloto es su salario de
emociones. Deseoso de volar uno de esos mismos aviones, esa demostración aérea
fue determinante para decidir mi ingreso a la EAM. Sin poder apartar de mi
mente lo que acababa de presenciar, me fijé la meta de hacerme aviador militar
para volar el F-86F.
Carecía hasta entonces de nociones políticas
de orientación socialista. Procedía de una familia conservadora. De padre
militar, recio oficial también de la Fuerza Aérea, plenamente identificado con
el rol que tenía que cumplir la institución militar como soporte al sistema de
democracia representativa; y de madre descendiente de un militar también,
hija de un oficial del entorno de Juan Vicente Gómez. Era una familia de clase
media que predicaba los valores propios de los militares apegados al sistema,
lo que se reforzaba por los principios de la religión católica. Da tal manera
que del hogar difícilmente podrían obtenerse inclinaciones de interpretación
del mundo fuera del modelo capitalista, sino dentro del marco de la Guerra
Fría.
En
junio de 1963, en las instalaciones de la EAM, en la Base Aérea Mariscal Sucre
de Boca de Río, Maracay, se concentraron los aspirantes a cadetes. Éramos unos
800. Durante tres días, fuimos sometidos a los exámenes de admisión. De ese
contingente fueron aceptados 79. En agosto se inició el período preparatorio.
Corte de pelo y ropa de campaña, con botas de cuero rojo por encima del
tobillo, fue nuestro recibimiento. Bautizo en el casino y castigos inéditos
emplearon los alféreces y los brigadieres apenas se marcharon los familiares al
finalizar el acto de recepción. Órdenes militares y voces de mando que teníamos
que adivinar, conspiraban contra la intención de cumplir el pedido para evitar
la sanción. Comer debajo de la mesa y sentarnos en la punta de la silla.
Primeros síntomas de lo que sería el duro período que finalizaría en octubre.
Tres meses de rígidas pruebas. Tres meses vestidos igual y sin emplear otro
tipo de calzado. Esas botas eran para la educación física, para el deporte,
para la instrucción militar, para el casino, para atender a la visita los fines
de semana. Hasta para dormir, ya que muchas noches nos sacaban uniformados,
“full campaña”, a pernoctar en los techos de los dormitorios y en las ramas de
los árboles. También salíamos al patio de ejercicios en ropa interior pero con
las botas puestas, en donde nos acostaban a echarnos agua con una manguera
hasta que comenzaba la madrugada. Período aniquilador de los sueños de muchos.
Los oficiales nos decían que se trataba de una medición de fuerza. Ellos se
opondrían a que nos graduáramos, mientras que nosotros deberíamos soportarlos
para poder lograrlo. Casi ganaron, porque al final de los tres meses quedamos
29 cadetes de primer año. En 1967 nos graduamos solamente cuatro.
Las metas que me tracé en la EAM, las
alcancé. Metas que fueron objeto de motivación y estímulo para soportar la
rigidez de la formación en la escuela. Metas que me hicieron ser perseverante
para poderlas lograr. Así, con tenacidad, sacrificio, fuerza de voluntad, mucha
disciplina personal, plena dedicación al estudio, incentivando los sueños que
se forjaban como cadete llegué a ser alférez mayor en julio de 1966.
Aquella estampa imborrable de mi primer día en el patio de ejercicios ahora lo
descubría. Ahora me miraba desde afuera y con mucha satisfacción me decía a mi
mismo lo logré, aquí están mis estrellas de alférez mayor.
El cadete egresa de la EAM formado como un
producto en serie. La personalidad, el comportamiento social, la ideología
habían sido moldeadas según un patrón de la estructura militar. El
condicionamiento operante que caracteriza al método de formación de la conducta
y pensamiento militares cumple con gran acierto su objetivo. La internalización
ideológica debe ser consecuente a los conceptos de sistema democrático,
nacionalismo, patria y ejercicio de poder de las FAN. Conceptos e ideas que se
conciben en función a las relaciones predominantes que determinan el
funcionamiento del sistema político y económico de la sociedad. En esta
relación, las FAN pasan a ser un aparato de soporte de ese sistema imperante.
De allí que la concepción del mundo y del hombre, la actitud política frente al
cambio y la posición económica ante los medios de producción sean coincidentes
con el pensamiento que ejerce el dominio del sistema político. Por otro lado, a
los 19 años (edad que tenía el graduarme como sub-teniente), en plena juventud,
las expectativas en la vida, los sueños y los deseos de vivir le llevan al
individuo a asumir con vehemencia sus creencias. En estas condiciones, apenas
comenzando la vida profesional después de los 4 años de formación en la EAM, me
incorporo a la vida profesional de las Fuerzas Armadas. Ahora la situación ha
cambiado. Ya no soy cadete. Como oficial mi situación es diferente. Empiezo a
conocer la realidad de la teoría aprehendida. Entro, sin pertenecerle todavía,
al mundo real de los pilotos militares. Su ambiente, sus relaciones de amistad
y camaradería, sus ideas, pensamientos, conversaciones, las técnicas y normas
de vuelo y las misiones en los teatros antiguerrilleros Se iniciaban ahora las
operaciones verdaderas. Emprendo una nueva etapa en mi vida profesional
que marcará significativamente mi futuro.
La rebeldía
Al culminar mi formación en la EAM, 1967, mi
personalidad había sido moldeada dentro de un patrón de comportamiento que
respondía a los valores, normas, ética y creencias de la estructura militar.
Sin embargo, mi espíritu y racionalidad a veces me obligaban a cuestionar a la
autoridad, cuando ésta era arbitraria. Recuerdo que el día de mi graduación, a
unas horas de ser oficial, protagonicé uno de esos actos de rebeldía. Fue
una especie de respuesta al mando ciego y a la imposición de órdenes caprichosas.
Fue una demostración de mi rechazo al abuso de poder y a la injusticia de los
antojos jerárquicos. Fue mi último reto como cadete, pero el primero de lo que
sería una actitud que me acompañaría a lo largo de mi trayectoria como oficial
de las fuerzas armadas. Ese día por la mañana, el oficial de guardia nos ordenó
a los alféreces afeitarnos el cabello. Cortarlo casi al rape. No le cumplí la
orden. No lo hice porque ya me lo había cortado. La emoción de la graduación
indujo en nosotros, como en cualquiera que está a punto de alcanzar una meta,
la preparación metódica y entusiasta para ese día. Una de esas acciones era la
presentación personal. Prepararnos para exteriorizar una presencia pulcra,
fresca y de porte militar elegante. Por lo tanto, el corte de cabello debería
ser apropiado a esa nueva figura de piloto militar y joven oficial. Ya no más
las bandas blancas de cadete. Por esa razón no volví a la barbería. Cuando el
oficial de guardia supo que no me había cortado el cabello, procedió a
aplicarme un castigo. Me paró de plantón en el centro del patio de ejercicios,
a pleno sol del mediodía aragüeño cuando la temperatura está cerca de los 40
grados. Allí me mantuvo por tres horas. El alférez mayor, el mismo día de su
graduación parado en el centro del patio, a la vista de todo el cuerpo de
cadetes. A las 3 de la tarde se suspendió el castigo. La graduación era a
las 4 pm.
Punto
de partida para la acción profesional
En
lo personal, cuando me incorporo a las unidades profesionales, mi actitud era
consecuente con la de un oficial hecho a la medida para la defensa de los
valores del sistema de democracia representativa. Sin embargo, por ser las FAN
una institución no elitista y encontrarse en un período donde las experiencias
revolucionarias de miembros activos quedaron marcadas por la historia, se
crean ambientes propicios para que fluyan las ideas propias cargadas de
rebeldía.
En
1967 el R-1 era el Escuadrón aéreo de los helicópteros. Su sede de operaciones
estaba en la misma Base Aérea Mariscal Sucre, en donde se alojaba la EAM. Desde
allí partían los Alouette III, los UH y los Sikorsky a cumplir misiones en los
teatros de operaciones antiguerrilleros (TO). El R-1 era en esa época una
de las más importantes unidades de vuelo de la FAV. Muchos pilotos de la
aviación de caza y de bombardeo, cambiaron su especialidad para ir a volar
helicópteros. Dos razones fundamentales le llevaban a eso: el número de horas
de vuelo que lograban acumular y las misiones especiales que se cumplían.
Además, en esos años el R-1 estaba equipado con helicópteros de reciente
adquisición, procedentes de Francia y EE.UU., lo que constituía un fuerte
atractivo para los pilotos.
En el R-1 se vivía en campaña. Casi no se
hacía vida de unidad en su sede. Es decir, la convivencia que normalmente se
realiza en las agrupaciones militares, por medio de la cual se practica la vida
militar en colectivo y se celebran actividades de tipo social, deportivo o
religioso. En esa época, el R-1 estaba en guerra. La práctica profesional se
ejercía en los TO. Los pilotos apenas pasaban por su comando en Boca de Río,
para recibir instrucciones de las operaciones de vuelo a cumplir y de inmediato
salían con su tripulación. Nunca era por menos de 15 días. Al final de la
misión, se tomaban un corto permiso y volvía a repetirse el ciclo en cualquiera
de los TO.
A
mí me correspondió cumplir, por fuerza mayor, mis primeros meses de vida
profesional en el R-1. Mi expectativa era especializarme en las unidades de la
aviación de caza (combate). Pero, como nuestra promoción finalizó su formación
de piloto en el tercer año como cadetes, la dirección de la EAM nos envió a
recibir entrenamiento en helicópteros en el cuarto año. El R-1 requería también
de un mayor número de pilotos. Las operaciones en los TO lo exigían. Por eso,
al graduarme, se me asigna a esta unidad, tanto por la necesidad de satisfacer
la demanda de pilotos para cumplir las misiones en los TO, como por encontrarme
entrenándome en ella.
Los teatros antiguerrilleros
Al inicio de mis actividades en el R-1,
existían tres TO: El Destacamento del Caribe (Destocaribe), en Altagracia de
Orituco, Estado Guárico; el Teatro de Operaciones No. 3 (TO-3) en El Tocuyo,
Estado Lara; y el Teatro de Operaciones No. 5 (TO-5) en Yumare, Estado Yaracuy.
La primera misión asignada fue en Destocaribe. El teniente Julio Rodríguez como
capitán de nave y el suscrito como su copiloto, subteniente recién graduado de
19 años de edad. Allí conocí lo que era un TO. Técnicamente se puede decir que
un TO es una zona militar de campaña, delimitada geográficamente, donde se
cumplen operaciones militares de combate contra una fuerza enemiga. El TO es
algo parecido a lo que vemos en el cine o en la televisión: tiendas de campaña,
soldados uniformados con trajes de guerra, alcabalas con armamento de largo
alcance, equipos de comunicaciones con sus antenas de transmisiones,
prisioneros y detenidos preventivos, el "rancho" o comedor, baños de
campaña con tambores de agua, el parque que guarda explosivos y armas,
oficiales y soldados caminando de un lado para otro y el helipuerto. Todo esto
levantado en un terreno plano, con caminos de tierra y árboles abundantes. El
TO tiene además a su comandante con el equipo de estado mayor y los distintos
puestos de concentración de la tropa, que se distribuye en toda la zona
geográfica del teatro. Cuenta también con una red de inteligencia que es la que
permite obtener información para procesarla y así determinar la situación del
enemigo. En la sede del comando, las distintas tiendas de campaña pertenecen a
un departamento o sección. Existe entonces la de inteligencia, la de
comunicaciones, la de operaciones, la del comando, el rancho, el dormitorio de
oficiales y la destinada a los prisioneros. En ésta, mantenían a los
guerrilleros, a sus colaborados y a sospechosos que capturaban dentro de la
extensión del mismo teatro. También se encontraban los guerrilleros urbanos que
traían desde las ciudades para someterlos a interrogatorio. Principalmente
desde Caracas. En estos sitios, los prisioneros eran torturados. Nunca
presencié una acción de esta naturaleza, pero los comentarios de los oficiales
del ejército y las veces que se le escuchaba decir al comandante del teatro
acerca del qué hacer con los prisioneros, constituían indicios que la tortura
formaba parte de la lucha antiguerrillera.
"…Me traen un par de manos…" le escuché
decir a un comandante de un teatro de operaciones, cuando le daba
instrucciones a un oficial que dirigía a un pelotón de cazadores. Tiempo
después vi envueltas en unas bolsas plásticas un par de manos cortadas a un
guerrillero caído en combate. Pensé que eso formaba parte del método de lucha.
Al fin de cuentas, se estaba operando bajo la doctrina de la Escuela de las
Américas de la guerra de guerrillas, doctrina de Seguridad Nacional en pleno
escenario continental de la Guerra Fría.
El bachiller
En Destocaribe operamos en la montaña de
"El Bachiller". Nuestras misiones eran de enlace administrativo, al
visitar a todos los puestos de comando del TO; de traslado y evacuación de tropas;
de reconocimiento en las zonas que se presumía la existencia de guerrillas; de
ametrallamiento; de traslado de prisioneros; y de transporte para el comandante
del TO. Algunas veces, el comandante del teatro abordaba el helicóptero con una
caja de granadas, y él mismo desde la ventana de la aeronave las lanzaba en
dirección a algunas zonas en donde se creía que actuaban los guerrilleros.
Los principales puntos de Destocaribe estaban
ubicados en Altagracia de Orituco, sede del comando y del Estado Mayor; Cúpira;
El Guapo; Tacarigua de Mamporal; Machurucuto; Caucagua; El Mango de Ocoíta; San
Francisco de Macaira; San José de Guaribe. En el TO recibíamos casi todas las
noches conferencias de diferentes tópicos programados por el Comando. Algunas
tenían como objetivo dar una visión completa de la situación de los grupos
guerrilleros: su posible ubicación, número de efectivos, tendencias
ideológicas, pugnas internas, vinculación con el exterior, distorsión de sus
métodos de lucha política, errores, debilidades y fracasos. En otra ocasión
eran eventos informativos acerca de los principales líderes guerrilleros:
identificación con fotografías, rasgos de su personalidad, ambiciones,
frustraciones, sitios de operación, respaldo con el que contaban, métodos de lucha
que empleaban y las formas de combatirlos. Douglas Bravo, Moisés Moleiro,
Américo Martín, Luben Petkoff Malec, Francisco Prada Barazarte, Nery Carrillo,
Máximo Canales, Fernando Soto Rojas, Víctor Soto Rojas, Julio Escalona, Gabriel
Puerta Aponte, Luis Bottini Marín, Ernesto “Ché” Guevara y Fidel Castro, son
algunos de los nombres que recuerdo eran objeto de análisis durante esas
charlas de identificación del enemigo.
También se hacían exposiciones de análisis
ideológico: el significado del comunismo y su vinculación con el terrorismo, el
apoyo internacional al movimiento guerrillero, la imposición de valores no
autóctonos que atentarían contra la democracia, el comunismo como enemigo de
las FAN y la libertad del pueblo. Toda esta información que se recibía en forma
permanente, reforzaba la formación profesional que traía de la EAM. Así, cada
vez que salía a volar, a cumplir una misión, se hacía con el convencimiento
reforzado de estar luchando por algo justo. La razón estaba de mi lado. Aquella
guerrilla era el enemigo a vencer. Sus protagonistas eran seres insensibles,
plegados a una doctrina ideológica que perseguía destruir a la democracia y
sustituirla por una dictadura tiránica al servicio de intereses internacionales
que acabaría con nuestro país.
Machurucuto
A los pocos días de estar familiarizándome
con el TO y la lucha antiguerrillera ocurrió el episodio del desembarco en
Machurucuto. La tripulación del helicóptero se encontraba a la orden del
comandante del TO, coronel Angel Rangel Rosas, cuando se recibió la información
desde Cúpira. Para allí salimos. Machurucuto se encontraba revuelto.
Agrupaciones de cazadores de todos los puestos de las unidades destacadas a la
orden del TO. Refuerzos de otras unidades del ejército y de la infantería de
marina. Nuevos helicópteros de la FAV para brindar apoyo. Múltiples y variadas
comunicaciones con Caracas. Periodistas de los diarios nacionales. Campesinos
testigos del desembarco la noche anterior. Alcabalas móviles a lo largo de toda
la carretera nacional de Oriente.
Durante el desembarco de la nave “Alecrín” se
capturó a un oficial cubano. Otro, logró escapar por la carretera nacional,
pero fue apresado en Caucagua. Al Teniente Gil Castellanos, lo trasladaron al
DIM y posteriormente al Cuartel San Carlos. Mientras que el oficial detenido en
la playa, se encontraba prisionero en la tienda de inteligencia, fuertemente
custodiado. Cuando el comandante llegó a la zona giró instrucciones para que se
le interrogara y, específicamente a la tripulación del helicóptero nos pidió
que lo hiciéramos con el objeto de obtener información sobre asuntos de la
aviación militar cubana y su apoyo al movimiento guerrillero venezolano. De
esta manera me vi obligado a cumplir con una tarea de la que no conocía la
técnica. Ni siquiera sabía como iba a hablarle. No sabía con quién me iba a
encontrar. ¿Cómo era ese comunista guerrillero, enemigo de la democracia? En
todo caso, tenía que obedecer la orden. Cuando me llegó mi turno entré a la
carpa. Me sentí tenso y nervioso. Sin embargo, mi sorpresa fue que encontré a
un hombre blanco, alto, bien parecido, uniformado con buena ropa de pantalones
verde y camisa beige, de cultos modales, de ojos claros y que estaba más asustado
que yo. El hombre expuso algunos conceptos. Me dijo por qué contribuía con la
guerrilla venezolana. La solidaridad internacional era parte de la lucha por
emancipar a los pueblos. Creía que los Estados Unidos eran enemigo de los
latinoamericanos y que su acción política estaba destinada a dominarlos para
extraer sus recursos, imponerles su cultura, sus valores, sus hábitos de
consumo y mantener un mercado cautivo para comercializar sus productos. Apoyaba
la lucha de los venezolanos que habían tomado las armas para dignificar a sus
libertadores. Por eso él, espontáneamente, se ofreció para cumplir esta misión
solidaria. No conocía nada de la aviación militar y estaba dispuesto a morir
por sus principios.
Lo que me comunicó, dejó en mí una duda
acerca de mi apreciación preconcebida antes de entrar a interrogarlo. Este
hombre luchaba por ideales. No era como lo había imaginado unos minutos antes.
Lo que habló hizo que me viera obligado a valorar su hazaña frustrada. Era el
teniente Antonio Briones Montoto. Como botín de guerra le fue incautado una
pistola 9 mm, color plateada y dólares en efectivo. El capitán, jefe de la
unidad militar que lo detuvo se la entregó al comandante. Al día
siguiente, cuando regresamos a Machurucuto, Briones estaba muerto. Un tiro de
fusil FAL le había destrozado la cara. Sólo le quedaba la barbilla. El parte
oficial señalaba que había intentado fugarse hacia la playa y que fue necesario
dispararle. Otro comentario que escuché de la tropa, era que se había dado la
orden de ejecutarlo. Lo evacuamos en el helicóptero al hospital militar de
Caracas.
De Cuba extraigo parte de su historia, para
destacar la bravura de su pueblo. El 10 de diciembre de 1898 EE.UU., se
reunía con España en París para firmar el tratado de paz. Ocho meses antes,
el 21 de abril, EE.UU., le había declarado la guerra por la independencia de
Cuba, Puerto Rico y Filipinas. A partir de entonces, EE.UU., podía hacer lo que
quisiera en esas islas. A Cuba, el ejército norteamericano la ocupó de
inmediato y nombró dos gobernadores: el general Brooke en La Habana y el
general Wood en Santiago. Solamente cuando comprobó que tenía controlada
la isla, desconociendo a los rebeldes alzados contra España, neutralizando la
insurgencia obrera y sometiendo a los partidos de los sectores económicos,
decidió retirar al ejército de ocupación.
Para ese retiro, Cuba aprobó una constitución
a la que se le agregó una cláusula creada por el senador norteamericano Orville
Platt. Su objetivo era establecer que Cuba aceptaba el derecho de EE.UU., a
intervenir cuando las circunstancias así lo exigieran. Particularmente para
mantener un gobierno afecto a sus intereses. La Enmienda Platt prohibía también
endeudarse, firmar tratados con potencias extranjeras que no fueran EE.UU., le
negaba la soberanía sobre la Isla de Pinos y le garantizaba a EE.UU., la compra
de tierras para minas de carbón y estaciones navales. De esta manera Cuba
quedaba reducida a un estado de semiesclavitud similar a la China anterior a
Mao: sin fronteras, sin aduanas, sin soberanía, con el peligro de una
intervención militar en cualquier momento. Situación que se mantuvo hasta el
triunfo de la revolución.
Yumare (TO-5)
Las
misiones que se cumplían en Destocaribe eran similares a las de los otros TO.
Tanto en el TO-3 como en el TO-5 la actividad en general, para los pilotos, era
la misma. Solo cambiaban los lugares y los oficiales con quienes nos
relacionábamos. En Yumare tuve una experiencia parecida a la de Machurucuto.
Ocurrió por casualidad. Una de esas tardes después de finalizar la misión de
vuelo, me acerqué al sector de los prisioneros. Antes no lo había hecho porque
ese espacio no era de incumbencia de la tripulación. Siempre existió la
curiosidad por saber quiénes se encontraban allí. Pero los funcionarios de
inteligencia eran muy celosos y mantenían a ese sector restringido. Sin
embargo, esa tarde fui hasta allá y observé que los prisioneros estaban fuera
de su sitio de reclusión. Como el ambiente estaba tranquilo, sentí deseos de
hablar con alguno de ellos. No había olvidado el encuentro que tuve en
Machurucuto con el oficial cubano. Aquella duda que surgió estaba latente. No
recuerdo como empezó el diálogo, ni como se introdujo la conversación; pero, de
pronto me encontré conversando con una mujer. Resultó ser pediatra. Muy
delicada en sus gestos y fina al hablar. De piel muy blanca. Sus ojos húmedos,
llorosos, aunque firme en su expresión. Era una mujer de talento. Me habló con
claridad y mucha coherencia. Lo hacía con gran convicción. Asumió la lucha guerrillera,
porque era la única vía posible para hacer la revolución. La revolución era
necesaria, porque le daría al pueblo libertad y progreso. Un pueblo sometido al
que se le negaba la satisfacción de sus necesidades. Un gobierno pro
imperialista, que pactaba con los grandes consorcios para enriquecer a las
élites y dejar al margen de todo acceso material al pueblo. Pueblo, que se
empobrecía cada vez más. La conversación resultó impactante en mí. Percibí en
aquella mujer una verdad muy diferente a la que hasta ahora predominaba en mí.
Aprecié un alto nivel de sensibilidad que rompía todo esquema concebido hacia
la guerrilla. Entendí que su lucha estaba fundamentada en principios justos.
Indistintamente de mi racionalidad, ella tenía justificación para ser mi
enemiga. Además, sus razones estaban impregnadas de amor por el prójimo y por
su patria. Al igual que las mías o de cualquier otro oficial que la combatía.
La diferencia era de marco de referencia. Puntos de partidas diferentes.
Concepción ideológica desigual. No obstante, aunque fue una conversación de
corta duración, influyó en mis reflexiones posteriores y decisiones futuras.
Puedo
señalar con toda seguridad que, a partir de estos dos encuentros casuales:
Briones en Machurucuto y la pediatra de Yumare, mi interpretación de la lucha
antiguerrillera cambiaría. Ya no sería la misma que tenía cuando comencé en el
R-1. Estos encuentros fueron el inicio de un proceso de análisis y reflexión
que me permitió generar las bases de un pensamiento crítico, más consecuente
con las realidades observadas por mí y no producto de la rígida formación
militar. Ambos hechos influyeron en mi cultivo intelectual, el cual se mantuvo
durante los veinte años que permanecí como oficial activo. Fue un proceso de
aprendizaje por medio del cual se alcanzaron todos los niveles académicos del
saber universitario y concebí mi propio análisis del sistema político, sus
contradicciones, sus luchas y sus alternativas. La experiencia en los TO me
llevó a vivir una etapa histórica que se cumplió en la República. Fue una
experiencia en los primeros años de mi vida profesional y en el comienzo de mi
adultez. En la época de la lucha antiguerrillera surgieron embriones que han
ido germinando y que han contribuido a la formación de un pensamiento
revolucionario. Pensamiento que no ha terminado de desarrollarse y que lo hará
durante estos años del siglo XXI, para generar un nuevo paradigma ideológico en
Venezuela.
La
base del sistema del sistema político
Desde
la instauración del sistema político de democracia representativa, las FAN se
constituyeron en su principal elemento de sustento. Por ser el medio coercitivo
legítimamente organizado por el estado, las FAN eran la garantía de su
estabilidad. En el primer período de este sistema político que abarca la década
del 60, la principal acción de los gobiernos democráticos con respecto a
las FAN fue consolidar y legitimar la subordinación militar al poder civil. Los
factores básicos que lo permitieron fueron los siguientes:
Después
del derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez, surgieron tres tendencias
contradictorias entre ellas. Un grupo vinculado a los sectores de izquierda
consideraba que la Junta de Gobierno debía asumir posturas que respondiesen a
las demandas populares de corte radical. Otro grupo que, sintiendo simpatía por
el perezjimenismo y alarmado por la movilización popular prefería un régimen
duro, similar al anterior de tendencia dictatorial. El tercer grupo, con
experiencia conspirativa respaldaba el proyecto de democracia representativa y
se vinculaba muy estrechamente con AD y COPEI.
Otro
factor del control civil sobre el militar, lo constituye la neutralización de
las sublevaciones militares que ocurrieron durante el primer quinquenio de los
60. A pesar de la contundencia de las más importantes, como lo fueron el
carupanazo y el porteñazo, las sublevaciones no lograron sus objetivos. Aunque
sí influyeron muy significativamente en las posiciones radicales de algunos
oficiales activos quienes asumieron como propia la guerra de guerrillas. Desde
ese entonces surge el germen de las FAN y toman cuerpo los conceptos de cambio
del sistema político. Teniente Coronel Juan de Dios Moncada Vidal, Capitán de
Fragata Pedro Medina Silva, Capitán de Corbeta Jesús Teodoro Molina Villegas,
Capitán de Corbeta Víctor Hugo Morales, Capitán Elías Manuitt Camero, Teniente
Nicolás Hurtado Barrios y Teniente Héctor Fleming Mendoza, son algunos de los
hombres que simbolizan la etapa precursora de la acción revolucionaria dentro
de las FAN. Etapa necesaria para que pudieran aparecer organizaciones políticas
dentro de las FAN, con su propia teoría de la revolución y sus planes
estratégicos para la toma de poder. Escalón fundamental para llegar a los
intentos revolucionarios del 92 y, en consecuencia, hacer posible el Proceso
Revolucionario Bolivariano.
También
aparece como un hecho que favoreció al liderazgo civil, la coalición entre
gobierno y oposición. Los acuerdos a que llegaron para enfrentar a las
guerrillas. Acuerdos que establecieron las bases para asegurar la lealtad
militar al régimen y afianzar el rol a cumplir como lo era el de la defensa a
las instituciones del sistema político.
El
otro elemento de importancia fue la división por ramas militares, con autonomía
de cada una de ellas, eliminando el estado mayor general y las escuelas básicas
(estructuras creadas por Pérez Jiménez). Componentes de la unidad militar que,
según el mando civil, representaba un peligro potencial para la
estabilidad del incipiente sistema político.
En
esta década a las FAN se les asignó un papel fundamentalmente represivo,
orientado en un sentido político, el cual se nutría de la tesis sobre las
fronteras ideológicas y el enemigo interior, sustentada en el destino
manifiesto de los EE.UU. Tesis que hizo a las FAN poner en práctica la doctrina
militar antisubversiva, gestada desde Washington. Tesis cuyo fundamento era la
guerra ideológica en el mundo, la guerra fría, que buscaba. liquidar al
comunismo que estaba germinando en las naciones del hemisferio occidental.
Por otra parte, en este período, los partidos
políticos penetraron a las FAN. Principalmente AD que colocaba a los oficiales
que participaron con ellos en el derrocamiento de Pérez Jiménez, en los cargos
del alto mando de cada fuerza. Esto le permitió ejercer una vigilancia
meticulosa de los oficiales y medir sus intenciones. Apoyándose además en:
1) la creación de los organismos de inteligencia
interna para la búsqueda, verificación y procesamiento de información política
en cada una de las ramas de las FAN;
2) el control jerárquico de los ascensos y
cargos de mando en las unidades que poseían el mayor poder de fuego y,
3) la satisfacción de las necesidades personales
y familiares de los miembros de la institución.
De
este modo los gobiernos y actores del sistema político aseguraron la
institucionalidad de las FAN y su subordinación al sistema. A fines de
los 60, estaba resuelto su control político. Sin embargo, las ideas del cambio
revolucionario nunca murieron y continuaron su natural evolución. Apenas se
iniciaban.
Decisiones
En 1973, durante el primer gobierno de Rafael
Caldera, pasé a formar parte del Grupo Aéreo de Transporte Administrativo, en
la Base Aérea de La Carlota en Caracas. Unidad de la FAV que le brindaba apoyo
a la Casa Militar. Llegué procedente del Grupo Aéreo de Caza No. 12, en donde
iniciábamos el entrenamiento en los aviones de combate CF-5 canadienses.
En
Canadá estuve en enero de 1972, realizando el entrenamiento en tierra de los
CF-5. A mi regreso en febrero, me encuentro dominado de nuevo por las
reflexiones existenciales que tocaban lo político, lo ideológico y el rol de
las fuerzas armadas en un cambio estructural del país. Envuelto por la penumbra
de la incertidumbre, tenía que decidir entre continuar en la línea de
operaciones o concretar el acceso a la universidad. El vuelo significaba el
mando futuro, el salario de emociones y el reconocimiento profesional ante la
sociedad. Por su parte, la universidad era la reflexión y el despeje de estas
incógnitas políticas que me acompañaban desde 1967. La primera opción era la
racionalmente lógica. Comenzaba una nueva era de la aviación militar
supersónica (aviones CF-5) y nosotros seríamos pioneros de esta nueva página de
la historia de la FAV. Además, era continuar perfeccionando el vuelo en aviones
de combate e incrementar los niveles de capacitación. La segunda, era la pasión
por descubrir los misterios de la vida. Era involucrarse en el reto de generar
alternativas viables, con fundamentación científica, para cambiar el sistema
político del país.
Decidí
la más difícil, la menos utilitarista, pero la más gratificante a mis
expectativas de hombre identificado con la lucha social. Si bien sacrifiqué la
línea de mando y el placer de sentir las emociones del vuelo supersónico,
obtuve la educación rigurosa para ampliar mis conceptos y contribuir en la
formación de la teoría de la revolución en el seno de las FAN. Era muy Por esa
razón, sacrifiqué la aviación de combate.
El Comando General aprobó mi traslado a
Caracas, para la Carlota. Me autorizó también a estudiar en la UCV, después de
mis labores profesionales. Así, se inicia otra etapa en la FAV. Me mudé con mi
familia a Caracas y me incorporé a recibir entrenamiento en los aviones Queen
Air 90, de transporte ejecutivo. Tenía el grado de teniente.
Esta unidad apoyaba a la Casa Militar en el
transporte de altas personalidades. No pocas veces me correspondió la misión de
viajar con la familia presidencial. Recuerdo, entre muchos otros, tres vuelos
realizados con los hijos del Presidente Caldera: uno, con Andrés, quien para
esa época podría estar alrededor de los 10 ó 12 años. Lo llevé en un avión
ejecutivo a bañarse en las playas de La Orchila. Otro vuelo, lo realicé a San
Felipe con Juan José. Iba a presenciar una coleada de toros y el otro con una
de sus hijas, acompañadas de otras amigas, a Porlamar a pasear por las tiendas
del bulevar. Al igual que éstos, realicé muchos más trasladando a altas
personalidades a cualquier ciudad del interior del país. A la tripulación la
enviaban al hotel o permanecían en el mismo aeropuerto a esperar la hora de
regreso a Caracas.
Este tipo de misión hizo que me fuera
alejando de la línea de vuelo. Consideraba que mi capacitación profesional y
preparación intelectual no eran compatible con estas tareas.
Características de este período
Los
años 60 y 70 marcan una etapa que da inicio a la modernización de las FAN. A
fines e los 60 y principios de los 70, se afianzó la política bipartidista de
AD-COPEI, con un total apego a las líneas estratégicas de la doctrina
norteamericana que emitía Washington. En lo interno, acababa de finalizar el
período de la lucha guerrillera y la política de pacificación que inició Raúl
Leoni, la culminó el Presidente Rafael Caldera. El gobierno gozaba de un alto
grado de aceptación y prestigio. En las FAN se le dio mucha importancia a
la formación técnica y profesional, lo que arrojó la capacitación tecnocrática
en la institución. Esto fue consecuencia del redimensionamiento de la
estructura de combate militar, que se adecuó a los nuevos sistemas de armas.
En
este período se mitiga el rigor de la represión de la década de los 60, ya que
el ambiente era propicio para introducir reformas institucionales. Las
adquisiciones de nuevas armas que reemplazaron a las viejas, procedentes de la
II guerra mundial, permitió la incorporación de equipos de apoyo técnico
poseedores de alta tecnología. Este hecho influyó significativamente en la
modernización de la organización desde el punto de vista operativo,
administrativo y educativo. Las reformas militares más destacadas demandaban la
acción legislativa con el respaldo de AD y COPEI. Acción que permitía
agudizar la injerencia de los partidos políticos dominantes en los asuntos
internos de las FAN. Lo más relevante dentro de la línea modernizante en esta
década fue:
a)
La creación del Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional (IAEDEN) en
1972. El Iaeden se crea para capacitar al personal militar y civil en la
planificación de la seguridad y defensa nacionales. El nuevo concepto de
seguridad y defensa exigía el concurso de toda la población y en el Iaeden se
acoplarían civiles y militares dentro de los parámetros conceptuales de la
doctrina de seguridad nacional. En el Iaeden se realizaban estudios
permanentes de la realidad del país en los campos social, económico, político y
militar. Como consecuencia de la creación del Iaeden se dan dos hechos
relevantes:
· En primer lugar, se
integran las relaciones entre el sector militar y el sector civil. Lo que trae
como consecuencia la evolución del pensamiento militar, por compartir
experiencias y estudios con pensadores que le inducen a enriquecer su
conceptualización teórica.
· En segundo lugar,
dentro del propio seno de las FAN se emprenden estudios de la coyuntura
política y económica de la sociedad venezolana. Esto conduce a que los
militares conozcan cada vez más de la realidad del país y produzcan formas de
resolver estas críticas situaciones.
b) La creación del Instituto Universitario
Politécnico de las Fuerzas Armadas (IUPFAN) en 1974. Este será el primer centro
de estudios universitarios en las FAN que ofrecerá entrenamiento técnico
avanzado a nivel de educación superior y que será dirigido por militares. En el
Iupfan se estudiará la ingeniería en distintas especialidades; carreras
cortas para formar técnicos superiores; cursos de postgrado en las áreas de
logística, mantenimiento y personal. Además tendrá un centro de investigación
que será parte orgánica del sistema nacional de ciencia y tecnología.
c) La conversión de las academias militares en
institutos universitarios, en 1974, que permitirá al cadete recibir su título
de licenciado en Ciencias y Artes Militares al egresar como oficial de las FAN.
d) La adquisición de los nuevos sistemas de
armas. En 1972 se da inicio a la modernización de los equipos militares con la
incorporación a las FAV de los primeros aviones de combate supersónicos, los CF-5
en 1972 y los Mirage en 1973. Además se adquirieron los aviones de transporte
C-130, los de operaciones contrainsurgencia OV-10, el avión presidencial Boeing
737, los aviones de transporte ejecutivo Cessna Citation, los aviones de
entrenamiento avanzado T-2D y los helicópteros UH. A fines de 1978 se
incorporaron a la marina de guerra las fragatas misilísticas, de construcción
italiana. En el ejército se adquirieron los tanques franceses AMX-30.
e) El otorgamiento de becas de postgrado en
universidades de renombre internacional en el extranjero para oficiales a
través de la Fundación Gran Mariscal Ayacucho o de cada rama orgánica de las
FAN. Esto a fin de capacitar al personal a fin de responder a las exigencias de
los nuevos sistemas de armas y sus apoyos técnicos, logísticos y
administrativos.
Los
elementos modernizantes en las FAN influirán notablemente en la evolución del
pensamiento del militar. En mi caso particular, se me otorgó una beca de
estudios para realizar estudios de postgrado en la Universidad de Harvard, en
Boston, una vez que finalicé los estudios de pregrado en la UCV. Fue allá, en
la ciudad que aloja a las universidades que forman a la élite del capitalismo,
en donde se terminó de concebir un proyecto revolucionario para Venezuela, a
ser desarrollado dentro de las FAN. No quiero decir que sin estos elementos
modernizantes que se introducen en la FAN, no se hubiera dado la evolución del
pensamiento militar y su consecuencia de intentos revolucionarios. De cualquier
manera eso se produciría en algún momento. Pero, la modernización y el
surgimiento de un sector tecnocrático en las FAN aceleró los acontecimientos
históricos que han producido todos los cambios que estamos viviendo hoy en día.
Por
su parte, la economía, controlada por los grupos económicos nacionales en
alianzas con las multinacionales, mantenían el dominio de todo el aparato
productivo y el control de la comercialización y distribución de sus productos
para satisfacer las necesidades elementales de la población, así como las
necesidades creadas a través de los medios de comunicación y difusión social.
La propaganda fue uno de los factores que estimuló el abandono del campo y las
migraciones hacia la ciudad, principalmente hacia Caracas. Hecho que venía
ocurriendo desde la implantación del Plan de Emergencia, por parte de la Junta
de Gobierno que sustituyó al gobierno de Pérez Jiménez en 1958 y que avanzó
durante la década del 60.
El
sistema de democracia representativa permitió el crecimiento exponencial de la
marginalidad en los sectores urbanos. La práctica clientelar de los gobiernos,
el estímulo de la plusvalía ideológica y el usufructo del poder por parte de
las cúpulas de los partidos políticos, contribuyeron al fomento de la
marginalidad en Venezuela.
Situación
que estimuló su estudio por parte de la FAV. La marginalidad como problema
social del desarrollo en Venezuela, fue motivo para que en 1974 la FAV
realizara un profundo análisis sobre este asunto, el cual incentivó al gobierno
a considerar sus conclusiones. Por esta vía los oficiales de la FAV se
vincularon con organizaciones y personalidades generadoras de acciones, ideas y
planes para el combate de la pobreza. Esta es otra de las acciones de esa época
que contribuyeron en vincular a las FAN con la realidad concreta de Venezuela
También
hay que destacar que en este período, Venezuela mantuvo en armonía las
relaciones con los Estados Unidos. Estaba muy reciente el derrocamiento de
Salvador Allende en Chile. El “Destino Manifiesto” seguía vivo. Su vigencia no declarada,
pero implícita en sus actos, constituye una ley natural que hace a los
gobernantes de EE.UU., sentirse con el derecho a intervenir y dominar a las
naciones latinoamericanas. Los argumentos para la intervención pasan por la
defensa de sus propios intereses, la salvaguarda de la libertad y la
democracia, la vigencia de los valores occidentales, la seguridad continental.
En la última década del siglo XX, acabada la guerra fría y la amenaza del
comunismo, los pretextos para continuar con la dominación han sido reemplazados
por la lucha contra el narcotráfico y la subversión. Para los EE.UU., el
“Destino Manifiesto” forma parte del nuevo orden mundial unipolar
aún vigente una vez caído el Muro de Berlín, símbolo del fin de la Guerra Fría e
inicio de un NOI.
El
NOI significa globalización y neoliberalismo. Ambos instrumentos ideológicos de
dominio mundial en la última década del siglo XX, han incrementado los
indicadores que marcan la diferencia entre el norte y el sur. La pobreza y la
miseria, el desempleo y el subempleo, la marginalidad y la delincuencia, la
desnutrición y la morbilidad infantil, todo esto en medio de la creciente
corrupción de los sectores gobernantes definen al mundo sur de hoy.
Pero,
estos males no representan ninguna significancia para los objetivos del control
unipolar del mundo. Importa sí, la supresión del derecho de autodeterminación y
del ejercicio de la soberanía nacional. El control total del mercado. Esto es
lo importante para la hegemonía mundial. La elevación de las condiciones
humanas de los pueblos no aparecen escritas en sus metas y proyectos. La
globalización es la esencia del capitalismo como sistema social de producción y
de dominio hegemónico. Su objeto es la acumulación constante de los beneficios,
para proseguir con la expansión infinita del beneficio.
El nuevo orden mundial, diseñado bajo la
ideología del neoliberalismo, se hizo para beneficiar a los ricos y poderosos.
El capitalismo global se basa en la búsqueda de utilidades por parte de los
sectores privilegiados de:
(i)
las
oligarquías financieras corporativas,
(ii)
las
empresas transnacionales y
(iii)
el
complejo industrial militar.
Así como hoy, en los años 70, era un reto
tremendo desafiar al poder norteamericano y a las fuerzas transnacionales para
implantar un sistema político diferente al establecido.
Sin embargo, la lucha por los ideales que se
gestaban en mi accionar dentro de la vida profesional de las FAN era
irreversible. Asumiendo la necesidad de darle soporte científico a la formación
teórica, ingresé a la Universidad Central de Venezuela en julio de 1973. Las
carreras nocturnas disponibles eran Historia o Educación. Opté por esta última,
pues en la FAV existía una especialidad en esta área. Sin hacer vida de
estudiante universitario a tiempo completo, al finalizar mis actividades de
piloto, cumplía con las clases en la Escuela de Educación, entre las 6 y
las 11 p.m.
Harvard University
En 1977, cuando finalicé mis estudios en la Escuela de Educación de la UCV, 4 años y medios después de iniciarlos, tenía el grado de Capitán. Por ese motivo, la FAV me envió a hacer el curso de postgrado en el exterior. Decidí por la Universidad de Harvard y fui aceptado en la Escuela para Graduados en Educación. Los créditos exigidos para la maestría los hice en Harvard y en otras universidades de su misma categoría: el MIT (Massachusetts Institute of Technology), la Universidad de Tufts (institución de alto nivel académico para la formación del cuerpo diplomático norteamericano), la Universidad de Boston, la Escuela de Gobierno John Fitzgerald Kennedy y el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Ciencias, ambos de la misma Harvard. Estos dos años de estudios, 1978 y 1979, fueron determinantes para completar el proyecto político de reconstrucción nacional, que desde 1967 se venía madurando.
En
Harvard, pude vincularme con las diferentes corrientes políticas que existían
para el momento y con las ideas que manejaban los líderes más importantes de la
época. Pude también estudiar en profundidad los distintos proyectos de
gobiernos nacionales que se daban en todo el mundo, y conocer mucho más la
historia republicana de Venezuela. Todo lo que aprendía me hacía ratificar mis
convicciones políticas. Indistintamente de los contenidos de los cursos que
estaban fundamentados en la esencia del sistema político de los EE.UU. El
conocer las realidades de países africanos y palpar más de cerca situaciones en
Latinoamérica, contadas por nativos de sus países, me estimulaban a continuar sosteniendo
mis posiciones.
Todo
esto pude hacerlo por el acceso a la variada bibliografía existente en las
diferentes bibliotecas, por la dedicación a tiempo completo a la investigación y
por llegarle a otras formas del conocimiento, como lo eran los foros con
personalidades mundiales, las charlas sobre tópicos de actualidad y las visitas
a compañeros de todo el mundo que representaban algún factor de poder.
Harvard se convirtió para mí en un centro de creación personal y de producción
intelectual.
En
la biblioteca central de la Universidad, Widener Library, va tomando forma como
plan de acción, el proyecto político para Venezuela. Proyecto de reconstrucción
que iniciaba delineando su perfil ideológico, sus fundamentos doctrinarios, la
forma de gobierno y los programas de reconstrucción. Se plasmaba también, la
organización político-militar que llevaría adelante la ejecución del plan.
Organización que crearía su estructura inicial en forma secreta. Así arrancaba
un proyecto revolucionario para desarrollarlo en conjunto FAN-Pueblo, empleando
el método de la insurrección popular con respaldo de las FAN.
Surgimiento de la
Tecnocracia de los años 80
En la década de los 80
cuando se profundiza la modernización militar y se consolida definitivamente
la subordinación de las FAN al poder político civil encontramos
las condiciones más propicias para el surgimiento de una tecnocracia militar y
que, a pesar de no ser homogénea en su constitución, comienza a manifestar los
primeros síntomas discrepantes del modo de gestión de la institución y de la
forma de conducción de sistema político.
En este período de claro
avance del proceso de modernización y de respaldo institucional a los
gobiernos, aparecen en escena algunos hechos que no pueden ser calificados sino
como contradictorios, pero que ocurren y que aparentemente no son casuales ni
caprichosos, con tendencia a que sucedan nuevamente, pero en una dimensión más
compleja.
Entre esos hechos que aparecen
en escena en la primera mitad de la década del 80, podemos citar:
a) La
apertura de una averiguación sumarial ante los tribunales militares ordenada
por el Ministro de la Defensa en 1983, debido a una presunta rebelión militar
liderizada por un grupo de oficiales jóvenes (Movimiento R-83/ARMA, creada por
el suscrito).
b) La
denuncia ante los tribunales por parte de oficiales activos en contra de
oficiales generales ex-ministros de defensa debido al manejo doloso y corrupto
durante su período de gestión ministerial.
c) El
rechazo al proyecto de acuerdo con Colombia acerca de la delimitación de aguas
marinas y submarinas en el Golfo de Venezuela. Que por marcar la historia de
las FAN, es necesario narrarla, aunque sea en forma breve:
En octubre de 1980
ocurrió este hecho significativo para la historia de las Fuerzas Armadas
Nacionales, Sucedió en el Teatro de la Academia Militar de Venezuela en
Caracas. Allí se concentró por orden expresa del Ministerio de la Defensa el
personal militar perteneciente a la Guarnición del Distrito Federal y del
Estado Miranda, con el objeto de escuchar al Canciller de la República de esa
época, Dr. José Alberto Zambrano Velasco, quien explicaría el proyecto de
acuerdo con Colombia para finiquitar la controversia generada por la
delimitación de aguas marinas y submarinas en el Golfo de Venezuela.
En esa ocasión el
personal allí concentrado emitió una respuesta espontánea de rechazo a los
planteamientos del Gobierno Nacional plasmados en un virtual acuerdo bilateral.
¿Por qué calificamos a este hecho como muy significativo e histórico para las
FAN? Por dos razones fundamentales:
En primer lugar, por vez
primera en la historia militar de la democracia representativa el Gobierno
Nacional hacía una "consulta" -no intencionada- a un grupo bastante
numeroso de oficiales y suboficiales de las F.A. sobre un asunto de política
exterior y de gran trascendencia geopolítica para el país; y, en segundo lugar,
porque el grupo de oficiales y suboficiales se opuso a la firma del acuerdo,
obligando al Gobierno a rectificar su posición.
Decimos que fue una
"consulta" no intencionada porque ese no era el propósito del
Gobierno. La intención no era oír la opinión de una parte mayoritaria del
colectivo militar profesional. El objetivo era explicar los contenidos del
acuerdo. Nunca el Canciller se imaginó que obtendría una respuesta contundente
por parte de la oficialidad allí presente. De haberlo sabido es muy probable
que la reunión nunca se hubiera efectuado.
Para la racionalidad del
sistema político la formulación de la política exterior del Estado es de exclusiva
competencia del Ejecutivo Nacional. Concretamente es una atribución
constitucional del Presidente de la República. Asimismo, sobre la base de esa
racionalidad, las FAN constituye una institución no deliberante que, a pesar
del rol que le asigna la constitución como lo es el de defender la soberanía
nacional, debe mantenerse al margen de opinar sobre cualquier asunto,
incluyendo aquellos que toquen la soberanía del país. Normalmente a las FAN no
se le consulta. Me refiero a las FAN como una estructura completa y no sólo a
-una de sus partes. Porque el Alto Mando Militar (AMM), es decir la Cúpula
Dirigente (CD), que es una de las partes de la estructura militar pero no el
todo, si tiene acceso al proceso de toma de decisiones sobre aspectos en que se
implique a las FAN.
Si en octubre de 1980 el
Proyecto de acuerdo con Colombia se le hubiera planteado solamente al Alto
Mando Militar, como en efecto se hizo, y no se le hubiera informado del asunto
al Colectivo Militar Profesional (CMP) ese acuerdo se hubiera concretado. Así
ha sucedido con muchas decisiones en política exterior en que se involucra a
las FAN sin medir las opiniones del CMP. Casos como estos tenemos por ejemplo:
(i) El
envío de asesores militares al El Salvador durante los primeros años de la
década del 80, a fin de contribuir en el entrenamiento de combate de las tropas
del ejército salvadoreño;
(ii) El
intento desestabilizador al régimen sandinista de Nicaragua que a través de un
complot fallido organizado en la Embajada de Venezuela en Managua y con
participación de la Agregaduría Militar se atentó contra el gobierno. Hecho
ocurrido entre 1981 y 1982, ampliamente difundido por la prensa nacional,
especialmente el Diario de Caracas que obtuvo información confidencial;
(iii) La
aceptación de los términos del refinanciamiento de la deuda externa con la
banca internacional que restringe nuestros principios soberanos de
autodeterminación;
(iv) La
invitación a Edén Pastora (Líder de las fuerzas contrarias al sandinismo) a
recibir asistencia médica y hospitalaria en el país, siendo Venezuela miembro
del Grupo Contadora; por lo que con esta acción, se crean ambigüedades que
contradicen la imparcialidad en el conflicto centroamericano.
Es muy probable que si antes de tomar estas decisiones se
le hubiera consultado al CMP las acciones resultantes habrían sido distintas.
En fin, a pesar de que en la práctica formal la institución militar se muestra
coherente y homogénea, de lealtad incondicional al sistema político, se dan hechos
contradictorios cuya explicación posiblemente la encontramos en los resultados
que arroja el proceso de modernización y, quizás, con mayor precisión podamos
hallarla al analizar el surgimiento de la tecnocracia militar.
Especificidad de la Tecnocracia Militar.
La tecnocracia militar
representa un sector pequeño de las FAN que va creciendo en la medida que se
acentúa el proceso de modernización en la Institución. Pero sin llegar a
conformarse todavía como factor de poder. El sector tradicional de la
institución, es decir, el que identificamos como burocrático, opuesto
en actitudes estamentales al tecnocrático, para esos años permanecía estable en
el control del aparato militar.
La tecnocracia militar
nace principalmente debido a las siguientes razones:
(i)
La incorporación de tecnología en las FAN que demanda
personal con capacitación técnica especializada;
(ii)
La preparación técnica del personal militar lo vincula con
centros educativos, tanto nacionales como internacionales, en donde además de
adquirir su especialización lo relaciona con el mundo del saber permitiéndole
concretizar, desde una perspectiva mucho más objetiva, su propia realidad, la
de su institución y la del país;
(iii) Los
niveles de conciencia alcanzado por este personal lo lleva a plantearse, desde
el punto de vista individual, una re-evaluación de los patrones tradicionales
de funcionamiento de la institución militar. Se considera que en ese período
se mantenían en las FAN costumbres y creencias no acorde con el tipo de
sociedad que ha alcanzado la civilización de esa era y, por tanto, se admitía
que era necesario esforzarse para ajustar la institución a las demandas de
modernidad que inevitablemente deberían satisfacerse;
(iv) Sus nuevas perspectivas
de análisis le conduce a reafirmar los valores nacionalista y patrióticos que
con tanto arraigo se adquirieron en las primeras etapas de formación militar y,
como respuesta racional, moral y ética oponerlos a la crisis en que se
encontraba el sistema político del país.
Sobre la base de estas
cuatro mega razones razones, a la tecnocracia militar podemos caracterizarla
globalmente así:
(i) Las
decisiones que toman a su nivel se fundamentan en los principios de
racionalidad, eficiencia y eficacia;
(ii) Poseen
una formación universitaria;
(iii) Hacen
uso de un lenguaje técnico especializado;
(iv) Incorporan
a su área de trabajo el manejo de métodos y técnicas no tradicionales;
(v) Asumen
una actitud gerencial y ejecutiva en la administración de la Institución;
(vi) Demandan
el uso de sistemas computarizados y la mecanización de los procesos rutinarios;
(vii) Son
partidarios del empleo de técnicas gerenciales y de planificación incorporados
a la informática para la conducción de los conflictos militares;
(viii) Asumen
la firma creencia de que las FAN tienen capacidad para administrar con
criterios de mayor eficacia y racionalidad las empresas públicas y, eventualmente,
asumir el control del propio Estado.
El nacimiento de la
Tecnocracia Militar es un proceso espontáneo. Se va dando sin que operen
mecanismos compulsivos en su gestación. Tampoco se puede decir que ella
es propia de una determinada generación o de algunas jerarquías particulares.
Encontramos tecnócratas
en todos los grados militares y en todas las edades. Evidentemente, es en
algunos grados medios cuando el Oficial llega a adquirir la madurez y la
claridad precisa del papel que juega y lo que potencialmente puede significar
su actitud y acción donde aparece la mayor tendencia de Ofíciales con
características tecnócratas.
La oficialidad joven si
es bien conducida pasa a ser la fuente de mayor perspectiva para la formación
de la tecnocracia progresista. Y esto ocurre luego de un periodo de
experiencia profesional y de especialización en cualquiera de las áreas
modernas de la Institución; es decir cuando se alcanza el grado de capitán o
mayor (entre 8 y 11 años de servicio).
No obstante, no significa
que en el mismo sector más joven no se cuente con oficiales en posiciones de
profunda lucidez. Esto puede darse con la misma naturalidad que se da en la
oficialidad media.
A nivel de las
promociones de Oficiales de Mayor jerarquía (General y Coronel) la tendencia
es acoplarse más al funcionamiento burocrático plegado a la racionalidad
política, que en buscar la trascendencia de los sectores renovadores de la
tecnocracia y, por tanto, generar cambios fundamentales en el funcionamiento de
las FAN.
Es oportuno detenerse
para explicar: (i) por qué la tecnocracia está al margen de la estructura de
poder de las FAN y, (ii) por qué el tecnócrata a medida que asciende en sus
grados militares se va integrando al funcionamiento burocrático, del que en
alguna oportunidad fue discrepante.
Empecemos por el análisis
del funcionamiento de las FAN.
Como bien sabemos, para
el período del Bipartidismo las FAN constituían una Institución apolítica
obediente y no deliberante y, en consecuencia su acción se limitaba a cumplir
un rol burocrático caracterizado por activar un formalismo casi al margen de
la realidad, por su rutina administrativa y la sumisión dogmática a los criterios
de la superioridad. Las FAN asumían un rol pasivo de aceptación tácita y
permanente de todas las decisiones que tomara el Gobierno en nombre del Estado
Venezolano.
La base del
funcionamiento de las FAN son las relaciones asimétricas de poder (RAP). Es
decir las relaciones de mando y obediencia.
Las RAP determinan la
disciplina, la jerarquizacíón y los valores fundamentales de la Institución
Militar. Estas relaciones presentan la singularidad de ser unidireccional, pues
el sujeto que manda es el que ordena y nunca viceversa.
Las RAP son el soporte
fundamental de la estructura militar; ésta comprende 2 elementos bien
diferenciados:
(i)
La Cúpula Dirigente (CD) constituida por el Alto Mando
Militar (AMM) y los Oficiales generales comandantes de las grandes Unidades que
concentran el mayor número de sistemas de armas y poder de fuego. La CD es el
elemento que establece las relaciones de supraordenación o de mando. El AMM lo
forman: El Ministerio de la Defensa; el Inspector General de las FAN; el Jefe
del Estado Mayor Conjunto; los 4 Comandantes de Fuerzas y el Director General
del Ministerio de la Defensa;
(ii)
El Estrato Subordinado (ES), está formado por el Colectivo
Militar Profesional (CMP: Oficiales Generales Superiores y Subalternos), los
Suboficiales y la Tropa. Este elemento activa las relaciones de subordinación
u obediencia, dependiendo, pasivamente de las órdenes que emite la CD. El
CMP ejerce funciones de mando sobre las Unidades operativas, logísticas o
administrativas de las FAN. El CMP es el ente del ES que pone en funcionamiento
a todo el aparato militar, de acuerdo a los criterios de la CD.
Como parte del
funcionamiento de las FAN, se establece un vínculo formal con el Gobierno
Nacional. La "Interrelación Formal" (IF) que se refiere a la subordinación
legítima de las FAN al Presidente de la República, por su condición de
Comandante en Jefe de las FAN. La formalidad se concreta en las relaciones
normales de mando y obediencia que se da entre el Presidente y el AMM.
Otro de los factores del
funcionamiento de las FAN que debe destacarse es la selección de la CD por parte
del Presidente. Selección que recae en Oficiales muy cercanos al partido de
gobierno, bien sea por su afinidad político-ideológica o bien por sus nexos
familiares o de amistad.
Así tenemos entonces los
3 factores primarios que definen el funcionamiento de las FAN:
a) Asimetría (RAP)
b) Interacción Formal
(IF)
c) Selección de la CD
Son estos factores lo que
le proporcionan-al Gobierno el control de las FAN, haciéndola operar
como aparato de poder y así quedar subordinada a los intereses del Estado.
Intereses que son determinados sobre los principios de racionalidad del
Gobierno.
Tenemos entonces que para
la racionalidad del sistema político el gobierno controla a las FAN; porque,
(i) en
primer lugar, legalmente lo establece la Constitución y las leyes militares que
son los instrumentos que legitiman la asimetría (RAP) y la ínter-relación
formal (IF);
(ii) en
segundo lugar, el Gobierno controla a las FAN porque el elemento de la
Estructura Militar que activa las relaciones de mando, es decir la CD y particularmente
el AMM, está formado por hombres de plena identificación y total confianza
política del partido de gobierno.
Son estas las razones por
las cuales las decisiones del gobierno se convierten en órdenes para las FAN.
Al no existir consultas ni participación del ES en el proceso de toma de
decisiones, la CD que sería el elemento indicado que podría racionalizar las
decisiones en función a las expectativas reales de la institución, señalando
los reparos a que hubiera lugar, no lo hace por su apego total e incondicional
a la política del Gobierno. Esto no quiere decir que el presidente no acepte
sugerencias por parte del AMM. Eso se da, pero se mantiene a ese nivel:
Presidente y AMM.
En conclusión tenemos:
1. Que la tecnocracia,
básicamente ubicada en el CMP, es parte del ES y por lo tanto se ve obligada a
activar las relaciones de subordinación y, como ya lo mencionamos, es el CMP el
que, de acuerdo a las criterios de la CD, pone en funcionamiento al aparato
militar,
2. Aquellos tecnócratas
que logran ubicarse en alguna unidad de mando se les limita su posibilidad de
acción renovadora ya que, para asegurar su posición, deberá compartir e
integrarse al funcionamiento burocrático de la Institución o caso contrario,
será desplazado y relegado del mando y del proceso de toma de decisiones.
3. El tecnócrata que
ubicado en una posición de mando y que actúa para mantenerse, resultará fuertemente
conservador por elementales razones de supervivencia.
4. El tecnócrata que
aspira a ascender al grado inmediato superior y discrepa del funcionamiento
burocrático de la Institución no logrará su ascenso y por lo tanto:
a) No podrá ocupar cargos
de mayor relevancia
b) Se le cierra la
posibilidad de formar parte de la CD.
c) No participará del
mando ni del proceso de la toma de decisiones.
Estas
son las razones por las cuales la tecnocracia está al margen de la estructura
de poder de las FAN y el porqué el tecnócrata que aspire mantenerse activo no
le queda otra alternativa que insertarse en el juego burocrático de lo
contrario o debe retirarse de la Institución o quedará excluido de ascensos y de
mando.
Tendencias
de la Tecnocracia Militar:
Para la racionalidad política de los gobiernos del Bipartidismo que han administrado el Estado Venezolano, el rol preeminente de las FAN era más político (sumisión al mando político civil) que militar. Para el Bipartidismo las FAN se comportaban como el soporte fundamental del sistema de democracia representativa y, en vista de que el sistema necesita cada vez menos del uso de medios represivos directos para mantener el control de la población en general, pues a través de los medios de comunicación de masas, del aumento del bienestar económico a pesar del incremento del costo de la vida y, en general, de la transferencia al pueblo de los valores que constituyen el supuesto cultural del sistema, se logra una inserción "espontánea" de los individuos dentro de éste.
Por
esto es que el rol militar de las FAN es desplazado por el rol político, y es
así como se mantiene el funcionamiento burocrático de la Institución, y
el porqué se perpetúan los tres factores primarios que definen ese
funcionamiento (RAP, IF y SCD).
Pero,
además de lo complejo de las relaciones funcionales de la Institución que son
resistentes a las verdaderas transformaciones renovadoras, la tecnocracia
militar, aunque teniendo características comunes,
no es única ni homogénea.
Al igual que en la sociedad civil, la tecnocracia agrupa
sectores de intereses que pugnan entre sí por hacer prevalecer sus puntos de
vista y por tratar de alcanzar posiciones en la estructura de poder.
Para ese período, años 80, identificamos 3 tendencias en
la tecnocracia militar:
(i)
La tendencia nacionalista;
(ii)
La revolucionaria; y
(iii) La neo-colonialista.
Todas coinciden en 2 aspectos:
a) Que aspiran controlar a la Institución; y eventualmente
tomar el control del Estado.
b) Que ninguna de estas tendencias se ha podido consolidar
como factor de poder en las FAN.
Los principales rasgos que identifican a cada una de ellas
es el siguiente:
1. Nacionalista:
Asume un proyecto de transformación nacionalista,
democrático y, no ideológico. Rechaza la forma de cómo los gobiernos del statu
quo (bipartidismo) han conducido al país y claman por una reforma racional del
Estado y sus instituciones.
2. Revolucionario:
Corriente más radical que asume posiciones claramente
ideológicas, no identificadas con ningún partido de la izquierda tradicional,
pero que construye un proyecto político de transformación revolucionario para
la dirección científica de la sociedad. Se sustenta,
consciente o inconscientemente, en el socialismo.
3. Neo-Colonialista:
Identificada con la corriente tecnocrática y funcionalista
de USA. Creen en las bondades del sistema político del Bipartidismo, pero
demanda mayores concesiones al capital. Asimila fuertemente los valores
predominantes de la Sociedad Norteamericana, convirtiéndola en modelo a seguir
para alcanzar el desarrollo.
El proyecto R-83/ARMA
Al regresar a Venezuela de
Boston (1979), tenía el grado de Mayor con dos años de antigüedad. A partir de
entonces, inicio el período de difusión del proyecto político y de captación de
individuos y organizaciones de vanguardia para fomentar el proceso
revolucionario, ir a la toma del poder e instaurar una nueva institucionalidad
en la República. En un principio el proyecto fue denominado R-83 (Revolución
1983). Los documentos de R-83 fueron desapareciendo a medida que se
presentaban momentos críticos de riesgo ante los organismo de seguridad del
Estado.
El R-83 sería un movimiento
político de tendencia revolucionaria gestado en el seno de las FAN, a fin de
insurgir contra un sistema político agotado en su gobierno, dependiente en lo
económico, injusto y desigual en la aplicación de las normas constitucionales y
judiciales, transculturizado en lo ideológico y corrupto en sus prácticas
burocráticas de los funcionarios del Estado y de toda la estructura de poder
que se había constituido bajo la protección del gobierno.
El R-83 buscaría alianzas coyunturales
con las organizaciones populares para ir de manera conjunta y organizada a la
ejecución de las operaciones para la toma del poder.
La toma del poder se haría
por la vía violenta: una fuerte revuelta popular apoyada por las Fuerzas
Armadas. Se iría al golpe de Estado y se impondría un junta militar de
gobierno. Se declararía el Estado de emergencia nacional, se suspenderían las
garantías y se procedería a suprimir todos los poderes públicos. Los sectores
revolucionarios de las fuerzas armadas gobernarían transitoriamente en conjunto
con los sectores organizados de la República. Éstos serían seleccionados a
través de las asambleas populares que se realizarían en todos los estados
nacionales. Las asambleas populares reunirían, de manera organizada y sobre la
base de un orden normativo previamente elaborado y aprobado por los órganos del
gobierno nacional, a todos los individuos, grupos, gremios y estamentos
sociales que asumieran los postulados básicos de un sistema político
revolucionario:
(i)
la
equitativa distribución de la riqueza,
(ii)
la
igualdad de los derechos del hombre,
(iii) el
fomento de la prosperidad del colectivo nacional,
(iv) la
autonomía de los poderes del Estado,
(v)
la
interdependencia mundial,
(vi)
la
socialización de la economía con base en los principios de la autogestión,
(vii) el
establecimiento de las consultas a la comunidad mediante las asambleas
populares.
Se
organizaría a las fuerzas armadas sobre la base de un nuevo concepto de defensa
nacional, el cual rescataría la preponderancia de la soberanía nacional y de lo
que política y sociológicamente significa el Estado-Nación. Se incentivaría el
fomento de la ciencia militar, para que la doctrina de empleo de las FAN se
hiciera con base en las realidades de nuestro país y se elevara el nivel de
investigación y desarrollo de la institución, a fin de disminuir la brecha de
dependencia tecnológica y científica con el primer mundo.
Se
decretaría la reorganización del Estado y de todos sus procesos. Se reforzarían
las relaciones con los países del tercer mundo y se asumiría como sustento
ideológico del gobierno, los principios bolivarianos de nuestra nacionalidad y
las tesis universales de los cambios revolucionarios, fundamentadas en las
teorías sociales del bien común.
El
Estado asumiría el control de la economía, y se procedería a retomar los
proyectos de desarrollo nacional, cuyos objetivos estuvieran dirigidos a la
resolución de la problemática social. La principal meta del gobierno sería la
de disminuir los niveles de pobreza de la población venezolana.
Se
implantaría con supervisión y control del Estado, los tribunales populares a
fin de realizar juicios públicos a la corrupción y a quienes hubiesen traicionado
a la patria.
Se
convocaría a la gran asamblea popular nacional para instaurar una nueva
institucionalidad. Se elaboraría una nueva Constitución Nacional, que serviría
de base para convertirse en programa de gobierno y se iría a elecciones
populares.
La
estrategia del plan R-83, tal como se interpretaba en esa época, se organizaba
metodológicamente en ocho (8) componentes operativos, los cuales definían
sus acciones a lo largo del proceso, desde la conspiración militar hasta el
ejercicio del gobierno: conceptualización político-ideológica, diagnóstico de
la situación nacional, peregrinaje político, plan de acción militar, relación
con las organizaciones políticas revolucionarias, relaciones internacionales,
proyectos estratégicos y programa de gobierno.
Se tomó esa denominación de
R-83, porque se estimaba que para 1983 (Período de Luis Herrera Campins)
pudieran ejecutarse todas las operaciones para la toma del poder. Pero, como la
dinámica conspirativa es tan cambiante y las condiciones objetivas para la
revolución no se decretan, al poco tiempo convertimos al R-83 en ARMA: Alianza
Revolucionaria de Militares Activos.
No pudo cumplirse el plan en
1983, porque la situación política nacional no reunía las condiciones para la
revuelta popular. El movimiento de vanguardia no era lo suficientemente
contundente para generar una estructura poderosa en la población. El gobierno,
cabeza del statu quo y orientador de la sociedad nacional,
conservaba el control absoluto del poder. Las fuerzas económicas cumplían su
rol dentro del sistema capitalista y ejercían su dominio sobre la producción a
costa del Estado. La política internacional seguía las pautas que determinaba
el centro capitalista del mundo, liderado por los Estados Unidos.
Los EE.UU. habían asumido la
doctrina impuesta por Ronald Reagan: “Lucha contra el terrorismo
internacional” establecida en los documentos de Santa Fe.
Estrategia anticomunista a ultranza que ratificaba a los EE.UU., como
destinados por la divina Providencia a dirigir al mundo y someter a su voluntad
a la América Latina. Culpaban al comunismo de obstruir el avance de la
expansión del capitalismo, siempre amenazado por la URSS, Cuba y los
movimientos de liberación nacional que operaban en América Latina. Justificaban
sus intervenciones en el continente alegando que el Caribe, espacio de tráfico
marítimo y centro de refinación de petróleo para ellos, se había transformado
en un lago marxista-leninista. Establecieron la necesidad de desarrollar una
política exterior integral y global por la libertad, la dignidad y los
intereses nacionales que fueran un reflejo del espíritu de los valores
fundamentales del sistema capitalista: propiedad, acumulación, consumo,
beneficio, eficiencia y productividad, por encima de las realidades del mundo
subdesarrollado y marginal de la América Latina.
Como
consecuencia de esa doctrina de dominación intensificaron sus ataques en contra
de Cuba, invadieron Granada, intervinieron en República Dominicana, Nicaragua,
El Salvador, Guatemala, Honduras y Panamá, sin olvidar a los países de América
del Sur, espacio abierto para la proyección de su política, a través de las
fuerzas militares encubiertas y de la CIA.
La
situación mundial y específicamente la continental alejaba toda posibilidad de
fraguar movimientos revolucionarios que buscaban imponer un sistema político
diferente al que se atribuía los EE.UU. Además, los gobiernos nacionales
mantenían su postura sumisa ante el centro dominante, plegados totalmente al
esquema capitalista que prevalecía en el mundo.
Por su parte, en este
período, el pensamiento revolucionario en las FAN y nuestro movimiento ARMA
carecían de militares que prestaran sus servicios en las principales unidades
de combate y de mayor poder de fuego. Hay que reconocer la debilidad y la
ausencia de fuerza ante el adversario político. Por esa razón, ninguna
operación conspirativa por muy bien sustentada que estuviese en lo teórico,
resultaría exitosa en la práctica. También en este período la FAV adquirió los
F-16F respondiendo a las exigencias del Pentágono por incorporar al sistema de
hipótesis de guerra de Venezuela las posibilidades de enfrentarse a Cuba. La
hipótesis del Caribe planteaba un conflicto militar en donde la aviación
militar venezolana cumpliría un rol de primer orden en operaciones de
interdicción logística, interceptación aérea y ataque a fuerzas cubanas en
tierra. Las misiones de combate se extenderían a las islas caribeñas que
respaldaban a Castro: Granada, Jamaica y Barbados.
La formulación de esta
hipótesis y el dispositivo que se montó en esos años, permitió que los Estados
Unidos le suministraran a Venezuela los aviones F-16 negados a cualquier país
latinoamericano para ese entonces. Un comunicado publicado en El
Nacional, redactado por el autor de este libro, bajo
el título de la “Ideología de los F-16”, firmado
por un miembro civil de ARMA con el seudónimo de Beltrán Calma, apareció el
mismo día del arribo de los aviones a Palo Negro, el 17 de noviembre de 1983.
Lo hicimos para alertar y dejar constancia de la injerencia y dominio
hegemónico de los Estados Unidos sobre Venezuela, como reflejo de su
sometimiento en el continente. Publicación que arrojó una respuesta muy
enérgica del Presidente de la República, Luis Herrera Campíns, y de la cúpula
dirigente de las FAN.
Comunicado publicado
en la prensa el 17/11/1982
La Ideología de los F-16
“Con la llegada de los F-16,
las relaciones de dependencia de Venezuela con respecto a USA se acentuarán,
tanto en su factor doctrinario e ideológico, como en el tecnológico y militar.
Como
tantas veces se ha dicho, coincidimos en conceptualizar a USA como el centro
dominante del sistema capitalista mundial y quien regula los procesos del
sistema. Venezuela, como uno de sus componentes, está condicionada a las normas
que emanan del centro dominante. A esta relación se le identifica como
dependencia. La dependencia engendra su propia ideología: el neocolonialismo,
que se manifiesta en la aceptación, admiración e imitación de los elementos
provenientes de la cultura de USA. En el caso de los F-16, por ejemplo, la
ideología se induce a través del entrenamiento que se imparte al personal de
las Fuerzas Armadas que ha acudido a los centros de instrucción de estos
aviones. Como consecuencia de la inducción ideológica, nuestros oficiales y
suboficiales adoptan los mismos patrones de conducta que prevalecen en al
sociedad norteamericana: coincidencia en la visón del mundo y del hombre; de la
historia, de los valores, costumbre y símbolos; de los intereses políticos y de
los conflictos ideológicos.
Lamentablemente,
este proceso de entrenamiento hace que el hombre pierda capacidad crítica con
su mundo, convirtiéndolo en un ser pasivo que no toma decisiones propias, sino
en función de los intereses ideológicos que le han enseñado a identificar. Así
se actúa con quienes van a operar un equipo de armas tan delicado como lo es el
F-16.
Los
F-16 constituyen un instrumento de poder que ha sido cedido a Venezuela para
afirmar su rol en el continente. A USA le interesa mantener el funcionamiento
político-social, de las naciones dominadas, lo menos conflictivo posible, para
así perpetuar su hegemonía y acumular conciencias y lealtades ideológicas hacia
la conservación del sistema. Por consiguiente, para mantener esa hegemonía,
USA, como centro dominante, se ve en la necesidad de ceder algunos instrumentos
de poder a aquellos países componentes del sistema que demuestren una
identificación plena con los mecanismos de dominación. Instrumentos que deben
ser usados, exclusivamente, en función de las necesidades que demandan los
procesos del sistema capitalista.
Por
eso, tenemos que los F-16 constituyen un instrumento de poder que USA le ha
permitido adquirir a Venezuela, al módico precio de 615 millones de dólares,
más otros 200 millones para la compra del armamento táctico operativo, para que
refuerce su papel democrático y su influencia ideológica en la región.
Los
F-16 se venden a Venezuela porque es un país incondicional de USA en la lucha
anticomunista.
En
este sentido la sólida “democracia” venezolana, regentada hoy en día por un
gobierno socialcristiano, cuyos principios filosóficos son de orientación
anticomunista, ha encontrado estrecha coincidencia con la política exterior de
USA.
Los
F-16 venezolanos trascienden su misión de defensa nacional; y como instrumento
de poder que son, su principal rol es el de respaldar la política exterior de
USA en el mantenimiento de su seguridad, que no es otra cosa que neutralizar la
creciente influencia “comunista” (todo proceso transformador y
reivindicativo del pueblo es catalogado como comunista por el centro dominante)
en el Caribe, Centroamérica y el resto de Latinoamérica.
De
manera que aquí están los F-16 y llegan en un momento singular que vive esta
región del continente. Hoy será la recepción oficial de bienvenida y de
presentación a la Nación. La FAV tiene preparado todo un show para lucir con
orgullo los aviones de combate más avanzados y poderosos de la actual
generación.
Los
F-16 operarán desde la base aérea El Libertador, en Maracay. Allí se ha
terminado de construir un enclave destinado a la USAF (United States Air Force)
para que pueda ejercer el control, operación y resguardo de los sofisticados
aviones. Será, pues, la Fuerza Aérea de USA la que impondrá las pautas del
empleo de ese sistema de aviones. Al Comando General de la FAV no le queda otro
recurso que acatar sus criterios. Eso forma parte de los convenios acordados
entre los dos países soberanos.
Ahora
Venezuela no tiene por qué sentir envidia alguna de Honduras, ni de los otros
países centroamericanos que idolatran a los gringos –seres supremos del
universo- porque nosotros también tenemos nuestra “US AIR FORCE BASE” y está
allí en la base aérea El Libertador, en Palo Negro, Maracay.
Es auténtico
Beltrán Calma
C.I. 4.713.407
Nota:
Este
artículo ha sido financiado por un grupo de profesionales que sienten profunda
preocupación por los últimos movimiento militares de las fuerzas
norteamericanas en el Caribe. Este nerviosismo se intensifica aún más, sabiendo
que los F-16 no están controlados totalmente por mentes venezolanas. Tememos
realmente que se nos pueda empujar a realizar o apoyar acciones armadas contra
nuestra propia región, utilizando además nuestro propio dinero y defendiendo
los conceptos de “libertad y justicia” que ha diseñado para este momento el
gobierno norteamericano.
Este
artículo fue elaborado para ser publicado en las páginas de opinión, pero,
lamentablemente, no tuvo la debida atención.
Fin
de una etapa previa al inicio del Proceso Revolucionario
El Movimiento ARMA fue delatado y en consecuencia
fraccionado, aislado y anulado. Sin embargo, la lucha por hacer la revolución
ahora comenzaba con mayor disposición. La delación de ARMA provocó mi retiro de
las FAN y abrió otro espacio de caminos generadores de campos para la acción
revolucionaria. Los factores modernizantes de las FAN así como el pensamiento
revolucionario que en su seno se estaba formando haría posible la aparición de
nuevos puntos críticos que se aproximarían a la materialización de la
Revolución en Venezuela. Vendrían el 27F, el 4F y 27N momentos críticos que
gestaron la historia del MBR-200, el MVR y el gobierno Bolivariano, posesionado
en la dirección de Venezuela desde 1999.
William E. Izarra
No hay comentarios:
Publicar un comentario