RT/Reuters/RIA NOVOSTI
El presidente ruso, Vladímir Putin, es un líder
sobresaliente y sabe hacer frente genialmente a EE.UU., lo que lo
asemeja a Fidel Castro, opina el periódico mexicano 'La Jornada'.
"Washington ha tenido que calarse unas cuantas palizas de Fidel a lo
largo de los años en que el comandante, como ahora Putin, ha hecho gala
de una excepcional destreza para reducir al adversario sin apenas
despeinarse", señala Ángel Guerra Cabrera de 'La Jornada'.
La última prueba de la habilidad de Putin es el alto el fuego conseguido en el sudeste de Ucrania el 5 de septiembre. "Los nazis instalados por Washington en el Gobierno de Kiev se veían obligados a aceptar íntegramente el plan de cese el fuego en el este de Ucrania propuesto por Putin. No tenían de otra pues simplemente el ejército que habían lanzado en abril a lo que se llamó una operación antiterrorista, reforzado por los nazis del Sector Derecho y los mercenarios reunidos en la Guardia Nacional, había sido puesto de rodillas por los audaces golpes y maniobras de las autodefensas de las repúblicas autónomas de Donetsk y Lugansk".
El alto el fuego "constituye una derrota de los intentos estadounidenses de usar ese estado como ariete contra Rusia y saquear sus riquezas", señala Cabrera.
Antes de ello, señala, fue una 'brillante jugada geopolítica' de Putin la que permitió que regresara Crimea al seno ruso, lo que sucedió en un referendo donde más del 90% se expresó a favor de ello.
El autor compara la política de Putin con la estrategia que se aplica en el deporte que practica el presidente, el judo. "Más de un observador internacional ha afirmado que mientras Obama es jugador de damas chinas, Putin es un diestro ajedrecista", señala Ángel Guerra Cabrera. Pero al parecer Putin, quien practicó también judo, ha desarrollado como Fidel Castro la habilidad de aplicar a la política el principio fundamental de ese deporte al utilizar contra el contrario toda su fuerza para derrotarlo".
La sabiduría del presidente ruso permitió evitar una guerra nuclear, que fue lo que los agitadores y protagonistas del golpe en Kiev intentaron alcanzar, cree el autor: "Un enfrentamiento bélico de Washington y Moscú no puede terminar de otra manera".
La última prueba de la habilidad de Putin es el alto el fuego conseguido en el sudeste de Ucrania el 5 de septiembre. "Los nazis instalados por Washington en el Gobierno de Kiev se veían obligados a aceptar íntegramente el plan de cese el fuego en el este de Ucrania propuesto por Putin. No tenían de otra pues simplemente el ejército que habían lanzado en abril a lo que se llamó una operación antiterrorista, reforzado por los nazis del Sector Derecho y los mercenarios reunidos en la Guardia Nacional, había sido puesto de rodillas por los audaces golpes y maniobras de las autodefensas de las repúblicas autónomas de Donetsk y Lugansk".
El alto el fuego "constituye una derrota de los intentos estadounidenses de usar ese estado como ariete contra Rusia y saquear sus riquezas", señala Cabrera.
Antes de ello, señala, fue una 'brillante jugada geopolítica' de Putin la que permitió que regresara Crimea al seno ruso, lo que sucedió en un referendo donde más del 90% se expresó a favor de ello.
El autor compara la política de Putin con la estrategia que se aplica en el deporte que practica el presidente, el judo. "Más de un observador internacional ha afirmado que mientras Obama es jugador de damas chinas, Putin es un diestro ajedrecista", señala Ángel Guerra Cabrera. Pero al parecer Putin, quien practicó también judo, ha desarrollado como Fidel Castro la habilidad de aplicar a la política el principio fundamental de ese deporte al utilizar contra el contrario toda su fuerza para derrotarlo".
La sabiduría del presidente ruso permitió evitar una guerra nuclear, que fue lo que los agitadores y protagonistas del golpe en Kiev intentaron alcanzar, cree el autor: "Un enfrentamiento bélico de Washington y Moscú no puede terminar de otra manera".
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