Los europeos no han podido celebrar el Premio Nobel de la paz a la Unión Europea, porque están en GUERRA con sus gobiernos.
El mundo ha sido testigo de la grave crisis económica y social,
aunque también política, por la que viene atravesando el “viejo
continente” desde hace meses. Países como España, Italia y Grecia,
tradicionalmente considerados como países “desarrollados” en los que se
había logrado construir lo que se conoce como “Estado de bienestar”
luego de décadas de esfuerzos y con un pasado de cruentas guerras, hoy
atraviesan por la crisis económica más grave de que se tenga memoria.
Marchas y protestas multitudinarias de “indignados” en España, país
donde el gobierno conservador de Rajoy aplica las medidas más
antipopulares de su historia republicana, recortes que han generado un
desempleo juvenil que hoy supera el 40%, son solo un ejemplo del
desmontaje en pleno desarrollo del tradicional sistema de seguridad
social de la península. Además, esta crisis está creando las condiciones
para que los estados autonómicos exigan la completa independencia del
Estado español, cual es el caso de Cataluña.
En resumen, el desempleo, la recesión, el desmoronamiento de la
seguridad social, la falta de oportunidades, la brutal represión de la
protesta, la fragmentación del territorio, configuran el actual cuadro
de España, país que junto a Francia, Italia, Grecia, protagonizan una
situación que, en sus repercusiones de alcance europeo, incluso ha
logrado poner en riesgo la existencia de la propia Unión Europea.
Así, el Nobel de la Paz 2012 ha vuelto a generar polémica, ante las
dudas y críticas planteadas sobre los criterios que viene manejando el
Comité que se encarga de otorgar el tradicional premio, tal como lo
reseña hoy el portal Russia Today.
Siguiendo a la agencia rusa, El Nobel de la Paz 2012 fue otorgado a
la Unión Europea por “transformar a Europa de un continente de guerra en
un continente de la paz”, noticia que ha vuelto a recordar que a lo
largo de la historia de este premio, figuras siniestras como Henry
Kissinger, personaje involucrado en guerras y genocidios, incluyendo el
golpe de Estado contra Salvador Allende y la posteriores desapariciones y
masacres, ha sido premiado con este Nobel, hecho que puso en duda la
lógica del comité y la legitimidad del galardón.
Además, existen muchas razones para dudar del pacifismo de un
continente cuyos dirigentes se encuentran en franco enfrentamiento
contra sus propios pueblos, además de estar azuzando la guerra en el
Medio Oriente y de haber participado directamente, caso de Francia y
Gran Bretaña, en la guerra contra Libia.
Casualmente, hoy se conmemoran 520 años de aquel momento en que los
europeos llegaron a Quisqueya, en el Mar Caribe, fecha que inauguró uno
de los genocidios más grande de la historia, si no es el más grande, lo
cual añade otro ingrediente sardónico al galardón.
En Venezuela se conmemora hoy el “Día de la resistencia indígena, en
un contexto de alegría, bienestar y emancipación, pero sobre todo, en un
clima de verdadera Paz.
Por Roberto Malaver @robertomalaver
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